Encuentro internacional
Rochlis, Sambeal, Vogel y Mc GillCaf¨¦ Central. Madrid, hasta el 17 de abril.
El Jazz madrile?o de los ¨²ltimos a?os ha tenido la fortuna de contar con una colonia m¨¢s o menos estable, m¨¢s o menos transe¨²nte, de m¨²sicos internacionales. Es dificil que un jazzman reconozca otra patria que la m¨²sica -el jazz es el territorio-, y al tiempo, la multiplicidad de salas en acci¨®n en Madrid garantiza eventualmente ese suelo: el escenario. Con unos y otros, la programaci¨®n de las salas madrile?as en los ¨²ltimos seis meses va bastante m¨¢s all¨¢ de lo que pod¨ªa estar sucediendo hace tres a?os.
Viene todo esto a cuento de la banda que durante dos semanas ocupar¨¢ el escenario de? caf¨¦ Central: un cuarteto en el que se encuentran m¨²sicos de cuatro nacionalidades. Encabeza el cartel Dan Rochlis, un estadounidense que apareci¨® en el pasado mes de octubre junto a John Burnett, Ray Gallon y Tony Moreno. Dan se qued¨® entre nosotros y parece que vali¨® la pena. Sobre ¨¦l puede saltar el r¨®tulo del joven prodigioso si se tiene en cuenta que ha cumplido 21 a?os. Posee ya una digitaci¨®n precisa y limpia y en sus frases mantiene un constante ejercicio de elegancia que le puede llevar lejos.
No es la primera vez que Rochlis toca con el contrabajista holand¨¦s Tjitze Vogel, un m¨²sico que ha accedido a la madurez tanto en conceptos como en capacidad de ejecuci¨®n. Su sonido es de precisa distinci¨®n. El holand¨¦s Vogel est¨¢ entre quienes no pierden un cent¨ªmetro de madera de su contrabajo.
Completa la secci¨®n r¨ªtmica el uruguayo Guillermo MeGill, baterista titular del Taller de M¨²sicos de Madrid. McGill parece tener un concepto claro de la bater¨ªa por el lado econ¨®mico, un modelo no particularmente f¨¢cil de seguir. A veces provoca alguna sorpresa, pero tiene camino avanzado. No tiene lejos gran parte de lo que se propone.
En la l¨ªnea delantera est¨¢ Perico Sambeat, un m¨²sico valenciano al que se ha o¨ªdo mejor en otros contextos. Suena bien y bonito en el saxo alto y en el soprano. ,
En estos d¨ªas han interpretado temas ajenos y composiciones propias, estando a¨²n pendiente buena parte de su posible ensamblaje.
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