El Tracer y el Maccabi repiten en Gante la ¨²ltima final de la Copa de Europa
El Maccabi de Tel Aviv y el Tracer de Mil¨¢in repetir¨¢n ma?ana (20.30 horas, TVE-2) la final de la Copa de Europa de baloncesto del pasado a?o. El Maccabi y el Tracer vencieron por id¨¦ntico resultado (87-82) al Partiz¨¢n de Belgrado y al Aris de Salonica respectivamente. En 1987 el Tracer derrot¨® al Maccabi por 71-69.
El Maccabi protagoniz¨® la primera sorpresa de las semifinales de la Copa de Europa. La experiencia se mostr¨® de nuevo como un arma dif¨ªcil de superar. El equipo israel¨ª volver¨¢ a estar presente en una final de la Copa de Europa por sexta vez y tratar¨¢ de lograr su tercer t¨ªtulo.El Partiz¨¢n desconcert¨® al Maccabi de salida con su defensa mixta -cuatro marcando al hombre y Divac sin un marcaje concreto-, pero garantizando el rebote. Los yugoslavos dejaron que los israel¨ªes tiraran por tres puntos porque se mostraban inseguros. Tras el 7-0 de los dos primeros minutos, el Maccabi se sacrific¨® m¨¢s en la defensa a costa de cometer m¨¢s faltas.
El Maccabi empez¨® a funcionar cuando meti¨® balones interiores a Magee, ya que s¨®lo ¨¦l se mostraba efectivo. El entrenador yugoslavo quiz¨¢ realiz¨® demasiados cambios y se permiti¨® el lujo de tener a Divac, Pecarski o Paspalj m¨¢s tiempo en el, banquillo de lo que cualquier otro entrenador hubiera hecho. El Maccabi, con Simn¨ªs de base, recuper¨® terreno y la m¨¢xima ventaja yugoslava (38-30) se torn¨¦ en la primera israel¨ª a dos minutos del descanso (40-41). Entonces se acab¨® la licencia defensiva de Divac y todos tuvieron que marcar. Al descanso se lleg¨® con 44-43 para el Partiz¨¢n.
El principio del segundo tiempo demostr¨® que las faltas iban a ser determinantes. Aunque Divac se puso con cuatro en el minuto 5, los tres jugadores m¨¢s acertados del Maccabi, Simms, Daniel y el recuperado Gamchi, se pusieron tambi¨¦n con cuatro, en tan s¨®lo un par de minutos. Los triples de Garnochi llevaron a su equipo a la m¨¢xima ventaja, 53-59, a los siete minutos. Los desconcertados yugoslavos fueron capaces de recuperar el mando de las operaciones igualando el marcador a 65.Las cuatro faltas de Magee dejaron al Maccabi con pocas posibdidades defensivas, pero para entonces ya deambulaban siete jugadores con la m¨ªsma cifra por la pista. La zona le dio un respiro al Maccabi, ya que Grbovic no estaba nada seguro en el tiro. Los nervios traicionaron a los yugoslavos y murieron con su mejor arma, los triples, estrellados contra la zona israel¨ª.
Victoria de McAdo
El mismo resultado del primer partido le sirvi¨® al Tracer para poder defender su t¨ªtulo en la final de ma?ana. Bob McAdoo condujo magistralmente a su equipo hacia. la victoria rompiendo todos los pron¨®sticos.
La primera parte se emple¨® en un continuo correcalles. Parec¨ªa como si, en lugar de conseguir canastas, el partido se decidiera por la velocidad de los contendientes. Tal rapidez supuso tantos errores que tardaron m¨¢s de dos minutos en inaugurar el marcador y sus porcentajes de tiros no llegaron al 50%. El Tracer supo imponer su experiencia para en un par de buenas acciones llegar por delante al descanso, 45-47.
Yianakis no se cansaba de pedir, brazos en alto, el ¨¢nimo de sus seguidores. Y es que la experiencia del partido anterior empezaba a soplar en sus orejas. Bast¨® que D'Antoni continuara secando a Gallis y que Montechi tomara bien el relevo en este marcaje para que toda la gronolog¨ªa en torno al Aris comenzara a desvanecerse. Las personales completaron la labor. Los griegos, muy cargados, no pod¨ªan emplearse a fondo en la defensa y McAdoo se, convert¨ªa en la figura del partido.
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