Un esc¨¢ndalo inmobiliano derriba al jefe del Partido Socialdem¨®crata Italiano
Franco Nicolazzi se convirti¨® ayer en el tercer secretario general del Partido Socialdem¨®crata Italiano (PSDI) obligado a dimitir, zarandeado por un esc¨¢ndalo. Fundado en 1947 por el anciano ex presidente italiano Giuseppe Saragat, el PSDI se ve as¨ª m¨¢s cerca de una posible fusi¨®n con el Partido Socialista Italiano (PSI), de Bettino Craxi.
Nicolazzi -que intentaba revitalizar el desangrado partido de Saragat, muchos de cuyos l¨ªderes se han pasado ¨²ltimamente al PSI- ha debido dimitir, acusado de haber recibido dinero por el proyecto de las llamadas c¨¢rceles de oro, la construcci¨®n de nuevas prisiones, cuando dirig¨ªa el Ministerio de Obras P¨²blicas, en 1984. Por la misma acusaci¨®n, los jueces de G¨¦nova que indagan sobre aquel esc¨¢ndalo han enviado al tribunal del Parlamento, junto con Nicolazzi, al ex ministro de Justicia, el poderoso democristiano Clelio Darada, fanfaniano, ex alcalde de Roma. Ahora el Parlamento deber¨¢ decidir si permite o no a la magistratura procesar a los dos ex ministros.Dos antecesores de Nicolazzi al frente del PSDI han ca¨ªdo tambi¨¦n afectados por esc¨¢ndalos. Primero fue Mario Tanassi, condenado y encarcelado por la Alta Corte de Justicia a ra¨ªz de los sobornos para la adquisici¨®n de los aviones Lockheed, en 1979. El segundo fue Pietro Longo, que tuvo que dejar hace poco m¨¢s de un a?o la secretar¨ªa del partido tras haber sido acusado de pertenecer a la logia secreta Propaganda Due (P-2), de Licio Gelli.
Nicolazzi se ha declarado inocente y "perseguido pol¨ªtico", v¨ªctima de los que "quieren ven der a Craxi el partido", mientras que su hombre de confianza, Gabriele Di Palma, que hab¨ªa sido director general de su ministerio y su jefe de gabinete, acaba de entrar en la clandestinidad, tras haber sido detenido los d¨ªas pasados por la polic¨ªa en la frontera de Suiza mientras intentaba huir sin pasaporte.
En los ambientes pol¨ªticos de la capital se afirmaba ayer que el espectacular desplome de Nicolazzi podr¨ªa acelerar no ya la reunificaci¨®n del partido del sol naciente de Saragat con el partido del clavel de Craxi, un proyecto que empujaban los enemigos pol¨ªticos de Nicolazzi, sino incluso la fusi¨®n de ambos, que es el sue?o desde hace tiempo de los socialistas. Una operaci¨®n que desear¨ªan poder hacer tambi¨¦n con los Verdes y los Radicales.
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