Jos¨¦ Luis Alonso: "Los directores de escena somos los profesionales m¨¢s frustrados"

Jos¨¦ Luis Alonso es, desde hace m¨¢s de 40 a?os, un nombre fundamental en la escena espa?ola, labor por la que ha recibido todos los premios de teatro de nuestro pa¨ªs. Director, en diferentes etapas, del Teatro Espa?ol, del Teatro de la Zarzuela y del Centro Dram¨¢tico Nacional en m¨¢s de cuatro d¨¦cadas, Jos¨¦ Luis Alonso ha llevado a escena no s¨®lo a los m¨¢s destacados autores teatrales, desde los cl¨¢sicos hasta los m¨¢s vanguardistas, sino que su universo lo ha ampliado al campo de la direcci¨®n de zarzuelas y ¨®peras. Este hombre entusiasmado con su profesi¨®n, silencioso, t¨ªmido, al que su exitoso pasado le ruboriza, confiesa que los directores de escena "somos los profesionales m¨¢s frustrados".

En los a?os cuarenta Jos¨¦ Luis Alonso viv¨ªa en una casa de espacioso sal¨®n en el barrio de Salamanca.. All¨ª present¨® numerosas puestas en escena y ello signific¨® estrenar en Espa?a obras de autores como Sartre, Cocteau Valle-Incl¨¢n, Anouilh o Chejov A estas representaciones, para las que alquilaba m¨¢s de un centenar de sillas de cine, acud¨ªan gentes de la profresi¨®n teatral, entre las que no faltaban los comentaristas, quienes ante la calidad de los montajes no pudieron evitar publicar sus cr¨ªticas en los medios de comunicaci¨®n. Alfredo Marquer¨ªe, m¨ªtico cr¨ªtico teatral de Abc e Informaciones, bautiz¨® aquella experiencia como Teatro de la Independencia.Dentro del entusiasmo por su profesi¨®n, que Alonso a¨²n se asombra a diario que siga existiendo, tan s¨®lo un ligero trauma, provocado por esa entrega total al trabajo, parece asomar en la vida de este director. Su forma ,de sublimarlo no deja de ser h¨¢bil y curiosa. "Me hubiera gustado mucho poder viajar, conocer este planeta, y nunca he podido hacerlo, por razones profesionales". No por ello ha dejado de viajar, gracias a un pertinaz insomnio que le permite recorrer, noche tras noche, emisoras de radio de numerosos pa¨ªses.

Entusiasta curioso

Para Jose. Luis Alonso, el colmo de la infelicidad ser¨ªa dedicarse a algo que no le gustase: "De ah¨ª que desde que empec¨¦", comenta Alonso, "he sido catastr¨®fico a la hora de hablar de dinero, y s¨¦ que m¨¢s de una -vez se me ha explotado, pero es que siempre he sentido pudor a la hora de pedir por algo con lo que gozo".Ese mismo placer es el que le hace enfrentarse: a la vejez con un importante rechazo hacia ella: "Me: aterra el paso de los a?os, pero no por la vejez en s¨ª y lo que comporta de deterioro f¨ªsico, sino porque no soporto perder esa curiosidad e inter¨¦s que mantengo por las cosas. Pensar que llegar¨¢ el d¨ªa que ya no me pase me atormenta".

Despu¨¦s de m¨¢s de cuatro d¨¦cadas de oficio, Jos¨¦ Luis Alonso es incapaz de llegar 10 minutos -tarde a un ensayo. Ensayos a los que llega en un aut¨¦ntico estado de tensi¨®n: `Tiemblo los primeros d¨ªas, y no es una met¨¢fora; y es que nunca s¨¦ si voy a resolverlo. Los directores de escena somos los profresionales m¨¢s frustrados. Ello se debe a que la imaginaci¨®n va muy lejos, en sue?os todo es ideal, y luego, en la concreci¨®n, te dejas cosas y todo se ti?e de peque?as frustraciones. Por otro lado, es el ¨²nico oficio en el que se ve un sue?o hecho realidad".

Jos¨¦ Luis Alonso es de una ausencia de narcisismo que raya con lo asc¨¦tico. En su casa no hay ni uno de los muchos premios recibidos a la vista, en sus cajones no guarda recortes de Prensa, ni fotos, y a pesar de haber estado al frente de los teatros m¨¢s suculentos ha trabajado en silencio con una modestia que, de haberlo deseado, ten¨ªa motivos para ignorarla. A¨²n hoy confiesa: "Esta entrevista para m¨ª es un suplicio... Recordar el pasado, tener que hablar de m¨ª, de todo lo que he hecho", y mientras lo cuenta se puede observar c¨®mo casi se ruboriza.

En estos momentos Jos¨¦ Luis Alonso es el hombre de escena m¨¢s prestigiado con el que cuenta la cartelera de teatro para ni?os y j¨®venes en Madrid. El retablillo de don Crist¨®bal, de Garc¨ªa Lorca, y La enamorada del rey, de Valle-Incl¨¢n, son las dos piezas que Alonso ofrece dentro de una nueva programaci¨®n que presenta de martes a domingo a las cinco de la tarde el Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN), dirigido por Llu¨ªs Pasqual, en el teatro Mar¨ªa Guerrero. Los fines de semana acude un p¨²blico m¨¢s variado, ya que, como ha se?alado la cr¨ªtica estos d¨ªas, "el p¨²blico adulto tiene aqu¨ª un gran espect¨¢culo, una lecci¨®n magistral de teatro".

Alonso piensa que es especialmente gratificante presentar algo para un p¨²blico joven "e incluso infantil". El director, que en ning¨²n momento ha introducido modificaci¨®n alguna porque el montaje estuviera dirigido a ni?os y j¨®venes, piensa que ¨¦sta e

una f¨®rmula v¨¢lida para crear h¨¢bitos teatrales en el futuro espectador: "Tanto el texto de Lorca como el de Valle son de una tremenda belleza, distintos entre s¨ª y piezas muy apropiadas para introducirse al mundo del teatro".

Un a?o intenso

Adem¨¢s de estas obras en cartel Jos¨¦ Luis Alonso va a ser protagonista de numerosos acontecimientos esc¨¦nicos. El pr¨®ximo 13 de febrero estrena en el Teatro Nacional L¨ªrico de la Zarzuela la ¨®pera Attila, de Verdi. Despu¨¦s se traslada a Buenos Aires, donde montar¨¢ al aire libre La Revoltosa, de Ruperto Chap¨ª, tras lo cual comienza los ensayos de La flauta m¨¢gica, de Mozart, con la Escuela de Canto. En junio estrenar¨¢ en el Liceo de Barcelona Do?a Francisquita, de Vives, Romero y Fern¨¢ndez Shaw, con Alfredo Kraus y Enedina Lloris, y en pleno verano ensayar¨¢ El alcalde de Zalamea, de Calder¨®n de la Barca, que estrenar¨¢ la pr¨®xima temporada con la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico.Ah¨ª no queda todo; despu¨¦s prev¨¦ montar La loca de Chaillot (uno de sus grandes ¨¦xitos), y para el verano de 1989, Medea, de Querubini, con Montserrat Caball¨¦, la Obrasova y Giacomini, que se estrenar¨¢ en M¨¦rida en coproducci¨®n de la Junta de Extremadura y Juanjo Seoane. Posteriormente ha decidido aceptar la oferta de Jos¨¦ Antonio Campos, sobre intendente del teatro de la Zarzuela, para montar la ¨®pera Di¨¢logo de carmelitas, de Poulenc.

El director cuenta que el entusiasmo y la preocupaci¨®n son igual de intensos si se monta una peque?a pieza para ni?os o una gran ¨®pera con la Caball¨¦. "Es un problema de amor propio; lo que uno quiere es quedar bien. Me preocupa mucho no dar pasos atr¨¢s. Todo es la propia estimaci¨®n que me empuja a no bajar la guardia y pensar todas las horas del d¨ªa en el trabajo".

Como director de escena, Alonso no se da treguas, pero al frente de grandes instituciones como el Centro Dram¨¢tico Nacional, el Teatro Espa?ol o El Teatro L¨ªrico Nacional de la Zarzuela, sabe que no ha podido llegar a ser un bur¨®crata. "Me interesaba la programaci¨®n y lo que m¨¢s me preocupaba era poner al d¨ªa en cuestiones teatrales a este pa¨ªs".