Angel Garc¨ªa, un concertino espa?ol que triunfa en la RFA

Cuando las miradas de los aficionados oper¨ªsticos confluyen en los dos grandes acontecimientos del verano (la nueva producci¨®n de El anillo del nibelungo, en Bayreuth, de Daniel Barenboim-Harry Kupfer, y el ciclo de todas las ¨®peras de Richard Strauss, en M¨²nich) se da la circunstancia de que el concertino de ambos teatros de ¨®pera es el espa?ol ?ngel Jes¨²s Garc¨ªa, invitado actualmente en Madrid para las representaciones de El rapto en el serrallo, de Mozart, que se emite hoy por TVE-2.

Natural de Aldeanueva de la Vera (C¨¢ceres), su vocaci¨®n surgi¨® de una forma casual. "Soy el primer m¨²sico de mi familia. A los cinco a?os vi en un programa de radio cara al p¨²blico una orquestina que interpretaba bailables de la ¨¦poca; me qued¨¦ fascinado por los violines. Me acuerdo que ten¨ªa un mu?eco de madera con agujeros para meter bolitas. Con ¨¦l y una vara jugaba continuamente a que era violinista".Se traslad¨® a Barcelona, donde, bajo la tutela de un t¨ªo contable y el apoyo de su madre, a espaldas del padre, curs¨® estudios de viol¨ªn en el Conservatorio del Liceo, que finaliz¨® a los 12 a?os. "Hab¨ªa le¨ªdo la vida de Sarasate y quer¨ªa ir a Par¨ªs. Como esto era imposible por mi edad, me present¨¦ a unas oposiciones en la orquesta del Liceo y las gan¨¦. Fue la primera vez que me puse pantal¨®n largo. Para que pudiese incorporarme, la gerencia del teatro tuvo que pedir un permiso especial al ministerio, pues la legislaci¨®n de entonces no permit¨ªa el trabajo a los menores de edad".

Ten¨ªa 13 a?os cuando interpret¨® su primera ¨®pera, La Traviata, que supuso la presentaci¨®n en el Liceo de Barcelona de Renata Scotto. Tambi¨¦n presenci¨® desde el foso la primera actuaci¨®n en el Liceo de Jaime Aragall en Luc¨ªa de Lamermoor, y la de Montserrat Caball¨¦ en Arabella. A los 16 a?os abandon¨® Espa?a para, tras cursar estudios de perfeccionamiento en Par¨ªs, ingresar en la Filarm¨®nica de Amsterdam. "Mi familia me amenaz¨® con mandar a la polic¨ªa para que me trajeran a Espa?a esposado".

Su deb¨² como concertino fue en la Orquesta de la Radio, en Stuttgart, en 1970, donde permaneci¨® tres a?os, para continuar otros cuatro en la ¨®pera de la misma ciudad. "Las oposiciones de las orquestas alemanas son muy duras, pues se exige la votaci¨®n favorable de los dos tercios de la orquesta. A ver qu¨¦ pol¨ªtico consigue ese porcentaje".

A Bayreuth lleg¨® como ayuda de concertino en 1974, siendo desde 1975 uno de los tres primeros concertinos. "Ahora soy el de m¨¢s antig¨¹edad". Ha intervenido en las dos ¨²ltimas producciones de El anillo del nibelungo. "Boulez fue decepcionante desde el punto de vista musical; tuvo la suerte de que con la pol¨¦mica producci¨®n de P. Chereau el p¨²blico miraba m¨¢s que escuchaba. A Solti le esper¨¢bamos con gran expectaci¨®n; hubo una gran campa?a de su casa discogr¨¢fica Decca, pero nos defraud¨® por su manera de dirigir, con gestos raros, que entraban en contradicci¨®n con el concepto musical".

?peras preferidas

Sus ¨®peras preferidas son Trist¨¢n e Isolda y Las bodas de F¨ªgaro. "He tenido la gran suerte de interpretar Trist¨¢n e Isolda con Carlos Kleiber, el mejor director de ¨®pera actual. Con Kleiber se puede aprender a so?ar. Tienes que olvidar todo lo aprendido y absorber como una esponja. Sus dos manos son aut¨®nomas: con una dirige y con la otra hace m¨²sica. Su sonrisa cuando realizas bien un pasaje es de lo m¨¢s estimulante. Posee la magia y la humanidad del genio".En M¨²nich trabaj¨® con la Orquesta Filarm¨®nica de 1977 a 1983, abandon¨¢ndola por fricciones con Celebidache. A partir de entonces se incorpor¨® a la ¨®pera de la ciudad b¨¢vara con Sawallisch. "Es un gran director, un poco distante pero muy completo. Tiene gran afici¨®n al planteamiento de ciclos. En 1983 hicimos todas las ¨®peras de Wagner con motivo del centenario, y ahora hacemos todas las de R. Strauss".

En Espa?a se ha prodigado poco Jes¨²s ?ngel Garc¨ªa. ?ltimamente ha interpretado el concierto para viol¨ªn de Korngold, compositor jud¨ªo austro-h¨²ngaro instalado en Am¨¦rica por la persecuci¨®n nazi. La obra est¨¢ dedicada a Alma Mahler y pensada para el violinista J. Heiftz. "En 1977 fui el ¨²nico espa?ol que gan¨® un premio en el Concurso Internacional Reina Sof¨ªa. Fue una gran decepci¨®n que no me ofrecieran ning¨²n contrato a partir de esto". Tiene intenci¨®n de instalarse en Espa?a el pr¨®ximo oto?o.