Estad¨ªsticas
?sta es una r¨¦plica al art¨ªculo publicado en EL PA?S de don Antonio Garc¨ªa de Blas, economista, del mi¨¦rcoles 8 de junio de 1988. Dice el art¨ªculo en su pen¨²ltimo p¨¢rrafo:"No s¨®lo es necesario que los nuevos activos femeninos. .. tengan un mayor nivel educativo, sino que es imprescindible reconvertir a las mujeres desempleadas...". "Dada la estructura del mercado del trabajo, estos aspectos dependen mayoritariamente de las decisiones que los varones adopten en las empresas".
El se?or Garc¨ªa de Blas habr¨¢ hecho un estudio cient¨ªfico de las estad¨ªsticas, es decir, de los efectos sociales de determinadas conductas que son las causas determinantes de esos efectos que estad¨ªsticamente ha analizado. Su argumento de futura mejora lo hace depender "de las decisiones que los varones adopten en las empresas", cuando su aut¨¦ntica causa est¨¢ en la nefasta omisi¨®n de su art¨ªculo: la actitud que los varones adopten en la familia y en su casa, y tal vez despu¨¦s las mujeres se reconvierten solas.
Puestos a estudiar estad¨ªsticamente, ?por qu¨¦ no estudia usted cu¨¢ntas horas dedican a la atenci¨®n de la familia y el hogar los economistas, abogados, pol¨ªticos, ejecutivos de toda especie banqueros, taxistas, dependientes de almacenes, fontaneros y dem¨¢s varones de nuestra sociedad? ?Por qu¨¦ no estudiar cu¨¢ntos varones han renunciado a un trabajo remunerado porque su mujer ha conseguido un puesto de direcci¨®n de banca y ellos han de atender la familia y la casa? ?Cu¨¢ntos varones han dejado su puesto de trabajo por un nuevo destino en ciudad distinta de su esposa como interventora de banca, por ejemplo?
En definitiva, ah¨ª est¨¢ la ra¨ªz del analfabetismo y desempleo, as¨ª como la baja cualificaci¨®n profesional, o empleo parcial de las mujeres, incluso el desempleo de muchas universitarias. Y no es en las estad¨ªsticas donde se debe buscar un dise?o para el futuro, ni siquiera de ah¨ª debiera salir el dise?o de un estudio social de un universitario que intenta informar o crear opini¨®n en la poblaci¨®n, cosa que mayoritariamente realizan los varones a su justa medida en los medios de comunicaci¨®n dominados por varones en iguales proporciones de poder y arbitraje. Sin embargo, ¨¦sa es la causa; a¨²n son los varones quienes realizan todos los dise?os b¨¢sicos de la actitud social: las costumbres y la moral, la pol¨ªtica educativa, econ¨®mica y social, las inversiones de capital y su mercado -incluido el trabajo-, la distribuci¨®n del tiempo activo o pasivo de la vida de las personas, y siempre en ello tienen presente que pueden trabajar a sus anchas, participar en todo acto o necesidad de actividad laboral sin l¨ªmites de tiempo ni entrega, porque su casa y su familia est¨¢n bien atendidas por una mujer madre de sus hijos, abuela, t¨ªa o asistenta.
En definitiva, siguen planificando un futuro con una distribuci¨®n sexista, las fuentes de riqueza y poder en manos del var¨®n, y la atenci¨®n m¨¢s elemental a la familia (que es cuesti¨®n silenciosa y no considerada fuente de riqueza y poder) la depositan en manos de la mujer. Incluso en el mundo del trabajo siguen haciendo una especie de oferta conyugal: "Te respeto mucho y te voy a liberar con un trabajo: ?quieres ser la asistenta de mi casa, mi secretaria, mi enfermera?".
?Qu¨¦ cree usted que puede cambiar aunque los varones tomaran miles de decisiones empresariales, si esos hombres llegan a casa, pagan las facturas con todo el dinero del mundo y piden que la cena se les sirva frente al televisor, los pantalones lleven la raya bien planchada y no le falte un solo bot¨®n a la camisa de cuello almidonado? Evidentemente, es usted un economista, tal vez hasta de los argumentos.- Amelia Fern¨¢ndez.
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