El general Manuel Antonio Noriega refuerza su poder tras dar un 'golpe de Estado constitucional'
Panam¨¢ sufri¨® en la madrugada del viernes un golpe de Estado constitucional, que refuerza el poder del general Manuel Antonio Noriega y eleva a la presidencia al hasta ahora ministro de Educaci¨®n, Manuel Sol¨ªs Palma. El pa¨ªs se mantiene en calma absoluta; los militares, en bloque, al lado del general Noriega, y el presidente depuesto, Eric Arturo Delvalle, permanece en su casa dispuesto a defender su derecho a la jefatura del Estado, que hered¨® en 1985 de manos de otro presidente forzado a dimitir por el Ej¨¦rcito. El nuevo Gobierno nace con un marcado signo antinorteamericano y con la desaprobaci¨®n internacional.
Delvalle ha definido los sucesos ocurridos en la pasada madruga da, que concluyeron con su destituci¨®n, como "una comedia bufa", y ha declarado que no piensa abandonar el pa¨ªs ni renunciar a su derecho constitucional a la presidencia. "Fue un golpe de Estado vulgar, ilegal e inconstitucional a todas luces", afirm¨®. Su sucesor -a quien Delvalle ha calificado de "oportunista pol¨ªtico"- ha hecho un llamamiento a la concordia nacional y ha pedido a la poblaci¨®n mantener la serenidad, lo que, en realidad, resulta innecesario, porque los focos de protesta que han subsistido en Panam¨¢ desde las grandes protestas del pasado verano se volatilizaron en el momento en que Noriega hizo ver su intenci¨®n de asumir plenamente el poder.El general, reiteradamente acusado por Estados Unidos por su supuesta implicaci¨®n en la red internacional del narcotr¨¢fico, recibi¨® ayer a varios colaboradores en su despacho de la comandancia de las Fuerzas de Defensa. Fuentes cercanas a ¨¦l aseguran que se encuentra tranquilo, firme y seguro del paso dado.
Por la tarde, ante miles de personas que le vitoreaban en la sede del Cuartel Central, Noriega declar¨® sentirse "orgulloso de la dignidad" de sus cumpa?eros de armas y afirm¨®: "Nosotros, como Fuerzas de Defensa, le ofrecemos [a Sol¨ªs Palma] subordinaci¨®n y apoyo total". Acto seguido, camin¨® entre la multitud el kil¨®metro largo que media entre el Cuartel Central y la sede de la Presidencia para saludar al nuevo jefe del Estado.
La maquinaria delgolpe constitucional se puso en rnarcha inmediatamente despu¨¦s de que Eric Delvalle anunciase por televisi¨®n, a las seis de la tarde del jueves, el relevo del general Noriega como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Pasaron minutos antes de que los principales integrantes del Estado Mayor -entre ellos el hombre designado para asumir el alto mando- hiciesen p¨²blica su solidaridad con Noriega y anunciasen que el que se iba era Delvalle.
Esa misma noche fue convocada con car¨¢cter de emergencia la Asamblea Nacional, en la que el oficialista Partido Revolucionario Democr¨¢tico (PRD), fundado por Omar Torrijos, propuso la destituci¨®n del presidente Delvalle y del vicepresidente Roderick Esquivel, por la violaci¨®n de varios art¨ªculos de la Constituci¨®n del pa¨ªs. La mayor¨ªa del Parlamento, en uso de atribuciones legales, aprob¨® esa moci¨®n y nombr¨® ministro encargado de la presidencia a Manuel Sol¨ªs, hasta ahora ministro de Educaci¨®n.
Razones contra Delvalle
Se acusa a Delvalle de violaci¨®n del art¨ªculo 179 de la Constituci¨®n, que establece que el presidente tendr¨¢ que nombrar al comandante de las Fuerzas de Defensa s¨®lo con arreglo al escalaf¨®n militar. Asimismo, de acuerdo a la versi¨®n oficial, se le considera infractor del art¨ªculo 186, por permitir la intervenci¨®n de una potencia extranjera en los asuntos nacionales. Entre las razones para la destituci¨®n de Noriega, Delvalle hab¨ªa mencionado el desprestigio de la persona del m¨¢ximo responsable militar, por culpa de las acusaciones vertidas en su contra, y lo conminaba a abandonar el cargo para defenderse de esas acusaciones.Contra el vicepresidente Esquivel, la Asamblea argument¨® el abandono de su cargo desde el 8 de septiembre pasado. Esquivel hab¨ªa hecho p¨²blica desde hac¨ªa varios meses una posici¨®n mucho m¨¢s radical que la del presidente contra Noriega, y hab¨ªa advertido que, si llegaba ala presidencia, destituir¨ªa al general.
Noriega no se ha pronunciado todav¨ªa sobre sus intenciones, pero los hechos demuestran claramente un cosa: no tiene ninguna intenci¨®n de abandonar el poder, pese a la presi¨®n a la que ha estado sometido desde hace nueve meses por parte de Estados Unidos.
Para ello ha tenido que hacer uso de una maniobra muy arriesgada que sit¨²a definitivamente a su pa¨ªs en el grupo de los reg¨ªmenes no democr¨¢ticos de Am¨¦rica Latina. Lo ha hecho, sin embargo, en el momento en el que, parad¨®jicamente, su posici¨®n dentro de su propio pa¨ªs era m¨¢s fuerte. La ¨²nica agitaci¨®n callejera que se ha producido desde la destituci¨®n de Delvalle ha sido, m¨¢s o menos orquestada, de apoyo a Noriega. El presidente depuesto s¨®lo ha encontrado el respaldo de algunos amigos, dirigentes de la Iglesia Cat¨®lica -entre ellos el nuncio apost¨®lico, el espa?ol Sebasti¨¢n Laboa- y el embajador de Estados Unidos en Panam¨¢, Arthur Davis.
"?Hay alg¨²n americano?"
Hasta ahora Estados Unidos se ha limitado a dar instrucciones a sus tropas en Panam¨¢ para que eviten transitar por las calles, pobladas de un sentimiento antinorteamericano que pudieron apreciar los numerosos corresponsales llegados hasta este pa¨ªs y a los que, antes de nada, se les preguntaba: ?"Hay alg¨²n americano?". Las medidas con las que Estados Unidos est¨¦ dipuesto a defender el derecho de Delvalle a la presidencia es uno de los factores claves de esta grave crisis. Pocos d¨ªas antes de su sorprendente anuncio del jueves, Delvalle se hab¨ªa entrevistado en Miami con funcionarios del Gobierno norteamericano, en especial con el secretario de Estado adjunto para Asuntos Latinoamericanos, Elliot Abrams.Tambi¨¦n de Miami volv¨ªa ayer el l¨ªder del partido Democr¨¢ta Cristiano, Ricardo Arias Calder¨®n, cuando fue obligado a regresar a Costa Rica por miembros de la polic¨ªa que le impidieron su entrada al pa¨ªs. El resto de la oposici¨®n da s¨ªntomas de desconcierto y de falta de capacidad de reacci¨®n ante este nuevo desaf¨ªo de Noriega. En un manifiesto al pa¨ªs, el Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (CONATO), que reune la mayor¨ªa de centrales y sindicatos obreros del pa¨ªs, rechaz¨® la decisi¨®n de Delvalle, a quien identific¨® con "los sectores de la oposici¨®n recalcitrante pro imperialista" tanto en Panam¨¢ como en Estados Unidos, e indic¨® que las presiones que realiza la Administraci¨®n Reagan sobre las autoridades paname?as tienen la intenci¨®n de que el Comando Sur del ej¨¦rcito norteamericano, acantonado en las riberas del canal, permanezca en este pa¨ªs m¨¢s all¨¢ del a?o 2000.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Eric Arturo Delvalle
- Manuel Antonio Noriega
- Manuel Sol¨ªs Palma
- Elliott Abrams
- Declaraciones prensa
- Golpes estado
- Panam¨¢
- Centroam¨¦rica
- Narcotr¨¢fico
- Estados Unidos
- Conflictos pol¨ªticos
- Partidos pol¨ªticos
- Delitos contra salud p¨²blica
- Pol¨ªtica exterior
- Sucesos
- Latinoam¨¦rica
- Gobierno
- Gente
- Defensa
- Delitos
- Am¨¦rica
- Administraci¨®n Estado
- Eventos
- Administraci¨®n p¨²blica
- Relaciones exteriores