Pastue?o encierro
Las dos ¨²ltimas corridas de la feria tienen como protagonistas del cartel el ganado. Tradicionalmente, se lidian las corridas de Miura y Guardiola, encierros que no cuentan con la simpat¨ªa de las figuras. La excepci¨®n la constituy¨®, los ¨²ltimos a?os, Espartaco. El pasado, encerr¨¢ndose ¨¦l s¨®lo con la legendaria divisa grana y verde. En ¨¦ste figurando en la terna con Manili y Mendes.Son gestos de torero, y si se quiere estar a la cabeza del escalaf¨®n, el peso de la p¨²rpura exige estos sacrificios. As¨ª ha sido hist¨®ricamente siempre. Joselito El Gallo, en las seis temporadas completas (19131919) que se mantuvo de matador de toros, lidi¨® cuarenta corridas de Miura (casi siete de media por temporada). Adem¨¢s, en varias ocasiones, se encerr¨® con seis toros de la fat¨ªdica divisa.
El solo nombre del ganadero de Zahariche impone un respeto muy considerable a los diestros. Recientemente, nos dec¨ªa un torero, que si no conocieran que los toros que lidiaban llevaban el hierro de la A con las asas, su actitud en el ruedo ser¨ªa muy distinta. Mucho m¨¢s despreocupada. No en balde la divisa tiene en su ejecutoria la muerte de Pepete por Jocinero; de El Espartero por Perdig¨®n; de Domingo del Campo Domingu¨ªn por Receptor, del banderillero Llusio por Chocero; de Faustino Posada por Agujeto; y la m¨¢s reciente de Manolete por Islero.
Afortunadamente, la corrida de ayer sali¨® suave y pastue?a. Hubo toros bravos, y si no lucieron m¨¢s fue debido a las escasas fuerzas de que en general adolec¨ªan. El primero fue un toro bravo, que quiz¨¢s puede ser, con permiso de los pedrajas que se lidiar¨¢n esta tarde como postre, el toro de la feria. El sexto se rompi¨® el cuerno por la cepa al derrotar en un burladero, y lo dej¨® como recuerdo en el albero. El p¨²blico ped¨ªa el cambio, y como el presidente no accedi¨®, le ped¨ªan a Mendes que solicitara el sobrero. ?Cuando vamos a divulgar el reglamento para general conocimiento? A ver a qu¨¦ empresario se le ocurre entregar a la entrada de la plaza un extracto del mismo, para que el respetable poco a poco lo conozca.
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