Aplazado por un mes la ejecuci¨®n de seis negros en Africa del Sur
El Tribunal Supremo de Sud¨¢frica decidi¨® ayer postergar por cuatro semanas la ejecuci¨®n de seis ciudadanos negros que estaba fijada para la madrugada de hoy. La decisi¨®n del tribunal se produjo despu¨¦s de que el presidente, Pieter Botha, hubiera anunciado que no interceder¨ªa en favor de los condenados, pese a una intensa campa?a internacional en su favor. Los condenados -cinco hombres y una mujer conocidos como los seis de Sharpaville- fueron acusados del asesinato de un f¨²ncionario gubernamental en el suburbio negro de Sharpeville en 1984, durante una protesta contra el alza de los alquileres.
Los jueces aceptaron un recurso de aplazamiento hasta el 18 de abril, presentado por los abogados de los condenados, basado en la aparici¨®n de nuevas pruebas. Seg¨²n el jefe de los abogados, Denis Kuny, se cuenta con la declaraci¨®n de uno de los testigos claves del proceso, Joseph Monete, quien ahora ha dicho que su testimonio fue falso, dictado por la polic¨ªa.El juez Wessels Human anunci¨® al finalizar la sesi¨®n del tribunal que esta nueva evidencia era suficiente para aplazar la ejecuci¨®n. Una salva de aplausos estall¨® entonces en la sala, donde se hab¨ªan reunido familiares, abogados y amigos de los condenados, adem¨¢s de periodistas. Todos se abrazaban y muchos ten¨ªan l¨¢grimas en los ojos. En las afueras del tribunal, centenares de negros comenzaron a bailar y a corear la palabra amandla (poder), interrumpiendo el tr¨¢fico. Los abogados esperan, en el plazo de las cuatro semanas, reunir suficiente material para solicitar una reapertura del caso.
La decisi¨®n fue recibida tambi¨¦n con satisfacci¨®n por los principales l¨ªderes occidentales, que hab¨ªan enviado peticiones de clemencia.
Coche bomba
Pocas horas antes de anunciarse el aplazamiento de la ejecuci¨®n, un coche bomba cargado con 25 kilos de explosivos hizo explosi¨®n en las afueras del edificio de los tribunales de justicia del pueblo minero de Krugerdorp, cerca de Johanesburgo.La bomba mat¨® a tres personas e hiri¨® a otras 20, tres de ellas de gravedad. La mayor¨ªa de las v¨ªctimas era de raza blanca. Aunque ning¨²n grupo se atribuy¨® inmediatamente la responsabilidad del atentado, fuentes pol¨ªticas recordaron que el ilegal Congreso Nacional Africano (ANC) se ha responsabilizado de actos similares en el pasado. La localizaci¨®n del atentado lo hace aparecer como una protesta contra la anunciada ejecuci¨®n de los seis de Sharpeville.
Los seis condenados no han sido culpados personalmente del asesinato del concejal negro Jacob Dlamini, sino que han sido condenados a muerte bajo el pol¨¦mico concepto de "responsabilidad compartida".
El presidente Botha hab¨ªa comunicado personalmente al arzobispo anglicano Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz, quien lo visit¨® en Ciudad del Cabo, que no intervendr¨ªa personalmente para suspender la ejecuci¨®n. "Ahora s¨®lo podemos esperar un milagro", dijo Tutu tras la negativa oficial.
La posici¨®n oficial hab¨ªa sido explicada por el director general de la oficina de informaci¨®n del Gobierno, David Stewart. "El Gobierno ha tenido una gran tentaci¨®n de acceder a las peticiones de clemencia por razones humanitarias y pol¨ªticas", dijo. "Pero la responsabilidad del Gobierno", a?adi¨®, "trasciende estas consideraciones, ya que tiene la obligaci¨®n de garantizar la protecci¨®n de sus ciudadanos".
La suspensi¨®n de la ejecuci¨®n hab¨ªa sido solicitada, entre otros, por los presidentes de Estados Unidos, Ronald Reagan; de la Comunidad Europea y canciller de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Helmut Kohl-, por la mayor¨ªa de los Gobiernos de Europa occidental, y por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, reunido en forma extraordinaria a petici¨®n de Zambia, en nombre de toda ?frica.
[La agencia Europa Press inform¨® ayer que el Gobierno espa?ol estudiar¨ªa la adopci¨®n de sanciones contra Sur¨¢frica si las sentencias de muerte se aplicaban.]
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