El populismo
En el art¨ªculo titulado Fantasmas del populismo (EL PA?S, 14 de abril de 1988), Javier S¨¢daba presenta una topolog¨ªa de la noci¨®n de pueblo. S¨®lo deseo hacer una observaci¨®n que concierne a la autoridad filos¨®fica bajo la que el autor intenta cubrir sus tesis al atribuir al franc¨¦s J.-F. Lyotard unas ideas y apreciaciones que en absoluto se corresponden con su pensamiento y que ¨¦l tergiversa.Todo lo que a prop¨®sito del pueblo hace decir S¨¢daba a Lyotard -sin ofrecer una sola cita- est¨¢ inserto en una reflexi¨®n expl¨ªcita de Lyotard sobre la rep¨²blica; se trata del art¨ªculo 'Memorandum sur la l¨¦gitimit¨¦', que forma parte del libro Le posmoderne expliqu¨¦ aux enfants. A partir de la distinci¨®n kantiana de democracia y rep¨²blica, Lyotard elabora las condiciones de legitimidad del r¨¦gimen o Gobierno republicano como verdadera l¨ªnea de resistencia a toda forma desp¨®tica (democr¨¢tica, de todo el pueblo, o no). Ahora bien, S¨¢daba es absolutamente insensible a esta cuesti¨®n. La palabra rep¨²blica no aparece una sola vez en su art¨ªculo, publicado, no lo olvidemos, el d¨ªa de la rep¨²blica y en un monogr¨¢fico, sobre la rep¨²blica. Es, en cambio, muy sensible a la palabra pueblo. Pero "el republicanismo", escribe Lyotard, "es m¨¢s que la separaci¨®n de poderes, exige la fisi¨®n y quiz¨¢ el estallido de la identidad popular. Es m¨¢s que un asunto de representaci¨®n; es, desde el punto de vista del lenguaje, una organizaci¨®n de los reg¨ªmenes de frase y de los g¨¦neros de discurso que reposa en su disociaci¨®n (...). Yo llamo esta organizaci¨®n deliberativa" (p¨¢gina 78). Esta deliberaci¨®n republicana no parece que sea la misma, ni siquiera compatible con "la radical instancia de no confiar m¨¢s que en la buena voluntad, en hacer lo que viene en gana", que S¨¢daba reivindica. En cuanto a la, supuesta por S¨¢daba, sabidur¨ªa proverbial del lenguaje popular, es una opini¨®n que Lyotard no parece compartir: "Es el romanticismo quien pensaba que ella (la prosa popular) era consistente, orientada por una tarea de expresividad, de emancipaci¨®n, de revelaci¨®n de una sabidur¨ªa. La posmodemidad es tambi¨¦n el fin del pueblo-rey de las historias" (p¨¢gina 41).
A Lyotard se le podr¨¢n discutir y combatir muchas ideas. Pero nunca se le podr¨¢ atribuir, como pretende S¨¢daba, complacencia alguna con la m¨¢s m¨ªnima idea de pueblo. Si de algo se le critica en Francia, es m¨¢s bien, de aristocratismo. Y ¨¦l mismo no desde?a este reproche si con ¨¦l se hace referencia al horizonte filos¨®fico de la anamnesis y a la etimolog¨ªa griega de la palabra aristos, los mejores.-
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