Francia, a la b¨²squeda de un partido bisagra

Francia se despert¨® ayer con un Parlamento a la italiana, en el que s¨®lo es posible gobernar en coalici¨®n precaria o en minor¨ªa, y desear¨ªa hallarse ma?ana mismo con un Parlamento a la alemana, que contara con una fuerza centrista capaz de actuar como bisagra y de proporcionar la mayor¨ªa a Mitterrand. Aunque los socialistas son la primera fuerza pol¨ªtica y la derecha pierde la mayor¨ªa de Gobierno, los resultados son una derrota para Rocard y un jarro de agua fr¨ªa para Mitterrand.

El primer ministro franc¨¦s, Michel Rocard, presentar¨¢ hoy su dimisi¨®n al presidente de la Rep¨²blica, como es de rigor despu¨¦s de unas elecciones legislativas, pero seguir¨¢ ejerciendo sus funciones como m¨ªnimo durante una semana m¨¢s, hasta su confirmaci¨®n y la formaci¨®n de un nuevo Gobierno, anunciadas ya por el propio gabinete del jefe de Gobierno para el 24, el 25 o el 28 de junio. La contorsi¨®n que exigen las urnas al centro y a los socialistas empezar¨¢ con el nuevo Gobierno, pero dif¨ªcilmente se materializar¨¢ en alianzas expl¨ªcitas entre fuerzas pol¨ªticas hasta el oto?o, cuando se discutan los Presupuestos del Estado para el pr¨®ximo a?o. Estas dos semanas ser¨¢n, mientras tanto, las de todas las incertidumbres, despu¨¦s de una ausencia de mayor¨ªa parlamentaria para gobernar, ins¨®lita en la V Rep¨²blica, que desmiente la regla de oro de las mayor¨ªas concordantes, la presidencial y la legislativa.El h¨¢bil equilibrista que quiso remodelar el mapa pol¨ªtico y buscar un vericueto para dar la mayor¨ªa a los socialistas se halla ahora con la necesidad de inventar urgentemente instrumentos para gobernar con estabilidad y evitar el peligro de una par¨¢lisis pol¨ªtica que la derecha m¨¢s extrema ya anuncia con regocijo La preeminencia de la funci¨®n presidencial, tal como la contempla la Constituci¨®n, queda subrayada ahora por la responsabilidad y el protagonismo que las urnas exigen de Mitterrand, m¨¢s que nunca magistrado supremo a la manera de De Gaulle en el momento m¨¢s inquietante de su cirug¨ªa sobre las fuerzas cl¨¢sicas de la V Rep¨²blica.

La bolsa baja

La Bolsa francesa respondi¨® con pesimismo a los equilibrados resultados registrados en las urnas que dieron 276 esca?os a los socialistas, 271 a la URC (Union du Rassemblement et du Centre), 27 al partido comunista y 1 al Frente Nacional. Pero el reequilibrio se produce tambi¨¦n en el interior de la URC, entre sus dos principales componentes, el RPR (Asamblea para la Rep¨²blica), que pierde 25 esca?os y se sit¨²a en 128, y la UDF (Uni¨®n para la Democracia Francesa), que s¨®lo pierde 3 y se queda en 130. Dentro de la confederaci¨®n de la UDF hay dos vencedores indiscutibles: en el centro, los democristianos del CDS (Centro de Dem¨®cratas Sociales), que contar¨¢n con 52 diputados (ganan 6) y pueden formar grupo parlamentario, y en la derecha, el Partido Republicano, que tendr¨¢ 63 diputados (3 m¨¢s).

La posici¨®n del CDS es decisiva para la creaci¨®n de una mayor¨ªa parlamentaria. Su vicepresidente, Bernard Stasi, no excluy¨® ayer la posibilidad de entrar en un Gobierno de coalici¨®n, que, seg¨²n su opini¨®n, deber¨ªa intentar extenderse al RPR. El CDS debe hacer el paso previo a la coalici¨®n, que es la formaci¨®n de grupo parlamentario independiente. En caso de no hacerlo, Raymond Barre, hasta ahora sin v¨ªnculos de partido, podr¨ªa crear una agrupaci¨®n centrista para coaligarse con los socialistas.

Dentro del RPR, s¨®lo una voz minoritaria se ha manifestado maleable a las propuestas de apertura, la del ex ministro de Comercio Michel Noir, molesto por los pactos bajo mano con el Frente Nacional. El RPR intentar¨¢ preservar la fr¨¢gil unidad de la mayor¨ªa, pero sus gestos pueden terminar ¨²nicamente con la uni¨®n con su socio m¨¢s pr¨®ximo, el Partido Republicano, que situar¨ªa. la nueva formaci¨®n en cabeza de la derecha, con 191 diputados. Una de las mayores dificultades para el cambio de alianzas son las propias elecciones. Un centenar de diputados socialistas han sido elegidos gracias a los votos comunistas, y buena parte de la derecha, CDS incluido, llega al Parlamento gracias al Frente Nacional. A todos les ser¨¢ dif¨ªcil explicar una inversi¨®n de alianzas.