La junta de accionistas aprueba la recompensa de 600 millones de pesetas a los antiguos propietarios

La junta de accionistas Banca Catalana aprob¨® ayer -en un china de satisfacci¨®n contenida en ocasiones calentado por intervenciones nacionalistas m¨¢s pol¨ªticas que econ¨®micas-, las operaciones propuestas por la direcci¨®n, conducida por el Banco de Vizcaya, para recompensar con 600 millones de pesetas a los antiguos accionistas afectados por la crisis de la entidad, as¨ª como una ampliaci¨®n de capital hasta el doble del actual, que quedar¨¢ fijado en 30.687 millones, y la salida a bolsa de la sociedad.El presidente Alfredo S¨¢enz explic¨® en su intervenci¨®n, en lengua catalana, los pasos a seguir para recompensar a los accionistas que tras la crisis vieron convertido el valor de sus t¨ªtulos de 1.000 y 5.000 pesetas a una y a cinco pesetas, respectivamente. Con las operaciones aprobadas, los antiguos accionistas recuperar¨¢n el valor de su inversi¨®n inicial, seg¨²n el presidente, quien dijo: "El Banco ya est¨¢ totalmente saneado". S¨¢enz anunci¨® soluciones parecidas para el Banco Industrial de Catalu?a. La junta facult¨® al consejo para efectuar nuevas ampliaciones de capital y emisiones de obligaciones, hasta 30.000 millones de pesetas, lo que supone la ratificaci¨®n de los proyectos de expansi¨®n anunciados por el presidente. La Junta aplaudi¨® la gesti¨®n del equipo del Banco de Vizcaya.

En el turno de palabras, la intervenci¨®n de Antoni Maria Pug¨¦s, antiguo y nuevo accionista, fue la que recibi¨® mayor apoyo. Pug¨¦s felicit¨® al consejo por su gesti¨®n y la sensibilidad de retribuir a los accionistas y porque "hab¨¦is demostrado que el problema de Banca Catalana se pod¨ªa resolver sin necesidad del trauma, tal como algunos ya cre¨ªamos, y porque hab¨¦is contribuido a recuperar el prestigio y buen nombre de vuestros predecesores en el consejo".

Josep Espar Tic¨®, animador cultural y dirigente de Converg¨¨ncia Democr¨¢tica que en los momentos de crisis encabez¨® un movimiento para salvar Banca Catalana y dijo hablar en nombre de muchos accionistas, realiz¨® una larga y pol¨¦mica intervenci¨®n en la que Reg¨® a criticar a la presidencia por su utilizaci¨®n de la lengua catalana, que consider¨® defectuosa e interesada. Espar felicit¨® con la boca peque?a al consejo por su gesti¨®n y se lament¨®, parad¨®jicamente, por las condiciones de compra de las acciones de Catalana en poder de La Caixa "desfavorables para la caja y ventajosas para el banco" y por las presiones ejercidas sobre varios accionistas para que delegasen el voto a la direcci¨®n.

Otras intervenciones calificaron de discriminatoria y escasa la recompensa ofrecida por el Vizcaya. Un accionista rechaz¨® la recompensa y pidi¨®, en su lugar, poder suscribir un n¨²mero de acciones nuevas equivalente al que pose¨ªa de antiguas. Otro critic¨® a la direcci¨®n por no haber advertido a los accionistas de la posibilidad de estas operaciones, algunos de los cuales vendieron sus t¨ªtulos el pasado diciembre, a bajo precio, a trav¨¦s de la propia Banca Catalana.