El caf¨¦ de los 50

Contin¨²a el ciclo sobre Chaplin en TVE. De ¨¦l se proyectan, bajo la denominaci¨®n de El festival de Chaplin, cuatro de los grandes cortos del genial Charlot: Charlot emigrante, Charlot en el balneario, Charlot en la calle de la Paz y El aventurero. Los tres primeros proponen infinidad de gags, persecuciones y patadas en el trasero, mientras el primero, Charlot emigrante, posee ya una carga cr¨ªtica y una perspectiva social que ser¨¢n el caldo de cultivo de sus magistrales largometrajes.Y por la noche, nuevo pase de La colmena, explosivo -y algo incomprensible- Oso de Oro en el Festival de Berl¨ªn, una buena -ojo, buena, no personal - adaptaci¨®n del texto de Cela, por supuesto abreviado y condensado como la leche. Mario Camus supo reflejar la ¨¦poca, el mosaico de personajes y el aroma de caf¨¦ de los a?os cincuenta y un excelente plantel de actores sirvi¨® en bandeja el desfile humano deseado. Pero a uno le da la sensaci¨®n de que haber redimensionado ese grupo social, tan bien peinado, m¨¢s all¨¢ del puro servicio a la palabra, hubiera mejorado lo estrictamente cinematogr¨¢fico. O haber hecho lo que Huston con Dublineses: quedarse con una porci¨®n de tierra del inmenso continente literario y despellejarse vivo, torturarse hasta la muerte.