Contradicciones
Miami vice vuelve a despedirse de la programaci¨®n de Televisi¨®n Espa?ola, con serias posibilidades de no volver ya. Algunos de los episodios que hemos podido ver en esta ¨²ltima etapa son de la pasada temporada (muy recientes si tenemos en cuenta el tradicional desfase existente en TVE entre la producci¨®n original y la emisi¨®n en Espa?a).Televisi¨®n Espa?ola ha agotado los m¨¢s de 40 episodios que a¨²n ten¨ªa comprados en ese horario-hormigonera que es la sobremesa, que consume los telefilmes d¨ªa tras d¨ªa a una velocidad de v¨¦rtigo, sin tener en cuenta su concepci¨®n original como episodios semanales. Otro tipo de series -como Falcon Crest o Los Colby-, dada su estructura de serial, con continuaci¨®n eterna de historias tan inacabadas como vacuas, parece adaptarse mejor a ese apartado de la programaci¨®n.
La difusi¨®n diaria de los episodios de Corrupci¨®n en Miami ha perjudicado notablemente a este telefilme, de planteamientos bastante lineales y repetitivos. Por otro lado, la emisi¨®n incontrolada y descuidada de los episodios -incluso dos de ellos, continuaci¨®n el uno del otro, se llegaron a ofrecer saltados de orden, creando un evidente desconcierto en la audiencia- tampoco ha ayudado a la marcha de la serie.
Curiosamente, gracias a ese descontrol, hemos podido apreciar con nitidez las dos etapas fundamentales de su historia. Los ¨²ltimos cap¨ªtulos emitidos recog¨ªan ya algunas de las m¨¢s significativas innovaciones que Michael Mann, creador del telefilme, introdujo en su argumento con el fin de reactivarlo en Estados Unidos. De un d¨ªa para otro hemos visto c¨®mo le ha crecido el pelo a Don Johnson, ha cambiado sus camisetas por camisas, se ha casado con la cantante Sheena, Easton y ha mostrado en p¨²blico a su hijo, desconocido hasta la fecha. Philip Michael Thomas se ha dejado la barba, ha abandonado los trajes rosas y ha ganado en elegancia. Hasta el monocorde teniente Castillo ha modernizado su estrecha corbata por otra de dise?o m¨¢s actualizado, sin abandonar su cl¨¢sica vestimenta oscura.
La l¨ªnea argumental de la serie tambi¨¦n ha cambiado de repente. Los ¨²ltimos guiones que hemos podido ver ten¨ªan mucha mayor consistencia, y la est¨¦tica de puro videoclip que la caracterizaba ha disminuido su presencia. La inclusi¨®n de nuevos personajes -en especial, la temporal participaci¨®n de Sheena Easton- tambi¨¦n ha abierto nuevas posibilidades a los guionistas. Otra importante modificaci¨®n ha sido la de romper la tradicional norma de la serie, de s¨®lo ocuparse de la lucha contra el tr¨¢fico de drogas, para ampliar el campo de los delitos y delincuentes contra los que debe enfrentarse el departamento antivicio.
Discordancias
La falta de cuidado a la hora de buscar la correcta emisi¨®n de los telefilmes en Espa?a nos ha acostumbrado a ver episodios que festejan la Navidad norteamericana en pleno verano espa?ol -en Luz de luna-, a ver comer gachas como supuesto t¨ªpico plato tejano -en De 9 a 5- u otras discordancias similares. Pero en el caso de Miami vice, la urgencia por quitarse de en medio los episodios que restaban ha creado demasiadas contradicciones. La hora no ha sido la mejor de las posibles teniendo en cuenta el tipo de audiencia de la sobremesa, pero la sorprendente modificaci¨®n de vestuarios, personalidades y argumentos de un d¨ªa para otro ha debido resultar a¨²n m¨¢s impactante para cualquier asiduo seguidor de la serie.Corrupci¨®n en Miami se emite hoy a las 15.35 por TVE-1.
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