Metamorfosis de la m¨¢scara
Rostros de cuero, bronce, madera, yeso y terracota se exponen en Granollers
La primera m¨¢scara fue probablemente un objeto m¨¢gico mediante el cual un cham¨¢n paleol¨ªtico encarn¨® a un animal para efectuar ritos propiciatorios de su caza. El rostro descarnado de un enemigo o antepasado tambi¨¦n se us¨® pronto como m¨¢scara. Las oscille griegas y romanas y las facciones de cuero de Arlequino y sus compinches marcan una l¨ªnea evolutiva que desemboca hoy en los conceptos de m¨¢scara total y enmascaramiento urbano o m¨¢scara del ambiente. Estos t¨¦rminos han sido definidos por el escultor Donato Sartori, responsable del multidisciplinario Centro Maschere e Strutture Gestuali, de Padua, dedicado a la investigaci¨®n, conservaci¨®n y producci¨®n del elemento m¨¢scara.
Rito y mito de la m¨¢scara. La obra de los Sartori, es el t¨ªtulo de la muestra, que se expone en el c¨ªrculo cultural de la fundaci¨®n U Caixa en Granollers y tiene previsto viajar a Barcelona. Re¨²ne 429 piezas, 139 de ellas m¨¢scaras de cuero de diversos tipos, y tambi¨¦n obras en bronce, madera, yeso y terracota, am¨¦n de dibujos, grabados, fotograf¨ªas y un laboratorio di mascherero. Es una parte de la colecci¨®n de los Sartori, Donato y su padre Amleto (fallecido en 1962), que se han dedicado a la recuperaci¨®n cultural de la m¨¢scara."En Europa, se puede decir que la m¨¢scara muere con la Comedia del Arte a fines del XVIII", explica Donato Sartori; "cae en un olvido total y desaparece durante casi dos siglos. No hab¨ªa documentaci¨®n escrita, la tecnolog¨ªa era muy pobre, y los objetos de cuero, al ser ¨¦ste un material org¨¢nico, no llegan hasta nosotros. Despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial, en los a?os 48-49, renace la Comedia del Arte, en Padua. Consecuentemente, aparece la exigencia de la construcci¨®n de las m¨¢scaras. Gian Franco Di Bosi llama a mi padre -escultor- y a Lecoq (para trabajar el movimiento). Mi padre indaga y reinventa la tecnolog¨ªa de la m¨¢scara en cuero, recuperando su morfolog¨ªa, pero no copiando. La m¨¢scara contempor¨¢nea est¨¢ condenada a ser diferente. La antigua estaba sometida al impacto del fuego: los vol¨²menes eran diferentes, las arrugas mucho m¨¢s profundas, todo en f¨²nci¨®n de la iluminaci¨®n esc¨¦nica de la ¨¦poca, con antorchas o candelas. El inter¨¦s por la Comedia del Arte va en ascenso: Strelher, el Piccolo..., y paralelamente se desarrolla un inter¨¦s por la m¨¢scara como medio expresivo en sentido amplio".
Cuando muri¨® Amleto Sartori, un hombre que hab¨ªa recorrido en bicicleta los pueblos v¨¦netos para estudiar los rasgos de la gente y crear sus m¨¢scaras, Donato se sumergi¨® en su mundo. "No me fue dif¨ªcil", dice, "porque aparte de la relaci¨®n padre-hijo sosten¨ªamos otra muy intensa de maestro-aprendiz; he visto m¨¢scaras desde ni?o". Donato Sartori crea en 1979 el multidisciplinario Centro Maschere e Strutture Gestuali, en el que se integran alumnos y colaboradores (entre ellos arquitectos y escen¨®grafos), para "producir la cultura de la m¨¢scara". Pronto aparece la necesidad de modificaci¨®n de la m¨¢scara. "?Qu¨¦ es la m¨¢scara hoy?; grupos como Bread and Puppets han hecho progresar el concepto... contactamos con este tipo de gente, con personas del teatro, pero tambi¨¦n del arte pl¨¢stico contempor¨¢neo".
De la interrelaci¨®n escultura-m¨¢scara surge la "estructura gestual", una m¨¢scara total, disfraz o escultura m¨®vil para ser empleada en teatro o performances. La necesidad de crear un contexto para esta m¨¢scara total lleva al enmascaramiento urbano: un environnament con sonorizaci¨®n computadorizada, l¨¢ser... Se trata de modificar el ambiente (emplean una especie de telara?a gigantesca), de crear una serie de est¨ªmulos para el espectador-participante. "En Reims reunimos a 40.000 personas; en la Bienal de Venecia, a 85.000. Nosotros somos 15, pero en la organizaci¨®n de una de estas macro-m¨¢scaras llegamos a ser 200 porque colaboran la gente de la ciudad".
Vida cotidiana
La labor del centro se orienta en tres direcciones: documentaci¨®n, indagaci¨®n y recogida de material en todo el mundo; trabajo de producci¨®n de m¨¢scara teatral, en colaboraci¨®n con diferentes grupos; y apertura a la contemporaneidad."Con la m¨¢scara, los pueblos bailaban, y hablaban con sus dioses y sus muertos", dice Sartori. "La m¨¢scara tradicional existe a¨²n, en dos situaciones: la de las poblaciones primitivas actuales (algunos lugares de ?frica, Borneo, Pap¨²a), y la de los pa¨ªses en que se conserva el sentido ritual de la m¨¢scara aunque hayan accedido a la modernidad. En Jap¨®n est¨¢n las m¨¢scaras m¨¢s maravillosas, m¨¢scaras de no y kabuki en madera de abedul que precisaron 50 a?os para su acabado. Un trabajo concienzudo porque cualquier alteraci¨®n producir¨ªa modificaciones en el movimiento del actor".
A Sartori le fascinan las m¨¢scaras de Bali. "en las que a¨²n hay un misterio viviente". "All¨ª la m¨¢scara se ha integrado en la vida cotidiana y los que las usan, m¨¢s que actores o sacerdotes, son especilistas en creatividad total".
Psicol¨®gicamente, se?ala Sartori, "la m¨¢scara descubre y no oculta: tap¨¢ndote devienes t¨² mismo. Detr¨¢s de la m¨¢scara est¨¢ quien querr¨ªas verdaderamente ser. Cuando a alguien se le arranca la m¨¢scara su rostro muestra una tensi¨®n muscular, la voluntad de imitar los rasgos exteriores. El profesional es diferente porque usa la m¨¢scara y no es la m¨¢scara".
Babelia
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