La muerte de las focas, un aviso de la naturaleza
Representantes de 13 pa¨ªses se re¨²nen en Estocolmo para frenar la cat¨¢strofe ecol¨®gica en el mar del Norte
Una epidemia que se ha extendido en los ¨²ltimos meses por los mares del Norte y B¨¢ltico y est¨¢ llegando ahora a las costas de Holanda y del Reino Unido ha provocado la muerte de miles de focas -se cree que ha muerto la mitad de ejemplares en algunas especies- en lo que constituye la peor cat¨¢strofe ecol¨®gica que se recuerda en esta zona. El Gobierno sueco ha convocado a expertos y representantes de 13 pa¨ªses en una reuni¨®n urgente que empezar¨¢ el pr¨®ximo jueves en Estocolmo.
La opini¨®n p¨²blica ha reaccionado con gran alarma ante la creciente gravedad de la situaci¨®n. La impresi¨®n dominante es que la contaminaci¨®n sistem¨¢tica y prolongada de las aguas por desechos de diversa procedencia ha provocado una alteraci¨®n estructural del ecosistema.La primera alarma provino de la aparici¨®n en las costas de Suecia y Dinamarca de algas venenosas que se desplazaban como un ej¨¦rcito exterminador a lo largo de varios kil¨®metros, formando una especie de muro de varios metros de profundidad desde la superficie, ocasionando la muerte masiva de diversas especies marinas. Se identific¨® el tipo de alga, pero no se pudo determinar con rigor cient¨ªfico la causa que hab¨ªa provocado un florecimiento totalmente anormal.
Acontecimientos posteriores parecen reforzar esta hip¨®tesis ya que no s¨®lo las especies marinas han sido afectadas sino que tambi¨¦n las aves muestran en di chas costas fen¨®menos hasta ahora inexistentes. Muerte en cantidades superiores a lo normal, despiertan curiosidad entre los cient¨ªficos. Tambi¨¦n las personas han resultado afectadas, ya que la comprobaci¨®n de altos niveles de contaminaci¨®n en las hermosas playas de la regi¨®n han obligado a la clausura de muchas. Bajo una apariencia id¨ªlica la naturaleza parece vengarse acechando con la muerte.
El pasado mes de abril se tuvieron los primeros indicios de la magnitud de la cat¨¢strofe cuando comenzaron a aparecer cad¨¢veres de focas en el estrecho de Kattegat, brazo occidental del mar del Norte que separa las costas de Suecia y de Dinamarca. Un virus en principio desconocido, pero identificado m¨¢s tarde en el laboratorio de biomedicina de la universidad de Upsala, en Suecia, como el virus Picorna, era el causante de la muerte.
Una muerte particularmente penosa, porque la inflamaci¨®n de los pulmones provoca dificulta des en la respiraci¨®n y finalmente la asfixia. Pero la autopsia revel¨® que no son ¨²nicamente las v¨ªas respiratorias las afectadas. El esqueleto, los dientes, los ¨®rganos reproductores y los ri?ones aparecieron seriamente da?ados Esto indicar¨ªa, seg¨²n los expertos, que el ataque del virus determina una ca¨ªda de las defensas inmunol¨®gicas del animal, por lo que recuerda en muchos aspectos los efectos del virus del SIDA en los humanos. Los vertidos de productos qu¨ªmicos con un elevado contenido de dioxinas combinadas con otras sustancias venenosas ser¨ªan los causantes de la epidemia. Pero esto no ha sido todav¨ªa cient¨ªficamente probado.
Las cifras var¨ªan
La identificaci¨®n del virus hace posible la fabricaci¨®n de una vacuna, pero su aplicaci¨®n s¨®lo ser¨ªa posible en algunos lugares, como en los Pa¨ªses Bajos, donde las focas viven en espacios delimitados. El foco aparecido en las costas suecas, danesas y noruegas produjo la muerte de por lo menos la mitad de una de las tres variedades de focas localizables en esa regi¨®n. Pero las cifras var¨ªan tanto como las especulaciones sobre la causa de la epidemia, sobre todo en las costas escandinavas, cuyas caracter¨ªsticas hacen dif¨ªcil la localizaci¨®n de todos los cad¨¢veres.
El foco inicial comenz¨® a expandirse r¨¢pidamente primero en las variedades que viven en colonias, lo que facilita el contagio, y posteriormente a otros lugares del mar del Norte y del B¨¢ltico. Desde la isla danesa de Anholt, donde se origin¨® la epidemia, se extendi¨® hacia el Norte, primero Suecia y Noruega, despu¨¦s Holanda y ahora se teme alcancelas costas brit¨¢nicas, donde vive la mayor concentraci¨®n del tipo de foca knubb, en n¨²mero de unas 25.000. La expansi¨®n hacia el Sur ha tenido en estos d¨ªas los primeros indicios con la aparici¨®n de cad¨¢veres todav¨ªa en muy peque?a cantidad de otra variedad, las llamadas focas grises. En la costa de la ciudad de Malmo, en el extremo sur de Suecia, se han encontrado las primeras focas muertas, cuya autopsia revel¨® los mismos estragos observados en la variedad anterior. La extinci¨®n progresiva de esta subespecie de focas que viven en la costa suroriental del B¨¢ltico ha sido espectacular desde principios de siglo, en que su n¨²mero era calculado en 100.000, a las actuales 2.000, por diversas causas, algunas poco conocidas.
La cast¨¢strofe es bastante peor de lo que se crey¨® en un primer momento, seg¨²n un informe del secretariado de investigaci¨®n de la RFA dado a conocer en estos d¨ªas. S¨®lo de una de las tres variedades de focas, las knubb, cuyo n¨²mero en Europa se estima en 60.000, los expertos opinan que podr¨ªan sobrevivir apenas un 20%.
Incertidumbre acerca del n¨²mero total de animales afectados, desconocimiento de las causas precisas, desuni¨®n de los investigadores al respecto y continuidad en la contaminaci¨®n configuran un panorama poco alentador. En lo ¨²nico en que existe unanimidad de criterios es en que los miles de toneladas de productos nocivos que se vierten a los mares cada a?o significan una agresi¨®n al ecosistema imposible de cuantificar.
El investigador Tero Harkonen, de la estaci¨®n de biolog¨ªa marina de Tjarno, en la costa occidental de Suecia, aut¨¦nticamente conmovido ante la dolorosa agon¨ªa de las focas, a las que a trav¨¦s de a?os de trabajo ha aprendido a querer, manifiesta que "lo ¨²nico sensato que con vistas al futuro puede intentarse, aparte de estudiar todo el material posible y desentra?ar las causas de la epidemia, es cesar de inmediato la contaminaci¨®n".
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