Las vicisitudes del alma
Se llevan al Alma; la Culpa y el Deleite Enga?oso la seducen, la secuestran, la arrastran al Hospital de los Locos. Donde habitan los pecados sus posesos: Mundo, Demonio y Carne, y Gula y Envidia, y el G¨¦nero Humano en general. Aherrojada est¨¢ hasta que llega su Salvador, la raz¨®n suprema, y la libera y la lleva hacia los cielos, escaleras arriba. Mientras, los locos gimen de arrepentimiento, y los malos, de despecho.El hospital de los locos, auto de Jos¨¦ de Valdivieso (1560-1538, cura y censor eclesi¨¢stico, amigo de Lope de Vega y de Miguel de Cervantes), cuenta este episodio corriente en su tiempo con gran sencillez y a veces muy buen verso.
Por su parte, Jos¨¦ Maya y Amaya Curieses, autores de la versi¨®n actual, directores y actores con el grupo Zampan¨®, han reducido reparto y texto, han traducido el lenguaje conceptuoso y lleno de alusiones mitol¨®gicas, b¨ªblicas y teol¨®gicas que en su ¨¦poca eran de uso corriente. Los locos y el mal se prestan a las expresiones corporales, y a ellas acuden directores y actores; serpenteos, encogimientos de cuerpos, manos aspadas, gestos resaltados de sus propios s¨ªmbolos.
El hospital de los locos
De Jos¨¦ de Valdivieso. Amaya Curieses, Lorenzo Cabellos, Fernando Sotuela, Jes¨²s P¨¦rez Gil, Miguel Merino, Pilar Pariente, Francisco Maestre, Carmen Segarra, Jos¨¦ Maya, Marisa Lahoz, Fernando Delgado. Escenograf¨ªa de Javier Toledo y Mar¨ªa Luisa Engel. Figurines de Mar¨ªa Luisa Engel. Direcci¨®n: Amaya Curieses y Jos¨¦ Maya.Teatro Alb¨¦niz, 22 de junio.
Gritos y susurros
Y las voces: gritos y susurros, intentos de concertantes, tonos lacrimosos o lujuriosos y glotones. Puede que de esta prosodia y traducci¨®n Jos¨¦ de Valdivieso no sintiera hoy gran cosa, sin que por eso sea mucho m¨¢s accesible al espectador contempor¨¢neo. Que tiene otra idea de la teolog¨ªa, si tiene alguna, y ninguna seguridad sobre el alma y sobre sus virtudes.El escenario de esta representaci¨®n en el teatro Alb¨¦niz de Madrid es simple, como lo requiere el car¨¢cter ambulante de esta compa?¨ªa, pero elegante y bien dispuesto, como los figurines de bella fantas¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.