Abdelk¨¢der Mohamed: "C¨¦spedes sintoniza con el pueblo musulm¨¢n"
El nuevo l¨ªder del colectivo ¨¢rabe ofrece un talante negociador y proespa?ol, frente a las tesis de Aomar Dud¨²
Abdelk¨¢der Mohamed Al¨ª, de 29 a?os, permaneci¨® durante cuatro apoyando a Aomar Dud¨², como cerebro gris de la estrategia de los musulmanes de Melilla. La prensa dio a conocer entonces las desastrosas condiciones en las que viven los ¨¢rabes, sus barrios sin luz ni agua y sus dificultades para que los ni?os acudan a la escuela. Parad¨®jicamente, miles de ellos son unos ap¨¢tridas de varias generaciones nacidas en suelo espa?ol. Y ¨¦sa era su lucha cuando Dud¨² se pas¨® a Marruecos.Pregunta. ?Qu¨¦ les parec¨ªa el exilio de Dud¨² mientras algunos de ustedes estaban presos en Almer¨ªa con la misma acusaci¨®n que ¨¦l?
Respuesta. Cuando Aomar adopt¨® una postura de autoexilio, no estuvimos de acuerdo. Yo no me fui a Nador porque no ten¨ªa nada que ocultar. Me detuvieron en una hamburgueser¨ªa.
P. ?Dud¨² se radicaliz¨® excesivamente ?
R. No fue una radicalizaci¨®n, sino un cambio de postura. Yo nunca he estado en Madrid ni tampoco he estado en Marruecos; oficialmente, quiero decir; porque nunca me ha gustado el protagonismo, y he trabajado en la sombra. La informaci¨®n que siempre he tenido de sus viajes es lo que ¨¦l nos contaba. ?Hasta qu¨¦ punto era fiable? Hoy por hoy, me cuestiono la mayor¨ªa de las cosas que nos comunicaba. ?Qu¨¦ sucedi¨® para que ¨¦l cambiase? Hombre, puedo especular, pero no lo s¨¦ verdaderamente.
P. ?Cree que hubo alguna influencia marroqu¨ª sobre Dud¨²?
R. Con toda sinceridad: no lo s¨¦. Lo que s¨ª s¨¦ es que de la noche a la ma?ana hay un cambio radical. En noviembre de 1986, cuando estaba dejando ya su puesto de asesor del ministro del Interior, trajo a la asamblea del colectivo musulm¨¢n una ponencia que hablaba de una Melilla ¨¢rabe. Esa ponencia la tra¨ªa redactada ya desde Madrid. Sac¨® un papel de su maleta y dijo: "Esto hay que aprobarlo". Y yo le respond¨ª que no se pod¨ªa presentar sin haberlo debatido previamente. Me dijo que ten¨ªa que proponerlo yo. Y dije que no. Lo ley¨® otro compa?ero y tampoco quiso. Alguien lo hizo al final, y la asamblea lo aprob¨®. La gran mayor¨ªa no pudo conocer la importancia de aquello, sin haberlo analizado, sin haberlo debatido.
P. ?Era Dud¨² un dictador con una causa justa?
R. Era un dictador con una causa justa y que tomaba decisiones injustas.
P. ?La ruptura entre Dud¨² y usted cu¨¢ndo se produce?
R. Yo hace dos a?os me plante¨¦ dos posibilidades: o seguir comulgando con Aomar, que era ir contra mis propias ideas, porque ya s¨®lo se hac¨ªa su pol¨ªtica; o abandonarle y recibir las consecuencias, conociendo a Aomar: acusaci¨®n de traidor, de colaboracionista. Cuando le aupamos tan alto, ¨¦l se endios¨® de tal forma que crey¨® que nosotros ya no le ¨¦ramos necesarios. Y si nos rebel¨¢bamos contra ¨¦l nos echaba a la gente encima. Eso lo ensay¨¦ varias veces, ante las comisiones de barrio, para ver hasta qu¨¦ punto era posible introducir la democracia de base; y era un suicidio pol¨ªtico.
P. ??l sigue teniendo apoyo?
R. Ya nadie sintoniza con Dud¨². Pero si yo volviera a nacer volver¨ªa apoyarle en aquel momento. Fue una persona necesaria que hizo un trabajo que reconocemos. Los l¨ªderes son producto de las masas, y ¨¦l ha jugado un papel muy importante. Pero se endios¨®. Un l¨ªder que se pasee por la Ca?ada de la Muerte con un Mercedes 300 ya eso no lo aguanto, no lo resisto.
[La Ca?ada de la Muerte es un suburbio musulm¨¢n melillense].
P. ?Qui¨¦n se lo regal¨®?
R. Creo que fueron los comerciantes musulmanes, que reunieron dinero pero a instancias de ¨¦l, porque no fue una iniciativa de los comerciantes.
P. ?C¨®mo va ahora el ritmo de concesi¨®n de nacionalidades?
R. Va relativamente lento. La misma Administraci¨®n dec¨ªa que a finales de 1987 estar¨ªan resueltas todas, pero ahora mismo faltan 2.000 expedientes todav¨ªa. Seg¨²n la Administraci¨®n, hay 18.000 musulmanes, que yo creo que son m¨¢s, m¨¢s de 20.000. De ellos, son espa?oles con carn¨¦ entre 4.000 y 4.200, merced a las nacionalidades que han dado entre 1987 y 1988; m¨¢s 3.500 de antes, a los que se otorg¨® por haber nacido en suelo espa?ol, cuando las leyes admit¨ªan eso al contrario que ahora. [Los n¨²meros no cuadran porque s¨®lo tienen carn¨¦ los mayores de 18 a?os].
P. ?Es ¨¦sta la principal reivindicaci¨®n de los musulmanes, ser espa?oles?
R. Lo que ha sido consensuado por los musulmanes es que se d¨¦ una equiparaci¨®n entre musulmanes y cristianos. Nosotros queremos ser espa?oles de pleno derecho, ciudadanos de primera categor¨ªa. Y eso pasa por la Constituci¨®n espa?ola. Que hayan variado los planteamientos de Dud¨² es otra cosa, pero los planteamientos de los musulmanes son ¨¦stos.
P. Dud¨² dijo que Melilla debe integrarse en Marruecos.
R. Queremos ser espa?oles, y as¨ª ha sido siempre. Se han confundido los planteamientos de un se?or con lo que la colectividad dice. Por eso ha perdido el liderazgo el se?or Dud¨².
P. ?Es usted el nuevo l¨ªder?
R. No quiero serlo. Creo en un coordinador, que trabaje en ello un a?o o dos y deje paso a quien le suceda. No hay que endiosar ahora a otro, fabricar una bomba para que estalle en las manos. Hemos creado Ne¨®polis, una asociaci¨®n para musulmanes y cristianos, para que sea una vanguardia de ideas. El movimiento de masas ha pasado, y han de primar los planteamientos coherentes y sensatos: los estudios sobre la educaci¨®n para los musulmanes melillenses, los problemas sociales, de vivienda, los problemas laborales de los musulmanes. Hay que elaborar documentos, informes. Eso nunca se ha hecho. Hay que dar alternativas, para lograr la incorporaci¨®n de los musulmanes. Ahora, en la junta directiva el ¨²nico no licenciado soy yo. Los otros seis miembros tienen t¨ªtulos universitarios. En la junta de Dud¨² era al rev¨¦s: el ¨²nico licenciado era ¨¦l.
P. ?Se presentar¨ªa a las pr¨®ximas elecciones municipales?
R. Si los musulmanes me lo mandan, s¨ª. Ya me propuso el PSOE que me presentara en su lista en las pasadas elecciones y dije que no, porque no ten¨ªa el benepl¨¢cito de los musulmanes.
P. ?Qu¨¦ ocurrir¨ªa si un d¨ªa, merced a la mayor felicidad musulmana, por ejemplo, hubiese en Melilla un alcalde musulm¨¢n, que tendr¨ªa una dependencia de Hassan II como jefe religioso?
R. Ese alcalde tendr¨ªa que depender de la Constituci¨®n. Tambi¨¦n los cristianos dependen del Papa.
P. ?Qu¨¦ opina de C¨¦spedes?
R. C¨¦spedes ven¨ªa con unas miras equivocadas, con una pol¨ªtica err¨®nea marcada desde Madrid, ven¨ªa a aplicar la ley de Extranjer¨ªa. Ha habido una variaci¨®n, se pas¨® a la pol¨ªtica de dar a cada musulm¨¢n sus derechos. Hoy por hoy, est¨¢ jugando un papel muy importante para que la llamada integraci¨®n del colectivo musulm¨¢n vaya teniendo auge en todos los campos. Hace unos meses, una comisi¨®n de musulmanes fue a visitarle porque se enteraron de que igual se volv¨ªa a Madrid, para expresarle su preocupaci¨®n.
P. ?Qui¨¦n eligi¨® esa comisi¨®n?
R. Fue una comisi¨®n espont¨¢nea. Porque la intencionalidad de C¨¦spedes sintoniza con la del colectivo musulm¨¢n. Y porque un relevo cuando a¨²n no se ha culminado un proceso siempre traumatiza. Hoy por hoy, sintoniza con la verdadera l¨ªnea reivindicativa. Est¨¢ jugando un papel fundamental, y no queremos que se vaya ahora.
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