Las fronteras se mueven
Guinea Ecuatorial, con una extensi¨®n qu¨¦ apenas roza la de Extremadura -unos 25.000 kil¨®metros-, es una importante llave para el golfo de Guinea gracias al reparto de su m¨®dica superficie en las islas de Bioko, Annob¨®n, Corisco y la peque?a zona continental enclavada entre Camer¨²n y Gab¨®n. En este ¨¢rea, que tiene el segundo mayor dep¨®sito petrol¨ªfero marino del mundo, los restos del ?frica espa?ola se encuentran con los bastiones m¨¢s s¨®lidos de los colosos franc¨¦s y brit¨¢nico.Por ello, Guinea Ecuatorial ha sido un bocado que ha atra¨ªdo los apetitos y rivalidades por imponer su influencia de diversas potencias. En la ¨¦poca del dictador Francisco Mac¨ªas, la URSS logr¨® atraer Guinea a su ¨®rbita. Junto a los sovi¨¦ticos, compitieron los chinos, coreanos y cubanos, que, juntos, contribuyeron a esquilmar sus ricos bancos pesqueros. En Luba, en la isla de Bioko, los sovi¨¦ticos establecieron una base que fue el punto de tr¨¢nsito de las tropas cubanas hacia Angola.
Con el golpe de Obiang, Espa?a regres¨® a Guinea con un ambicioso proyecto de cooperaci¨®n. Pero los disgustos que caus¨® a la Administraci¨®n espa?ola una serie de incidentes con las autoridades de Malabo marcaron su progresivo desenganche a favor de Francia, que ha ido ocupando los huecos dejados por Espa?a en todas las ¨¢reas que le aseguran el control pol¨ªtico del pa¨ªs.
Posici¨®n espa?ola
Los espa?oles han limitado sus posiciones a las ¨¢reas de educaci¨®n y sanidad con el fin de asegurar la permanencia de la cultura espa?ola en el pa¨ªs. Pero la bancarrota econ¨®mica de su pa¨ªs obliga a los j¨®venes guineanos, cada vez con m¨¢s frecuencia, a emigrar a los franc¨®fonos Gab¨®n y Camer¨²n, lo que facilita una filtraci¨®n del franc¨¦s en la zona continental, mientras en la isla cada vez se impone m¨¢s el pichinglish, una degeneraci¨®n del ingl¨¦s procedente de Nigeria.
Estos hechos constituyen una grave preocupaci¨®n para los sectores intelectuales guineanos e incluso pol¨ªticos, que ven en la continuidad del espa?ol la garant¨ªa de la existencia de Guinea como un pa¨ªs con identidad propia. La Guinea actual es el resultado del expolio territorial que sus vecinos no han cesado desde finales del pasado siglo cuando las posesiones espa?olas en la zona. sumaban 800.000 kil¨®metros. Un reciente episodio de esta constante fue la ocupaci¨®n gabonesa en 1972 de las islas de Cocoteros y Mba?e, en el estuario de R¨ªo Muni.
El propio Obiang se ha dado cuenta de que sus vecinos pueden convertirse en enemigos y propiciar una, crisis en Guinea que justifique su reparto seg¨²n una tesis ya familiar: la isla de Bioko, para los nigerianos; el continente con la isla de Corisco, dividido entre Camer¨²n y Gab¨®n, y la isla de Annob¨®n, a la lusa Santo Tom¨¦ y Pr¨ªncipe. La reciente fagocitaci¨®n de la angl¨®fona Ganibia por Senegal -Senegambia-, es una prueba de que las fronteras en el ?frica occidental a¨²n se mueven.
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