"Los diestros no tuvieron verg¨¹enza", dice el presidente

Juan Lamarca, presidente de la corrida de ayer en Las Ventas, manifest¨® al t¨¦rmino de la misma, cuando iba a salir a la calle con protecci¨®n policial -que no fue necesaria-, que la culpa de la suspensi¨®n era de los diestros: "No han tenido verg¨¹enza, ni torera ni profesional, y son indignos de esta plaza". Lamarca precisaba en sus declaraciones que intent¨® todo para que la lidia continuase."Se les ha ofrecido esperar media hora, echar arena o serr¨ªn sobre el ruedo", se?al¨®, "pero los diestros, encabezados por Manzanares, se negaron en rotundo a continuar". Su delegado en el callej¨®n, Juan Jos¨¦ Ramos, que fue el intermediario entre presidente y toreros, secundaba las palabras de Lamarca: "Fue imposible convencerles. Hasta la cuadrilla de Manzanares, que era el m¨¢s reacio a continuar, le amenaz¨® con no salir al ruedo si su maestro cambiaba de opinion, record¨¢ndole siempre el percance de su compa?ero El Campe?o".

El director de Asuntos Taurinos de la Comunidad, Juan Antonio G¨®mez Angulo, que tambi¨¦n intent¨® mediar, confirm¨® esta versi¨®n y destac¨® la alterada respuesta que le dio Manzanares cuando le propuso que esperara a que se acondicionase el ruedo.

Lamarca se mostr¨® todav¨ªa m¨¢s claro: "Vamos a dejarnos de componendas: Manzanares no quer¨ªa torear porque le esperaba un toro de 635 kilos; estas figuritas son as¨ª, y que conste que ahora hablo como aficionado, no como presidente". A este respecto agregaba que si los toreros hubieran sido Ruiz Miguel, Manili y V¨ªctor Mendes, seguro que no se hab¨ªa suspendido la corrida. "Con esos o con el 80% del escalaf¨®n actual, que poseen verg¨¹enza y dignidad", a?adi¨®. Lamarca, visiblemente enfadado, continu¨® diciendo que di¨® orden de empezar el festejo tras consultar a los diestros.

Preguntado por qu¨¦ no les hab¨ªa obligado a seguir, se disculp¨® se?alando que eso era ilegal, seg¨²n el actual reglamento taurino, y que ¨¦l hubiera sido responsable de cualquier cornada e incluso los diestros podr¨ªan haberle denunciado por imprudencia temeraria. El presidente mostr¨® el acta firmada por los tres espadas en la que ¨¦stos se negaban a continuar por el mal estado del ruedo. Por ¨²ltimo dijo que comprend¨ªa perfectamente las protestas del p¨²blico: "Aunque las que van dirigidas a m¨ª son injustas, pues no soy el responsable".

Una serie de incidentes tuvieron lugar a la salida de la plaza por parte de grupos de aficionados, que protestaban por la suspensi¨®n y exig¨ªan la devoluci¨®n del importe de sus localidades. Algunos hab¨ªan pagado por los boletos sumas muy elevadas en la reventa. El coche policial que hace de comisar¨ªa ambulante y que, atiende denuncias, se llen¨® literalmente de espectadores, que prorumpian fuertes insultos a gritos contra los toreros y la empresa.

Alrededor de 500 formaron cola antes esta oficina volante y presentaron denuncia por estafa ante la autoridad, firmando y anotando su n¨²mero de DNI en varios folios, que, seg¨²n un sargento de la polic¨ªa, tendr¨ªan su curso normal y ser¨ªan elevados al juez de guardia.

Otros rodearon la sala de prensa de la empresa del coso e intentaron agredir a responsables de la misma y a G¨®mez Angulo, que hubo de refugiarse en el interior del recinto. All¨ª comentaba que la Comunidad, propietaria del coso, que cogestiona con la empresa Toros Madrid, era ajena a lo ocurrido. Empleados de la empresa repart¨ªan profusamente fotocopias del art¨ªculo 58 del reglamento vigente, que especifica las responsabilidades de toreros y presidente en estos casos, entre periodistas y curiosos que all¨ª se acercaban.

Poco despu¨¦s hubo nuevos intentos de agresi¨®n, ahora a Manuel Chopera y su hijo Pablo -m¨¢ximos dirigentes de la empresa- cuando iban a abandonar la plaza. El nutrido grupo de espectadores que les esperaba fue disuelto por la polic¨ªa.