OTAN si, pero no
La confusi¨®n electoral reina en Dinamarca
Las encuestas afirman que el 59% de los daneses est¨¢ a favor de la OTAN, frente a tan s¨®lo un 16% en contra, y desea que Dinamarca abandone la Alianza Atl¨¢ntica. Sobre este tel¨®n de fondo podr¨ªa aventurarse un pron¨®stico sobre el resultado de las elecciones convocadas para el 10 de mayo, en las que se supone que el tema central ser¨¢ la relaci¨®n de Dinamarca con la OTAN, tras la decisi¨®n del Parlamento de negar la entrada en los puertos daneses a los nav¨ªos de la Alianza que porten armas nucleares. Pero lo cierto es que todo es mucho m¨¢s complicado.
El Gobierno saliente, compuesto por cuatro partidos de derecha -conservador, liberal, centro-dem¨®crata y cristianodem¨®crata-, insiste en que las elecciones han de responder a la pregunta de si Dinamarca seguir¨¢ siendo un miembro pleno de la OTAN. Si los votantes se creen este argumento no hay duda de que el Gobierno obtendr¨¢ una victoria similar a los resultados de las encuestas. La oposici¨®n no se lo cree. Asegura que las elecciones no tienen nada que ver con la OTAN, que han sido convocadas porque el Gobierno est¨¢ dividido y es incapaz de llegar a un acuerdo sobre los graves problemas econ¨®micos que aquejan al pa¨ªs.La oposici¨®n est¨¢ representada en el Parlamento por el mayor partido del pa¨ªs, el socialdem¨®crata, el izquierdista Partido Socialista Popular (PSP), el ultraderechista Partido del Progreso (PP), los radicales (centristas) y una pequef¨ªa formaci¨®n que se dice izquierdista denominada Rumbo Com¨²n. La existencia de tantos partidos -nueve en el Parlamento y otros varios que intentan acceder a ¨¦l- es el verdadero problema con el que se enfrenta, ahora y desde hace a?os, Dinamarca. El tema de la OTAN es algo coyuntural.
Tratemos de analizar la extremadamente complicada situaci¨®n que se da en estos momentos en el Parlamento (los resultados de las elecciones puede que la agraven y compliquen a¨²n mucho mas): el Gobierno est¨¢ apoyado por los radicales (incluso los nombres de los partidos inducen a la confusi¨®n), pero a¨²n necesita los votos de otro partido para tener mayor¨ªa. El Partido Radical (PR) apoya la pol¨ªtica econ¨®mica gubernamental, pero no la de defensa ni la de relaciones exteriores. En este tema, el Gobierno puede contar con el apo-yo del ultraderechista Partido del Progreso, que es todo menos progresista. Pero el Gobierno se muestra reticente al respecto, pues incluso para un Ejecutivo de derechas, este partido es demasiado extremista. Tradicionalmente, no obstante, los partidos de la actual coalici¨®n y el socialdem¨®crata han estado de acuerdo en los temas de defen.sa y de exteriores, sin importar qui¨¦n dirig¨ªa el Gobierno.
Pol¨ªtica de defensa
Durante los ¨²ltimos seis a?os, mientras el Gobierno ha estado en manos de la derecha, los socialdem¨®cratas han cambiado su tradicional pol¨ªtica de defensa. Junto al PSP y los radicales, han conseguido que el Parlamento aprobara 23 resoluciones en contra de la voluntad del Gobierno. Ello se ha traducido en las cl¨¢sicas reservas danesas al pie de los comunicados de la Alianza Atl¨¢ntica.El Gobierno ha intentado ignorar su derrota en estos temas y, a cambio, se ha concentrado en la resoluci¨®n de la grave crisis econ¨®mica que sufre el pa¨ªs. Fundamentalmente, con el apoyo de los radicales, pero cada vez m¨¢s frecuentemente con la ayuda de los socialdem¨®cratas.
Pero la resoluci¨®n que hizo el n¨²mero 23 colm¨® el vaso, y el Gobierno convoc¨® elecciones en la confianza de conseguir el apoyo (y quiz¨¢s el mandato para formar un Gobierno mayoritario) tanto en temas de defensa y de pol¨ªtica exterior como en los econ¨®micos.
Frente al Gobierno se sit¨²a, en primer lugar, el Partido Socialdem¨®crata, en alianza informal con el PSP. Conf¨ªan en hacerse con la mayor¨ªa y formar un Gobierno socialdem¨®crata apoyado por el PSP o uno de coalici¨®n que goce de mayor¨ªa. Pero es bastante improbable que lo consigan. Ambos partidos necesitan a¨²n del apoyo de los radicales. Y para colmo -y esto si que ha alborotado la campa?a electoral- el l¨ªder del diminuto, pero extremadamente importante, Partido Radical ha asegurado que desea convertirse en primer ministro. Los daneses no saben si re¨ªr o llorar. Ahora hay tres candidatos a la jefatura del Gobierno y cada uno de ellos necesita el apoyo de otro para ver colmados sus deseos. Y m¨¢s a¨²n, todos ellos dicen exactamente lo mismo sobre el tema que ha provocado las elecciones: la OTAN. El primer ministro, el conservador Poul Schl¨²ter, asegura que, si permanece en el poder, Dinamarca seguir¨¢ siendo un miembro pleno de la OTAN. Lo mismo afirman los l¨ªderes socialdem¨®crata y radical, Svend Auken y Niels Helveg Petersen, respectivamente.
La raz¨®n, por supuesto, radica en el 59% de votantes incondicionales de la OTAN. El Partido Socialdem¨®crata est¨¢, sin duda, a favor de la Alianza, pero contra su pol¨ªtica nuclear. No es nada f¨¢cil distinguir la diferencia, y es por ello que el partido hace todo lo posible para evitar que el problema de la OTAN centre la campa?a.
El radical es un partido pacifista, pero ha prometido no minar las relaciones con la OTAN si forma Gobierno. Incluso el izquierdista PSP est¨¢ dispuesto a convivir con la OTAN. Es decir, todos intentan hacerse con el 59% de los daneses que apoyan a la OTAN.
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