Rico: "No pienso rendirme"
JOS? COMAS En Monte Caseros, el rebelde teniente coronel Aldo Rico estaba ayer dispuesto a luchar y no rendirse, seg¨²n declar¨® a un grupo de periodistas a las 16.30 (20.30, hora peninsular espa?ola), mientras revisaba las posiciones defensivas, en espera de la Regada de los blindados leales al mando del Ej¨¦rcito argentino. Perseguido por una docena de coches con periodistas, Rico descendi¨® del jepp en que viajaba acompa?ado por tres militares con la cara pintada y un ch¨®fer, tambi¨¦n en uniforme de campa?a. En pleno campo se organiz¨® una conferencia de prensa de media hora con Aldo Rico.
El militar rebelde no llevaba la cara pintada, iba correctamente afeitado y ol¨ªa a loci¨®n masculina. Llevaba una gorra de paracaidista que cubr¨ªa su cabello cano. Por fuera de su camiseta caqui de manga corta asomaba colgada al cuello una doble cadena de plata gruesa. Mientras Rico hablaba con los periodistas, a escasos kil¨®metros avanzaba desde el sur una columna de 15 veh¨ªculos blindados, que a su paso dejaban destrozado el firme de la carretera nacional. Del norte bajaba hacia Monte Caseros una columna m¨¢s numerosa de camiones con soldados.Monte Caseros se encuentra a 750 kil¨®metros al norte de Buenos Aires, en la provincia de Corrientes, al lado del r¨ªo Uruguay, que marca la frontera con Brasil. A la pregunta de un periodista de si escogi¨® esa guarnici¨®n para tener una f¨¢cil huida a Brasil, el rebelde Rico respondi¨® con arrogancia: "Usted no conoce el esp¨ªritu de los asturianos" y repiti¨® que no piensa rendirse: 'Luchar¨¦ hasta el final". En Monte Caseros y toda la zona de alrededor las comunicaciones con el resto del pa¨ªs hab¨ªan sido cortadas. El corresponsal de este peri¨®dico tuvo que pasar a Brasil para transmitir esta entrevista.
Rico respondi¨® a la primera pregunta que no est¨¢ solo, porque se encuentra tambi¨¦n sublevado ."el Regimiento XII de Infanter¨ªa y otros elementos". Despu¨¦s a?adi¨® que estaba esperando la llegada de los tanques. A la pregunta de si pensaba rendirse, Rico replic¨®: "Soy hijo de asturianos y mis abuelos son gallegos. Esa mezcla de sangre no se rinde". Despu¨¦s Rico reconoci¨® que hab¨ªan minado los accesos a Monte Caseros.
"No se debe ceder"
Rico asegur¨® tajante ante la pregunta de si iba a luchar contra sus compa?eros de armas que en aquel momento se aproximaban a Monte Caseros: "Yo estoy dispuesto a combatir y todos los que me siguen est¨¢n dispuestos a combatir", y a?adi¨® que no se debe ceder, "porque siempre se se cede, siempre se cede y las situaciones se deterioran m¨¢s. Yo soy un soldado y fijese lo que le voy a decir: soy un soldado y no dudo, porque la duda es una jactancia de los intelectuales".
"Hemos dado pruebas m¨¢s que suficientes de que no queremos un golpe de Estado. Este sistema no puede funcionar con un Ej¨¦rcito que no sea capaz de asegurar la estabilidad del sistema. Luego de haber hecho lo que hicimos en Semana Santa, tratar de recuperar la dignidad del Ej¨¦rcito argentino, nos hemos visto permanentemente frustrados y nos hemos visto enga?ados, hasta que lleg¨® esta situaci¨®n. Yo hace ocho meses que estaba detenido, las maniobras que nos han llevado a esta situaci¨®n no las he provocado yo, las ha provocado el se?or jefe del Estado Mayor".
Despu¨¦s a?adi¨® Rico que ?contra el se?or presidente de la naci¨®n no hemos dicho absolutamente nada, ni siquiera hemos hablado contra el ministro [de Defensa], lo que criticamos y lo que nos parece que debe ser cambiada es la pol¨ªtica militar del Gobierno. Aqu¨ª es otra casa completamente diferente".
"Lo que nosotros queremos es que se cambie la pol¨ªtica militar, la posici¨®n ideol¨®gica de algunos sectores del Gobierno, porque no son todos, referente a las Fuerzas Armadas, ¨¦ste es el problema que tenemos".
A la pregunta de si el presidente hab¨ªa cumplido los compromisos adquiridos tras la crisis de Semana Santa, Rico respondi¨®: "El se?or presidente creo que ha cumplido en gran parte. Ac¨¢ no se echa la culpa al Gobierno, el problema est¨¢ en el Ej¨¦rcito".
Sobre el incidente de los disparos en la quinta donde estaba refugiado y la primera declaraci¨®n de que estaba herido, Rico respondi¨® que ten¨ªa noticias de que pod¨ªan ser agredidos. A las 19.30 horas retir¨® a su familia y a las 21.15 ¨¦l abandon¨® la residencia a trav¨¦s de un campo de golf.
Sobre la ley de obediencia debida, que exoner¨® a gran parte de los militares implicados en la guerra sucia, Rico dijo: "Nosotros no dijimos si quer¨ªamos amnist¨ªa, nosotros pedimos una soluci¨®n pol¨ªtica, para que las fuerzas armadas pudieran trabajar con un pie legal en busca de la reivindidaci¨®n. Se habl¨® de la ley de obediencia debida como primer paso, pero nosotros no pedimos la ley de obediencia debida. Fue lo que se dijo que se iba a hacer. Para m¨ª, la ley es aberrante, desde el punto de vista ¨¦tico y desde el punto de vista jur¨ªdico".
A la pregunta de si estaba dispuesto a admitir un derramamiento de sangre, Rico respondi¨®: "Este pa¨ªs para ser lo que es ha tenido m¨¢s de 50 a?os de derramanuentos de sangre. No hay ning¨²n pa¨ªs que no surja de una guerra. Pregunte a los israel¨ªes". aunque opin¨® que el Gobierno pag¨® un costo pol¨ªtico demasiado grande para una soluci¨®n peque?a: "Se pod¨ªan haber sincerado las cosas y decir bueno se?ores vamos a una amnist¨ªa".
A la pregunta final de si piensa que el pueblo argentino est¨¢ con ¨¦l, Rico respondi¨® que s¨ª, porque piensa que el pueblo quiere un Ej¨¦rcito que funcione como un Ej¨¦rcito, con soldados. "El pueblo quiere tener leones en los cuarteles, no pol¨ªticos".
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