Bajo el busto de Lenin
El presidente de EE UU se somete a la curiosidad de los estudiantes de la universidad de Mosc¨²
El presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, bajo un busto de Lenin, alent¨® ayer al cambio pol¨ªtico a 1.000 estudiantes de la universidad de Mosc¨², cuna de la elite sovi¨¦tica y donde en 1955 se gradu¨® en Derecho el m¨¢ximo dirigente de la URSS, Mijail Gorbachov, exhort¨¢ndoles a que no tengan miedo a la libertad y a llevar las reformas de la perestroika hasta sus ¨²ltimas consecuencias. El discurso del presidente fue bien recibido por estudiantes y profesores, convenientemente escogidos por su militancia comunista, y que le sometieron a preguntas blandas.
El presidente llev¨® a la universidad, uno de los m¨¢s colosales ejemplos de la monstruosa arquitectura estalinista en Mosc¨², el mensaje de la revoluci¨®n tecnol¨®gica, de la informaci¨®n, del ordenador, del microchip, del libre mercado y de la fuerza creativa del individuo. Reagan apoy¨® de hecho con su discurso, ante una audiencia cr¨ªtica para el futuro de la perestroika la pol¨ªtica revolucionaria de Gorbachov.Sus ataques a la burocracia provocaron risas y aplausos de la audiencia, que reaccion¨® muy positivamente cuando Reagan afirm¨® que si ¨¦l no puede firmar un tratado de reducci¨®n de armas estrat¨¦gicas (START) antes de que deje la Casa Blanca, insistir¨¢ ante su sucesor para que lo haga, y "vosotros podr¨¦is ver el d¨ªa en el que no habr¨¢ m¨¢s armas nucleares en el mundo".
Carlos Chaparro, estudiante colombiano de mec¨¢nica matem¨¢tica, de 23 a?os, se quej¨® a EL PAIS de que la visita presidencial era "s¨®lo un montaje" preparado por los dirigentes universitarios del PCUS.
Tres estudiantes de cuarto curso de derecho -en la universidad, la m¨¢s importante del pa¨ªs, estudian 30.000 personas- polemizaron ante EL PA?S sobre la velocidad y el alcance de la perestroika.
Igor Zhigachov, de 25 a?os, se mostr¨® partidario de que las reformas vayan m¨¢s r¨¢pido, pero que no se fuercen. "Velocidad s¨ª, pero no fuerza para imponerlas". Eltsin, dijo refiri¨¦ndose al depurado ex jefe del PCUS en Mosc¨², "no es un h¨¦roe de la perestroika, es un extremista". Su compa?ero Iv¨¢n afirmaba lo contrario. A Zhigachov, como a otros estudiantes consultados, Reagan les gusta por su intento de llegar a acuerdos de reducci¨®n de armamento, "pero no por su pol¨ªtica hacia Centroam¨¦rica".
Otros estudiantes, sobre todo mujeres, elogiaron las maneras de Reagan, "es como un caballero chapado a la antigua". Jeff Matusow, estudiante norteamericano, declar¨® que el debate pol¨ªtico en la universidad no es espont¨¢neo y que el nivel de educaci¨®n ofrecido aqu¨ª es muy alto, aunque demasiado especializado. La elecci¨®n de delegados para la pr¨®xima conferencia del PCUS ha provocado un fuerte enfrentamiento en la universidad de Mosc¨² entre gorbachovianos y partidarios de frenar el proceso reformista.
Reagan, hablando ante un mosaico revolucionario de un mar de banderas rojas, afirm¨® que "no sabemos cu¨¢l ser¨¢ el final de este viaje [la perestroika], pero confiamos en que la promesa de la reforma ser¨¢ cumplida". "Vuestra generaci¨®n est¨¢ viviendo uno de los m¨¢s excitantes y esperanzadores tiempos de la historia sovi¨¦tica", asegur¨® Reagan, que pidi¨® a estudiantes y profesores que se arriesguen y tengan "fe". Para explicar lo que quer¨ªa decir les puso un ejemplo de la pel¨ªcula de vaqueros Dos hombres y un destino y les cont¨® una escena.
"El mundo mira hoy con expectaci¨®n los signos de cambio, los pasos hacia mayor libertad en la URSS. Miramos y esperamos porque vemos que est¨¢n ocurriendo cambios positivos. S¨¦ que hay algunos en vuestra sociedad que temen que el cambio s¨®lo acarrear¨¢ desorden y ruptura de la continuidad, algunos; que tienen miedo a abrazar la. esperanza del futuro", dijo. Horas antes, en el Kremlin, Gorbachov hab¨ªa explicado al presidente el alcance y los problemas que enfrenta la perestroika.
Reagan declar¨® a los estud¨ªantes que hab¨ªa reiterado a Gorbachov lo importante que es que garantice legalmente los cambios, "porque si la reforma no es institucionalizada ser¨¢ insegura".
El presidente, en un discurso brillantemente escrito, que cafific¨¦ como uno de los m¨¢s importantes mensajes de esta cumbre, afirm¨® que "no he venido aqu¨ª a hablar de las realidades de hoy, sino de las posibilidades de ma?ana". Explic¨® que se: est¨¢ avanzando hacia un mundo donde el hombre crea su propio destino. "Pero el progreso no est¨¢ predeterminado. Laclave es la libertad, libertad de pensamiento, de informaci¨®n, de comunicaci¨®n", afirm¨® el presidente.
Reagan reconoci¨® ante esta audiencia de comunistas convencidos, cachorros de la perestroika, que "la libertad en Estados Unidos no comienza o concluye con elecciones". Aprovech¨® esta idea para deferider la libertad religiosa, las garant¨ªas constitucionales existentes en su pa¨ªs, la justicia independiente, en un sistema "en el que el acusado es inocente hasta que es probado culpable y en el que la palabra de un polic¨ªa, o de un funcionario no tiene m¨¢s peso que la del acusado". "Pero la libertad", a?adi¨® el presidente, al que acompa?aba, el rector de la universidad, Anatoly Logunov, de larga barba blanca, "es m¨¢s que esto. Es el derecho a preguntarse y a cambiar la forma establecida de hacer las cosas. Es el reconocimiento de que nadie, ninguna autoridad, ning¨²n Gobierne, tiene el monopolio de la verdlad".
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