Dukakis deja atr¨¢s al 'hurac¨¢n Jackson' en Wisconsin
Michael Dukakis, con su convincente victoria el martes en las primarias de Wisconsin, ha detenido al hurac¨¢n Jackson, confirmando su perdido papel de favorito para ser designado por el Partido Dem¨®crata como candidato a la presidencia de Estados Unidos. El gobernador de Massachusetts triunf¨® en su primer Estado industrial del Norte, fuera de su nativa Nueva Inglaterra, con una sustancial ventaja de 19 puntos sobre su rival, el reverendo baptista de raza negra, que en los ¨²ltimos d¨ªas parec¨ªa imparable y predestinado a lograr el milagro de ser el elegido de su partido para enfrentarse el 8 de noviembre con George Bush. El vicepresidente barri¨® obteniendo los 47 delegados republicanos.
Pero Dukakis, con un 44% de los votos, frente a un 28% de Jackson, est¨¢ ahora en condiciones, sobre todo si gana el pr¨®ximo d¨ªa 19 en Nueva York, de frenar definitivamente la incre¨ªble ascensi¨®n pol¨ªtica de su rival de color. Los resultados de Wisconsin, que acaban con la candidatura presidencial de Paul Simon y confirman que el senador Albert Gore (un tercer puesto y un 17% de los votos) s¨®lo puede aspirar a la vicepresidencia en un boleto encabezado por Dukakis, provocaron ayer un suspiro de alivio en la c¨²pula del Partido Dem¨®crata.Los l¨ªderes dem¨®cratas, presos de p¨¢nico tras la sorprendente victoria hace 10 d¨ªas de Jackson en Michigan, hab¨ªan comenzado a considerar como posible y quiz¨¢ inevitable la designaci¨®n en la convenci¨®n del partido de Atlanta, en julio, del reverendo de color como el candidato a la presidencia. Esta posibilidad auguraba una catastr¨®fica derrota en noviembre y quiz¨¢ la p¨¦rdida tambi¨¦n del control de las dos c¨¢maras del Congreso, hoy en manos dem¨®cratas.
Pasi¨®n por Jackson
La pasi¨®n suscitada por Jackson, que ha arrastrado en los ¨²ltimos d¨ªas m¨¢s gente y m¨¢s entusiasmo que Dukakis, no se ha traducido en votos en Wisconsin. El reverendo ha conseguido credibilidad y un sentimiento favorable a su candidatura, pero a la hora de la verdad los votantes se lo han pensado dos veces.En contra de lo que muchos preve¨ªan, los ciudadanos han optado por la tranquila competencia de gestor de Dukakis -que no apasiona, pero est¨¢ probada en Massachusetts- frente al mensaje caliente y emocional de cambiar la sociedad norteamericana, redistribuyendo la riqueza, expresado con convicci¨®n por Jackson, el mejor orador de la campa?a.
El intento del reverendo de mediar la salida de Noriega 24 horas antes del voto en Wisconsin le ha hecho da?o y ha sido utilizado negativamente por los innumerables sectores que, sin atreverse a confesarlo, quieren detener como sea su candidatura; entre ellos, la gran Prensa escrita y las cadenas de televisi¨®n. Ha sido presentado como un ejemplo de la poca fiabilidad de Jackson en pol¨ªtica exterior, donde se denuncia su "radicalismo tercermundista", capaz de abrazar a Yasir Arafat o a Fidel Castro.
A medida que se confirmaba su ¨¦xito electoral, el programa de Jackson, muy liberal e incluso radical en econom¨ªa y en pol¨ªtica internacional, ha comenzado a ser sometido al mismo examen intenso que sufren los dem¨¢s candidatos. Jackson ha sido tambi¨¦n v¨ªctima de unas expectativas exageradas que no ha podido cumplir. Pero su 28% de votos es un triunfo hist¨®rico en un Estado que s¨®lo cuenta con un 4% de poblaci¨®n negra. Logr¨® en Wisconsin el 23% del voto blanco, un tope que dif¨ªcilmente puede superar y que todav¨ªa es insuficiente para ganar una elecci¨®n presidencial en este pa¨ªs.
Dukakis, que ha introducido un poco m¨¢s de pasi¨®n en su plano discurso tecnocr¨¢tico, logra en Wisconsin, por primera vez en el proceso electoral, ganar entre los votantes obreros. La campa?a del gobernador de Massachusetts equipar¨® ayer la victoria de Wisconsin al triunfo obtenido en 1960 en este mismo Estado por John Kennedy frente a Hubert Humphrey, que confirm¨® su candidatura a la presidencia.
"Dukakis ha hecho lo que ten¨ªa que hacer. Su recuperaci¨®n es muy impresionante", declar¨® ayer el presidente del Partido Dem¨®crata, Paul Kirk. Otros dirigentes del partido, que ha perdido cuatro de las ¨²ltimas elecciones presidenciales, se?alaron que es el ¨¦xito m¨¢s importante obtenido hasta ahora por Dukakis, un candidato competente pero fr¨ªo, al que le est¨¢ costando enganchar con los norteamericanos. "Estoy encantado, y los resultados nos dan un gran impulso", afirm¨® el gobernador de Massachusetts, que ve ahora con m¨¢s optimismo la batalla de Nueva York (255 delegados en juego en el Estado m¨¢s importante electoralmente, despu¨¦s de California), y donde Jackson es fuerte y en 1984 logr¨® el 26% de los votos en la primaria. El derrotado Jackson, que tambi¨¦n perdi¨® el lunes por margen muy escaso los caucuses de Colorado, declar¨® que Wisconsin es s¨®lo un acto del drama, y que a¨²n contin¨²a teniendo, tras 34 primarias, m¨¢s votos populares que Dukakis. ?ste, sin embargo, est¨¢ en cabeza en n¨²mero de delegados, que son los que finalmente elegir¨¢n al candidato. Pero por muy bien que lo haga Dukakis en las primarias que quedan, es matem¨¢ticamente imposible que logre los 2.082 delegados necesarios para ser el designado en la primera votaci¨®n.
Ser¨¢ necesario alg¨²n tipo de negociaci¨®n con los budas del partido, que cuentan con 600 superdelegados no elegidos democr¨¢ticamente, con Albert Gore y quiz¨¢ con Jackson, que podr¨ªa perfectamente exigir la candidatura a la vicepresidencia. El triunfo de Dukakis en Wisconsin, con ser significativo, no supone a¨²n el fin de las tribulaciones de los dem¨®cratas por lograr un candidato indiscutible que pueda ganar a Bush.
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