Ben Al¨ª ahoga por el pluralismo para T¨²nez

La Agrupaci¨®n Constitucional Democr¨¢tica -nueva denom¨ªnaci¨®n del viejo Partido Desturiano de Habib Burguiba- comenz¨® ayer en T¨²nez un congreso de tres d¨ªas de duraci¨®n, que deber¨¢ legitimar las profundas transformaciones impuestas a la sociedad tunecina por el presidente Ben Al¨ª, que ayer afirm¨®: "Hoy en d¨ªa ya no es posible para ning¨²n partido gobernar en ausencia de una reconciliaci¨®n nacional. El pluralismo ya no es una mera posibilidad; se ha convertido en una necesidad". Desde la deposici¨®n de Burguiba y su propio acceso al poder, el pasado noviembre, Ben Al¨ª ha emprendido una espectacular liberalizaci¨®n de la vida pol¨ªtica tunecina.En las ¨²ltimas semanas, los bustos y estatuas de Burguiba han comenzado a desaparecer de las ciudades tunecinas, informa Javier Valenzuela desde Rabat. Las calles, plazas y avenidas que llevaban el nombre del Combatiente Supremo est¨¢n siendo rebautizadas. Desaparecen las plazas conmemorativas. Es toda una operaci¨®n de lavado de cara, que se efect¨²a con discreci¨®n, principalmente durante la noche, para no herir susceptibilidades.

Las bestias negras del burguibismo regresan poco a poco del exilio; las c¨¢rceles se vac¨ªan de presos pol¨ªticos; los partidos de oposici¨®n y los sindicatos empiezan a actuar sin restricciones; se proclama la libertad de prensa y se refuerza la Constituci¨®n, para abolir la posibilidad de una presidencia vitalicia. En s¨®lo nueve meses, Ben Al¨ª ha probado la seriedad de su voluntad de democratizaci¨®n.

En su discurso de ayer, Ben Al¨ª dijo que utilizar¨ªa por ¨²ltima vez, y de forma limitada, la prerrogativa presidencial de escoger al Comit¨¦ Central del partido. Ben Al¨ª apel¨® de nuevo a un pacto nacional, en lo que se vio apoyado por Ahmed Mestiri, ex ministro del Interior y l¨ªder de uno de los principales partidos de oposici¨®n, el Movimiento de Socialistas Dem¨®cratas, que se vio invitado a dirigirse al congreso del partido gubernamental.

En las pr¨®ximas elecciones generales, anunciadas para 1991, la Agrupaci¨®n Constitucional Democr¨¢tica tendr¨¢ que competir, por primera vez en su larga historia, en igualdad de condiciones con otras fuerzas pol¨ªticas.