Disculpas a los norteamericano-japoneses

Como muchos errores hist¨®ricos el decreto 9066 ftie aprobado casi de forma, improvisada. El 11 de febrero de 1942, preocupado por una guerra en dos frentes, el presidente Franklin D. Roosevelt decidi¨® no tomarse la molestia de tener una reuni¨®n sobre el tema y simplemente dijo s¨ª en una llamada telef¨®nica a su secretario de Defensa, a?adiendo la suave recomendaci¨®n de: "sea tan razonable como pueda". Firmada una semana m¨¢s tarde, la orden condujo al internanuento de 120.000 norte americano-japoneses por el tiempo que dur¨® la II Guerra Mundial, un acto que el senador por Hawz¨¢, Matsunaga, calific¨® como "una enorme mancha sobre la Constituci¨®n", La semana pasada el Senado aprob¨® el ofrecer una disculpa y una reducci¨®n en los impuestos por valor de 20.000 d¨®lares a cada urno de los 60.000 supervientes de aquel internamiento. Una de las razones de pedir disculpas es que Estados Unidos actu¨® en contra de lo que sab¨ªa por sus fuentes de informaci¨®n. El FBI hab¨ªa vigilado a la comunidad japonesa durante cinco a?os sin observar nada alarmante. Hay pruebas de que el Departamento de Justicia no comunic¨® al Tribunal Supremo todo lo que sab¨ªa sobre la lealtad de los japoneses que viv¨ªan en EE UU. El columnista Kilpatrick argumenta que el miedo a una invasi¨®n japonesa no era absurdo en aquella ¨¦poca. Pero el Ej¨¦rcito japon¨¦s se volc¨® hacia Oriente inmediata mente despu¨¦s de Pearl Harbor. 1 de mayo