La llegada de 1.300 soldados norteamericanos al Canal es una amenaza de invasi¨®n, seg¨²n el Gobierno paname?o
Todos los signos de la crisis paname?a muestran hoy una escalada hacia la radicalizaci¨®n y la violencia. El di¨¢logo propuesto por el Gobierno se inici¨® sin presencia de la oposici¨®n, la mediaci¨®n de la Iglesia est¨¢ a punto de frustrarse, la Cruzada Civilista ha anunciado para esta semana nuevos actos de protesta, el Ej¨¦rcito vuelve a patrullar las calles, la Embajada de Estados Unidos ha denunciado como un incidente "muy serio" la persecuci¨®n de que fue objeto en la noche del domingo el embajador norteamericano por parte de una patrulla militar. Fuentes del Gobierno paname?o han calificado de amenaza de invasi¨®n el env¨ªo de 1.300 soldados norteamericanos a la zona delCanal.
(El Departamento de Estado conden¨® ayer, como incidente serio", el "acoso" a que fue sometido el domingo el coche del embajador norteamericano en Panam¨¢. "Estamos dispuestos a adoptar las medidas que sean necesarias para proteger a los norteamericanos", afirm¨® la portavoz del departamento, Phyllis Oakley).En este contexto comenzar¨¢n hoy a llegar a la base a¨¦rea norteamericana de Howard los 1.300 soldados que reforzar¨¢n la guarnici¨®n de 10.000 unidades permanentemente establecidas en la zona del canal. Fuentes gubernamentales paname?as consideran este env¨ªo de tropas como una prueba de la voluntad de invasi¨®n por parte de EE UU.
El embajador norteamericano, Arthur Davis, fue perseguido por un veh¨ªculo de las Fuerzas de Defensa cuando sal¨ªa de la residencia del nuncio del Vaticano, el espa?ol Sebasti¨¢n Laboa. De acuerdo a versiones no oficiales, los agentes paname?os, intentaron dar el alto al coche del embajador y al de su escolata, pero estos aceleraron y se dirigieron a la residencia de Davis. Durante tres kil¨®metros el veh¨ªculo militar intent¨®, sin ¨¦xito, alcanzar al embajador en una persecuci¨®n por la c¨¦ntrica calle que bordea la bah¨ªa de la ciudad de Panam¨¢
La versi¨®n oficial afirma que los agentes intentaron detener el coche del embajador al apreciar que iba rodeado de "un despliegue exagerado de armas autom¨¢ticas". Una nota del Ministerio de Gobierno a?ade: "No quisi¨¦ramos pensar que se fabrican acusaciones falsas contra nuestras Fuerzas Armadas para justificar una anunciada invasi¨®n a Panam¨¢". El mismo d¨ªa, un peri¨®dico progubemamental publicaba en primera p¨¢gina una informaci¨®n en la que se criticaba a Davis por moverse "armado hasta los dientes".
Terence Kneebone, uno de los dos diplom¨¢ticos norteamericanos expulsados por el Gobierno paname?o, que a¨²n sigue en Panam¨¢ y act¨²a como portavoz de la Embajada, calific¨® el incidente como "muy serio y grave". Para las fuentes norteamericanas este hecho viene a confirmar las denuncias realizadas en Washington sobre el peligro a que se enfrentan los cerca de 50.000 norteamericanos, entre civiles y militares, residentes en Panam¨¢.
Ese peligro ha sido la justificaci¨®n dada por Estados Unidos para el env¨ªo de m¨¢s soldados a la zona del canal. Entre el contingente que llegar¨¢ a partir de hoy se encuentran 300 marines, 500 polic¨ªas militares y 350 pilotos de helic¨®pteros. Asimismo ser¨¢n trasladados hasta la zona canalera 15 helic¨®pteros de transporte Blackhawk, cuatro de reconocimiento Kiowas y siete de combate, artillados, del tipo Cobra. Hace dos semanas fueron enviados ya medio millar de especialistas en acciones antiterroristas y de protecci¨®n de personas.
Coincidiendo con la llegada de las tropas estadounidenses, la Cruzada Civilista ha anunciado una semana de movilizaciones, que incluyen hoy una concentraci¨®n de empleados del canal en la zona pr¨®xima a las bases norteamericanas y, ma?ana, una marcha contra el hambre". Todo forma parte de un intento de poner la m¨¢xima presi¨®n para conseguir la ca¨ªda de Noriega.
Campa?a antinorteamericana
El Gobierno, mientras tanto, ha arreciado su campa?a antinorteamericana. Durante horas la radio oficial repiti¨® ayer canciones patri¨®ticas con estribillos como "el gringo quiere sangre y sangre le daremos". Un alto funcionario gubernamental ironiz¨® sobre la llegada de los soldados diciendo, que les recomendaba que trajesen "dinero en efectivo, porque aqu¨ª no se admiten cheques" y que no trajesen "el SIDA". La radio nacional anunci¨® que un grupo de j¨®venes voluntarios, al que han denominado batall¨®n dignidad, ha comenzado a recibir preparaci¨®n militar para "hacer frente a la agresi¨®n".Muchos paname?os a los que se solicita una opini¨®n en la calle creen en la intervenci¨®n militar norteamericana como la ¨²nica forma de que el pa¨ªs se pueda recuperar econ¨®micamente. Otros piden angustiosamente que la oposici¨®n y el Gobierno se pongan de acuerdo para poner fin a la destrucci¨®n de Panam¨¢. La huelga continuaba ayer, aunque, en realidad, todo el mundo cree que, aunque fuese desconvocada, la mayor¨ªa de los comercios tendr¨ªan que seguir cerrados por la fanta de actividad y de dinero.
Los partidos pr¨®ximos al Gobierno y altos representantes de las fuerzas armadas iniciaron ayer un "di¨¢logo nacional", al que no se ha querido sumar la oposici¨®n. Por otra parte, el Ejecutivo dijo ayer no haber recibido ninguna invitaci¨®n de la Iglesia cat¨®lica para acudir a negociaciones, lo que casi equivale a afirmar que la propuesta de mediaci¨®n del arzobispo de Panam¨¢, monse?or Marcos McGrath, est¨¢ ya fracasada.
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