Camino de perfecci¨®n
La danza siempre ha sido el medio privilegiado de comunicaci¨®n del hombre con los dioses; de ah¨ª su universalidad y su fuerza a trav¨¦s del tiempo. En la tradici¨®n talm¨²dica, la danza es la ocupaci¨®n principal de los ¨¢ngeles, y aunque hace muchos siglos que se la expuls¨® casi completamente de las iglesias, la idea del perfeccionamiento espiritual por la danza no es en modo alguno ajena a nuestra cultura ni a las preocupaciones de los bailarines occidentales. Seg¨²n Kurt Sachs, la danza giratoria -presente en todos los pueblos mediterr¨¢neos-es la forma m¨¢s pura de oraci¨®n: al abolir la conciencia del cuerpo, el esp¨ªritu divino se derrama sobre el hombre, alcanz¨¢ndose as¨ª el cl¨ªmax espiritual, equivalente al ¨¦xtasis o al nirvana.Los derviches giratorios de Konya -que reproducen en escena la ceremonia sufi de El Sema, en honor del maestro MevIana Mohamed Yelaledin, Rumi- encandilaron a muchos de los espectadores, que se quedaron bastante frustrados de no poder aplaudir al final (el siseo de los entendidos se lo impidi¨®). Aunque la ceremonia es larga y los giros ocupan s¨®lo la quinta parte del ritual, la m¨²sica, el cante, los saludos de alma a alma y los desfiles van creando un clima de recogimiento y densidad espiritual capaz de seducir al m¨¢s pagano.
Ceremonia de El Sema
Derviches MevIevi de Konya (Turqu¨ªa). Teatro Alb¨¦niz. 27 de junio.
En cuanto a los giros, aunque se desarrollan a un ritmo relativamente pausado y no provocan en los bailarines p¨¦rdida total de consciencia ni pretenden el contagio colectivo -como ocurre en otras formas de danza giratoria que se dan en Oriente Pr¨®ximo-, como espect¨¢culo ejercen una fascinaci¨®n a la que es dif¨ªcil sustraerse. "Hablando cient¨ªficamente, no hay nada que no gire", explic¨® el gu¨ªa, y si bien primitivamente el significado de los giros de los derviches era exclusivamente espiritual y astral, result¨® una gran intuici¨®n cient¨ªfica conforme se fue descubriendo que el movimiento rotatorio es la esencia de la materia.
Este movimiento de rotaci¨®n sobre el propio eje -ampliado y multiplicado por los c¨ªrculos de las ropas- va acompa?ado de una lenta traslaci¨®n orbital, y la reiteraci¨®n monorr¨ªtmica del giro va produciendo el debilitamiento de la sensaci¨®n f¨ªsica, necesario para el trance. No es de extra?ar que muchos core¨®grafos modernos -como Laura Deanhayan trabajado la rotaci¨®n derviche como elemento fundamental del viaje hacia las profundidades casi subat¨®micas del movimiento, m¨¢s conocido como minimalismo o danza cu¨¢ntica. El problema es que el espectador no iniciado en el camino de perfecci¨®n puede quedarse dormido.
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