Ortega acusa al cardenal Obando del bloqueo de las negociaciones de paz
El presidente nicarag¨¹ense, Daniel Ortega, ha responsabilizado a la contra y al cardenal Miguel Obando y Bravo del fracaso en las dos rondas de negociaciones de paz mantenidas hasta ahora. Y como muestra de la buena voluntad de su Gobierno propuso reanudar inmediatamente el di¨¢logo, y elev¨® el rango de su delegaci¨®n al colocar al frente a uno de los comandantes en la sombra, Joaqu¨ªn Cuadra, viceministro de Defensa y jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito Popular Sandinista.
Con Cuadra, la contra tendr¨¢ como interlocutor a uno de los principales responsables de la estrategia militar, pero no encontrar¨¢ muchas facilidades para abordar asuntos pol¨ªticos.En una carta enviada el martes al cardenal Obando, mediador en el proceso de paz, Daniel Ortega hace balance de lo ocurrido en el di¨¢logo iniciado de forma directa a finales de enero en Costa Rica y culpa a la contra de haber obstaculizado las negociaciones mantenidas la pasada semana en Guatemala por instrucciones de Estados Unidos.
Pero las cr¨ªticas m¨¢s llamativas van dirigidas contra el jefe de la Iglesia cat¨®lica, a quien veladamente acusa de frivolidad y parcialidad en su gesti¨®n mediadora.
Resentido por estos ataques, despu¨¦s de varios meses de luna de miel con los sandinistas, Obando ha anunciado que reconsiderar¨¢ su papel de mediaci¨®n y consultar¨¢ hoy a otras jearqu¨ªas eclesi¨¢sticas para tomar una decisi¨®n, ya que por el momento no ve posibilidades de ¨¦xito en las negociaciones. El obispo Bismarck Carballo declar¨® que las acusaciones de Ortega est¨¢n "fuera de contexto" y que al pueblo "le consta que el cardenal Obando ha sido el primero en interesarse por ahorrar la vida de los nicarag¨¹enses".
Ortega le recuerda a Obando en su carta que pese a que ¨¦l mismo hab¨ªa dicho que cada d¨ªa que pasa sin acuerdo de paz mueren 25 ni?os en Nicaragua, la reuni¨®n prevista para el pasado d¨ªa 10 tuvo que ser suspendida por la ausencia del cardenal, que se encontraba en Italia -"por no haber regresado usted a Nicaragua", dice la misiva-. Le atribuye asimismo la responsabilidad de haber dado por finalizada abruptamente la reuni¨®n de la pasada semana en Guatemala sin haber consultado antes a las dos partes negociadoras.
La reuni¨®n de Guatemala fue suspendida por Obando al saber que los sandinistas no aceptaban la propuesta de cuatro puntos que ¨¦l hab¨ªa presentado. Seg¨²n la versi¨®n del Gobierno, el cardenal dio por terminada la negociaci¨®n antes de que el jefe de la delegaci¨®n sandinista entregase a Obando la respuesta oficial de las autoridades nicarag¨¹enses a su propuesta.
Sin embargo, esa respuesta no conten¨ªa tampoco la aceptaci¨®n de las cuatro demandas hechas por el cardenal para la consecuci¨®n de un cese del fuego de 30 d¨ªas: amnist¨ªa total, plena libertad de prensa, promesa de reconsiderar el servicio militar obligatorio y reapertura del di¨¢logo pol¨ªtico con la oposici¨®n interna.
Lo cierto de todo esto es que el proceso negociador en Nicaragua se encuentra en una fase en la que todas las partes trabajan m¨¢s para salvar la cara ante la opini¨®n p¨²blica que para conseguir un acuerdo.
Todos tienen una parte de raz¨®n, pero ninguno hace las concesiones suficientes para aproximarse al otro. Los sandinistas tienen raz¨®n en que en Guatemala el cardenal dej¨® de actuar como un mediador fr¨ªo y profesional. Obando tienen raz¨®n en que la implantaci¨®n de un r¨¦gimen democr¨¢tico en Nicaragua exige todav¨ªa cambios muy profundos de las estructuras de poder sandinistas.
El principal beneficiario de esta situaci¨®n tal vez sea la contra, que en los pr¨®ximos d¨ªas podr¨¢ contar probablemente con nueva ayuda humanitaria de Estados Unidos. El presidente Daniel Ortega ha advertido que esa ayuda violar¨ªa los acuerdos de paz y ha manifestado que "no puede ser llamada humanitaria desde el momento en que se entrega a fuerzas beligerantes".
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