El lazo

La final de la NBA es el m¨¢s importante acontecimiento de la temporada del baloncesto mundial. Para la CBS -cadena responsable de las retransmisiones-la cobertura de los encuentros supone cada a?o un importante reto frente a los millones de espectadores que se sit¨²an frente a la pantalla. Este a?o, por vez primera, TVE ofrece la totalidad de los encuentros con un ligero desfase horario.La realizaci¨®n del primero de los partidos jugados habr¨ªa resultado perfecta si no hubiera sido por la modesta, pero inc¨®moda, aportaci¨®n espa?ola. El ritmo del montaje de la CBS fue espectacular. La combinaci¨®n de tomas generales con significativos planos de detalle estaba adecuadamente sincronizada. La utilizaci¨®n de r¨®tulos informativos aportaba una gran cantidad de datos precisos sobre el desarrollo del partido. La repetici¨®n de las jugadas se hac¨ªa de forma mesurada y siempre y cuando el inter¨¦s lo justificara, bien por su belleza o por incluir alg¨²n elemento de discusi¨®n. El sonido, de gran riqueza, recog¨ªa el ambiente con nitidez. Todo un gran espect¨¢culo televisivo.

Sin embargo, la aportaci¨®n espa?ola no pudo resultar m¨¢s desafortunada. La conexi¨®n con Trecet entr¨® una vez transcurridos cinco minutos de partido. El pobre sonido telef¨®nico era de muy baja calidad, en contraste con la limpieza del ambiente que llegaba a trav¨¦s de la CBS. Para colmo, la se?al de audio de los comentarios llegaba adelantada respecto a las im¨¢genes. Cada vez que un jugador lanzaba el bal¨®n, Trecet comentaba el desenlace del tiro, con lo que las jugadas perd¨ªan su emoci¨®n. La CBS ofreci¨® un regalo televisivo de aut¨¦ntico lujo. TVE s¨®lo ten¨ªa que poner el lazo. Al final, ni eso.