Miguel Barnet, novelista de la realidad
Se estrena en Madrid la versi¨®n cinematogr¨¢fica de "Gallego", parte de una tetralog¨ªa sobre Cuba
Miguel Barnet supo el t¨ªtulo de su pr¨®xima novela en un di¨¢logo con Bebo, un conocido limpiabotas de La Habana, responsable del mejor elogio que le hayan dirigido. ?"T¨² sabes por qu¨¦ me gustan tus novelas?", pregunt¨®. "'Por qu¨¦, Bebo?" "Porque no parecen novelas, sino la vida real". As¨ª se llamar¨¢, La vida real, la novela que completar¨¢ una tetralog¨ªa sobre los or¨ªgenes del cubano, a la que tambi¨¦n pertenece Gallego, quiz¨¢ la m¨¢s conocida de las obras de Barnet en Espa?a. Una adaptaci¨®n al cine de esta novela fue estrenada anoche en Madrid, despu¨¦s de haberlo sido en Galicia y Asturias.
Gallego es el testimonio de un viejo emigrante de Arnosa, la m¨¢s peque?a aldea de Pontevedra, que viaja a Cuba a comienzos de siglo y cuenta su historia desde estos a?os. Fue publicada en 1981, y fij¨® el nombre de su autor en Espa?a, ya introducido con su anterior novela, Cimarr¨®n: la historia de un esclavo hu¨ªdo.Completan la tetralog¨ªa las novelas La canci¨®n de Rachel, sobre una inmigrante centroeuropea que termina en Cuba de estrella del vodevil, y La vida real, sobre un emigrante cubano a Estados Unidos desde los a?os 50 hasta ahora. Con estos cuatro libros quedan perfiladas tres las corrientes que conforman el car¨¢cter cubano, con las influencias africana, espa?ola y centroeuropea, y termina con el retrato del cubano en el exterior. Las editoriales de Barnet en Espa?a son Alianza Editorial y Alfaguara, cuya colecci¨®n juvenil publica ahora tambi¨¦n Los perros mudos.
"Yo no soy un novelista puro", aclara por si hiciera falta Barnet, un cubano desenfadado de 47 a?os, con un abuelo catal¨¢n. En efecto: sus libros cita dos son ficci¨®n s¨®lo hasta cierto punto pues han sido gestados y elaborados como material antropol¨®gico, la otra profesi¨®n del escritor.Por ejemplo, Gallego. Barnet decidi¨® que los gallegos fueron m¨¢s significativos que los catalanes o los curros (andaluces) en la conformaci¨®n del cubano, y ley¨® para empezar tres o cuatro historias de Galicia, cuentos de Cunqueiro y poes¨ªas de Rosal¨ªa de Castro y de Curro Enr¨ªquez, a la vez que viejas re vistas de los gallegos en Cuba, "una prosa inflada, de periodistas con corbata de lazo negro" Luego se recorri¨® con lupa y a paso de caracol los mapas de Galicia hasta que encontr¨® un nombre tan po¨¦tico y despojado como el viaje de la emigraci¨®n: Arnosa.
Entonces comenz¨® el trabajo propiamente dicho, un trabajo de antrop¨®logo. Localiz¨® a los viejos gallegos de La Habana -"unos estaban con la Revoluci¨®n, otros se hab¨ªan quedado, resignados, y otros no esperaban m¨¢s que el pasaje"-, y luego decidi¨® a qui¨¦nes entrevistaba con l¨¢piz y papel y a qui¨¦nes con magnetof¨®n, seg¨²n necesitara un testimonio simple o una muestra de lenguaje. "La an¨¦cdota la invento Yo", dice Barnet. Despu¨¦s de hacer fichas "como para hacer un trabajo sociol¨®gico, me siento a esperar que se d¨¦n todos los factores para conseguir una sola voz con un estilo arm¨®nico".
Escritor, antrop¨®logo, miembro del secretariado de la Uni¨®n de Escritores y, Artistas de Cuba, Barnet trabaja "cuando tengo deseos", y, escribe " cuando es imprescindible y cuando ya no puedo esperar m¨¢s". En su grado m¨¢s intenso, esa impaciencia es la que le ha dictado sus poes¨ªas -ha escrito siete poemarios-, que inventa sobre la marcha, en cualquier parte. Unos versos sobre el Ch¨¦ luego musicados por Pablo Milan¨¦s fueron creados en una concentraci¨®n pol¨ªtica en el dorso de una caja de cerillas. No concibe al escritor profesional, cuya vida, dice, "debe de ser m¨¢s aburrida que la de un rey en el exilio". "Que un escr¨ªtor se gane la vida de su profesi¨®n es l¨ªcito; pero que sea un profesional de la escritura es inmoral".
La revoluci¨®n
Bamet no termina de comprender que se le hagan preguntas pol¨ªticas, primer tema de la entrevista, pese a que la pol¨ªtica est¨¢ presente en su vida desde su conversaci¨®n hasta su biografia. "Yo pod¨ªa haberme marchado a Miami a trabajar en un banco, pero prefer¨ª vivir en Cuba y asumir la responsabilidad de una revoluci¨®n, que no quise mirar desde lejos, sino participar en ella".
El escritor ha viajado a Espa?a procedente de Ginebra, donde pronunci¨® una conferencia e intervino ante la comisi¨®n de derechos humanos de las Naciones Unidas. "Tuve el honor de poder hablar de la libertad de expresi¨®n existente en Cuba, donde no se apresa a nadie por lo que escribe. Hay presos pol¨ªticos, pero lo son por actividades contrarevolucionarias como la conspiraci¨®n, el petardo o la bomba".
De acuerdo con el escritor, "en Cuba todo se habla y todo se dice"; la isla no padeci¨® el estalinismo, dice, por lo que sus intelectuales no tuvieron los mismos problemas de los intelectuales del este europeo. "M¨¢s estalinismo hubo en Espa?a con Franco".
Seg¨²n ¨¦l, la perestroika sovi¨¦tica es "un proceso muy positivo de renovaci¨®n de una sociedad para mejorar", y antes que la URSS, Hungr¨ªa vivi¨® algo parecido. En Cuba, dice Barnet, un pa¨ªs con se?as propias en el contexto internacional del socialismo, existe el "proceso de rectificaci¨®n".
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