Version original

Si Jiri Kylian cobrara derechos por sus invenciones coreogr¨¢ficas y le cayeran unas perras cada vez que un core¨®grafo tira de su repertorio de pasos, secuencias, variaciones o formas, el maestro checo ser¨ªa hoy, m¨¢s rico que el inventor del bol¨ªgrafo. Pero la danza es "patrimonio de la humanidad", y Jiri Kyllan tiene que contentarse con haber suplantado a B¨¦jart como el core¨®grafo m¨¢s influyente de Europa.A pesar de que muchas de estas aportaciones se han banal zado en manos de principiantes, contemplar el producto original siempre produce un choque, como escuchar a Bogart en Casablanca sin doblar. Una experiencia que mueve incluso a la benevolencia con los imitadores. ?C¨®mo va a prescindirse hoy de esa fisicalidad que ha introducido Kylian en el movimiento cl¨¢sico? ?C¨®mo no echar mano de esos desarrollos en espiral, que son la extensi¨®n l¨®gica del movimiento redondo del ballet tradicional? Ser¨ªa como renunciar al r¨¦lev¨¦ o al arabesque.

Una divisi¨®n

Viendo de nuevo su Sinfon¨ªa de los Salmos y su Sinfonietta -dos obras de su primera ¨¦poca (1978) como director art¨ªstico del Nederlands- se comprende que en el ballet de hoy -al menos en el ballet europeo- haya un antes y un despu¨¦s de Kylian.Nacho Duato es de los de despu¨¦s, y uno de los pocos productos aut¨¦nticos y autorizados. El joven valenciano ha aprendido el lenguaje de Kylian como los dem¨¢s bailarines aprenden a colocar el cuerpo en la barra, y lo usa sin pensar en ello y bien. Su nueva coreograf¨ªa, Arenal -que cont¨® adem¨¢s con la presencia en escena de la autora de la m¨²sica, Mar¨ªa del Mar Bonet, que ya hab¨ªa colaborado con Duato para la creaci¨®n de su primera coreograf¨ªa, Jard¨ª tancat-, es, como aqu¨¦lla, un canto a esa cultura mediterr¨¢nea que hace de la dulzura y la alegr¨ªa de vivir un ideal m¨¢s que una realidad.En esta ocasi¨®n Duato introduce el contraste en forma de una figura vestida de negro -formidablemente interpretada por Catherine Allard- que se empe?a en estropear las fr¨ªvolas diversiones de la plaza. Las canciones a capella, sin instrumentaci¨®n, apoyadas s¨®lo en la voz de la Bonet y a las que corresponden los solos de Alard, alternan con los acariciantes ritmos griegos con los que se mueve el conjunto. El ballet es agradable y tiene fragmentos -como el terceto o paso a tres- brillantes.El Festival de It¨¢lica, que confirma con esta edici¨®n su vocaci¨®n de festival internacional de danza, ha puesto el list¨®n muy alto al traer a este grupo y poner la miel en los labios de los aficionados con la m¨²sica en directo. En las pr¨®ximas semanas acoger¨¢ a Maya Plisetskaya al frente del Ballet del Teatro L¨ªrico Nacional; al Ballet Nacional de Cuba y a una serie de grupos europeos y americarios de danza.