Tres a?os de negociaciones sobre un polvor¨ªn
El 30 de septiembre de 1981, durante el Congreso Ol¨ªmpico de Baden-Baden (RFA), la capital surcoreana, Se¨²l, fue elegida sede de los Juegos de 1988, al conseguir 52 votos, por 27 de la ciudad japonesa de Nagoya. En la localidad alemana se dio un primer impulso a las aperturas ol¨ªmpicas, especialmente en el campo del amateurismo, pero los miembros del COI olvidaron con una absurda prepotencia, s¨®lo un a?o despu¨¦s del boicoteo a los Juegos de Mosc¨², que para no repetir una sede japonesa, tras Tokio, en 1964, otorgaban la organizaci¨®n a un polvor¨ªn.
Copado el inter¨¦s hasta 1984 por el nuevo boicoteo a Los Angeles, poco despu¨¦s, ese mismo a?o, en diciembre, Corea del Norte cr¨ªtic¨® la organizaci¨®n de Se¨²l y un mes m¨¢s tarde pidi¨® intervenir.
A partir de ah¨ª se iniciaron las conversaciones entre las dos Coreas, con la mediaci¨®n del COI. Su desarrollo, como poco, cabe calificarlo de raro o de un di¨¢logo de sordos. Se han celebrado cuatro reuniones: octubre de 1985, enero y junio de 1986 y julio de 1987. El ofrecimiento a Corea del Norte, a partir de la tercera, fue la organizaci¨®n de cuatro deportes: tiro con arco y tenis de mesa completos, la prueba de 100 kil¨®metros contra reloj por equipos de ciclismo y un grupo de f¨²tbol. La contestaci¨®n fue pedir m¨¢s. En la cuarta reuni¨®n se a?adi¨® el voleibol femenino. Los norcoreanos exigieron ocho deportes, casi la tercera parte de los Juegos. El COI, al que dej¨® Corea del Sur el protagonismo, se neg¨®.
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