Conmoci¨®n en Colombia por el secuestro de Andr¨¦s Pastrana

Un hecho violento conmocion¨® una vez m¨¢s a Colombia. El lunes por la noche, Andr¨¦s Pastrana, hijo del ex presidente de la Rep¨²blica Misael Pastrana Borrero, y aspirante socialconservador a la alcald¨ªa de Bogot¨¢, fue secuestrado. "Tranquilos. Somos del M-19. Lo devolveremos en dos horas. S¨®lo queremos entregarle un mensaje para el presidente" dijeron los autores del secuestro, que no han cumplido su promesa.

Todo empez¨® a las 19.30. Diez hombres fuertemente armados pidieron en la sede pol¨ªtica del joven dirigente y obligaron a las 40 personas que estaban all¨ª a echarse al suelo. Dos de los supuestos guerrilleros corrieron a la oficina del candidato y lo obligaron a salir con ellos, mientras el resto ped¨ªa tranquilidad. Fue cuesti¨®n de segundos. Cuando los testigos del hecho reaccionaron, Andr¨¦s y sus secuestradores ya hab¨ªan desaparecido en dos coches.La noticia caus¨® revuelo. En unos minutos fue montado el m¨¢s completo operativo militar para dar con el paradero del secuestrado. Dos horas despu¨¦s, al cumplirse el plazo dado por los guerrilleros para liberarlo, el operativo se desmont¨®. Uno de los secuestradores, en una llamada a una emisora de radio afirm¨® que no pod¨ªan cumplir su promesa en medio de tantas medidas de seguridad. "Es una tregua respetuosa pero no cobarde", dijo el alcalde de Bogot¨¢ al anunciar el retiro de los retenes militares. Pero a pesar de esto, Andr¨¦s Pastrana no apareci¨® y dos promesas m¨¢s hechas por los guerrilleros a trav¨¦s de la radio fueron incumplidas.

"Es un atentado alevoso", afirm¨® el presidente Virgilio Barco. A ¨¦l se sumaron las voces de pol¨ªticos de todos los matices que expresaron tambi¨¦n su repudio por el hecho. La sede de la candidatura del pol¨ªtico secuestrado y la casa de sus padres se convirtieron en centros de m¨ªtines de pol¨ªticos. "Es un atentado m¨¢s que pretende desestabilizar el pa¨ªs y evitar que se realice por primera vez en Colombia la elecci¨®n popular de alcaldes" opina la gran mayor¨ªa.

Y no es una opini¨®n infundada. A medida que se acerca la fecha de la contienda electoral, fijada para el 13 de marzo, aumenta la violencia en el pa¨ªs. El ba?o de sangre ha arreciado en los 20 d¨ªas que tiene este a?o. El primero de enero cinco militares murieron en un asalto guerrillero. Desde esa fecha, no ha pasado un d¨ªa sin que se registren en el pa¨ªs asaltos, emboscadas y enfrentamientos entre el Ej¨¦rcito y la guerrilla. S¨®lo en los ¨²ltimos diez d¨ªas el ELN, el m¨¢s violento de los grupos alzados en armas, ha realizado tantos atentados contra los oleoductos que las p¨¦rdidas de las compa?¨ªas petroleras suman mil millones de d¨®lares.

El ¨²nico grupo que hasta el momento se ha pronunciado frente a las elecciones, es las FARC. Este grupo, que no ha parado de disparar en este a?o, el pasado d¨ªa 5 anunci¨® que decretar¨¢ un cese el fuego 25 d¨ªas antes de las elecciones para garantizar el debate electoral.

Pero no s¨®lo estos hechos han turbado el orden p¨²blico. En los ¨²ltimos tres d¨ªas fueron asesinados en la provincia del Caquet¨¢ tres dirigentes liberales, dos de ellos candidatos a alcald¨ªas. A ra¨ªz de ello, el Partido Liberal de esta regi¨®n anunci¨® que no participar¨¢ en la campa?a. Esto no es nuevo. La Uni¨®n Patri¨®tica (coalici¨®n de izquierda) ha declarado su imposibilidad de presentarse en m¨¢s de 25 poblaciones por falta de garant¨ªas para la vida de sus candidatos.

Completan este cuadro de caos e incertidumbre dos grandes paros c¨ªvicos. Uno en Urab¨¢, zona bananera de la costa Caribe, y otro en Barranca, primer puerto petrolero del pa¨ªs.