Burguiba, punto y final
EL CONGRESO de la Agrupaci¨®n Constitucional Democr¨¢tica de T¨²nez (nuevo nombre del antiguo partido socialista desturiano) quedar¨¢, sin duda, como un hito importante en la historia del pa¨ªs. Concluy¨® el pasado 1 de agosto y ha significado el fin de una etapa marcada por la personalidad del l¨ªder de la lucha por la independencia, Habib Burguiba. El congreso ha puesto un punto final al burguibismo, aunque el anciano l¨ªder viva a¨²n, aislado y medio prisionero, en uno de sus palacios. Desde que en noviembre del a?o pasado se hizo cargo del poder el nuevo presidente, Ben Al¨ª, cambios sustanciales han tenido lugar, sin ruptura pero a un ritmo bastante r¨¢pido. El hecho de que Ben Al¨ª fuese un militar suscit¨® al principio temores sobre la orientaci¨®n que tomar¨ªa la pol¨ªtica tunecina. Ahora cabe decir que el pa¨ªs evoluciona hacia la democracia y el pluralismo.No era f¨¢cil la herencia de Burguiba, exaltado por su papel hist¨®rico como liberador y padre de la patria. Pero en la ¨²ltima d¨¦cada, prolongando su presidencia cuando sus facultades estaban en franca decadencia, las carencias del sistema pol¨ªtico se agravaron hasta un grado insostenible. Se utiliz¨® cada vez m¨¢s la represi¨®n contra los adversarios pol¨ªticos; las libertades pol¨ªticas quedaron anuladas; el partido gubernamental degener¨®, convertido en simple instrumento del jefe supremo.
Ben Al¨ª, adem¨¢s de hacer frente a una situaci¨®n econ¨®mica y social grav¨ªsima, ha tomado medidas para sanear el ambiente. Numerosos presos pol¨ªticos han sido puestos en libertad. Se ha afianzado la pluralidad en la Prensa. Al reorganizar su Gobierno en v¨ªsperas del congreso, Ben Al¨ª, apartando a ministros de la etapa anterior, ha reforzado el n¨²cleo de las personas m¨¢s adictas a ¨¦l y ha dado entrada a nuevas figuras, sobre todo a tecn¨®cratas, en los departamentos econ¨®micos. Pero lo que m¨¢s destaca en su posici¨®n pol¨ªtica es la fuerza con que plantea la necesidad de establecer un sistema pluralista. Fue el centro de sus discursos ante el congreso del partido gubernamental. Rompiendo con una tradici¨®n de desprecio y de persecuci¨®n contra los otros partidos legales, Ben Al¨ª les invit¨® a estar presentes y a hablar en el congreso de la Agrupaci¨®n Constitucional Democr¨¢tica. Al mismo tiempo, con respecto al fundamentalismo isl¨¢mico, su pol¨ªtica tiende a facilitar, con indultos y otras medidas, que se integren en una actividad pol¨ªtica legal.
Ben Al¨ª anunci¨® ante el congreso de su partido que en el futuro el Estado tratar¨¢ por igual a los diversos partidos. No es f¨¢cil que tal compromiso se convierta en realidad, al menos por ahora. El sistema de partido ¨²nico est¨¢ firmemente arraigado: empezando por el hecho de que el presidente de la Rep¨²blica lo es a la vez del partido. En el bur¨® pol¨ªtico de ¨¦ste figuran los principales ministros. Para que se establezca un pluralismo real es urgente se celebren elecciones con posibilidades iguales para todos. Ben Al¨ª las ha anunciado, pero sin fijar fecha.
Esta evoluci¨®n de T¨²nez hacia una democracia pluralista, con todas sus imperfecciones, debe situarse en el marco de la variedad de sistemas pol¨ªticos que existe en el Magreb. Al lado de Argelia y Libia, con reg¨ªmenes de partido ¨²nico, la monarqu¨ªa marroqu¨ª reconoce la pluralidad de partidos, si bien no han desaparecido los casos de represi¨®n por causas pol¨ªticas. El acercamiento de las posiciones entre dichos pa¨ªses debe conducir -como ha subrayado el rey de Marruecos en unas declaraciones recientes- a una integraci¨®n flexible, que ser¨¢ un factor importante de estabilidad. Si bien ese proceso no afecta a la diversidad de sistemas pol¨ªticos, no cabe duda de que la evoluci¨®n democr¨¢tica en T¨²nez tendr¨¢ efectos positivos en la regi¨®n.
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