24.000 muertos en las matanzas tribales de Burundi
Al menos 24.000 personas han muerto en las matanzas tribales registradas la pasada semana en Burundi, peque?o pa¨ªs enclavado en el ?frica central. Unas 3.000 familias pertenecientes a la tribu dominante tutsi fueron diezmadas por muchedumbres encolerizadas de hutus, tribu mayoritaria y marginada del poder, que asaltaron las viviendas de sus compatriotas, armados de lanzas, machetes y pu?ales, en el norte del pa¨ªs. El temor a nuevas matanzas ha provocado ya el ¨¦xodo de unos 30.000 tutsis hacia la frontera con Ruanda.
Las matanzas fueron confirmadas ayer por fuentes del, Gobierno de Bujumbura, la capital del pa¨ªs. Burundi, que logr¨® la independencia en 1962, ya ha sido escenario de otros enfrentamientos tribales provocados por los resentimientos de la etnia hutu, que a pesar de constituir el 80% ele los 4,5 millones de habitantes, del pa¨ªs, se halla marginada del poder por los tutsis, que s¨®lo integran el, 19% de la poblaci¨®n pero mantienen el control absoluto del Ej¨¦rcito y el Gobierno.Los enfrentamientos comenzaron la pasada semana en la localidad de Ntega, en la provincia septentrional de Kirundo. Seg¨²n el relato de algunos supervivientes, el desencadenante de las iras de los hutu fue la muerte por disparos de al menos dos miembros de esta etnia a manos de un soldado tutsi en Ntega. El supuesto asesino fue linchado seguidamente por una multitud de hutus que se lanzaron al asalto de las viviendas pertenecientes a tutsis con lanzas, machetes y garrotes matando a hombres, mujeres y ni?os.
Seg¨²n los relatos de ruandeses procedentes de la zona del r¨ªo Akanyaru -que marca la frontera entre Ruanda y Burundi-, las aguas arrastran cada d¨ªa decenas de cad¨¢veres de las v¨ªctimas de las matanzas.
Refugiados
Unos 30.000 tutsis han logrado escapar -muchos de ellos heridos- a Ruanda, cuya frontera se halla en las proximidades de las localidades donde se han producido las matanzas, seg¨²n inform¨® ayer el representante en Ruanda del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados.A pesar de que el Gobierno de Burundi declar¨® ayer que "la situaci¨®n est¨¢ en v¨ªas de normalizarse", no se descartan nuevos brotes sangrientos, por lo que la avalancha de fugitivos tiende a aumentar, a raz¨®n de 5.000 personas por d¨ªa que cruzan la frontera a pie, sin provisiones ni equipaje. Seg¨²n los huidos, los refuerzos militares que el Gobierno ha enviado a la zona han llevado a cabo sangrientas represalias contra los hutu.
Muchos de los que lograron llegar a Ruanda se hallan heridos. Angele Barbarariburu, una refugiada que fue atendida en un hospital ruand¨¦s, relat¨® c¨®mo algunos soldados irrumpieron en su vivienda y la obligaron a tumbarse en el suelo, ante la entrada de la casa, junto a sus nueve hijos y all¨ª fueron acuchillados en el cuello con las bayonetas con las que iban armados los agresores. Seg¨²n cont¨® Angele, logr¨® escapar despu¨¦s de que los asaltantes abandonaron su casa creyendo, equivocadamente, que todos estaban muertos.
El flujo de huidos de Burundi amenaza con desbordar la infraestructura del Gobierno ruand¨¦s y ha obligado a las autoridades de Kigali a realizar un llamamiento para el env¨ªo de ayuda dirigido a los organizaciones internacionales para el env¨ªo de v¨ªveres, ropas, medicinas y tiendas en las que alojar a los refugiados que han sido concentrados principalmente en las localidades de Kirarambogo y Runyinya, al sur de Kigali, donde se hallan unos 10.000 y 12.000 huidos, respectivamente.
Escuelas, edificios p¨²blicos y privados han sido puestos a disposici¨®n de los desplazados, en su mayor¨ªa mujeres y ni?os, por las autoridades de Ruanda, donde, al igual que en Burundi, es mayoritaria la etnia hutu. Pero la imposibilidad de dar cobijo a todos se ha convertido en una de las principales preocupaciones del Gobierno ante la proximidad de las lluvias que recientemente dejaron sin hogar a 12.000. habitantes de este pa¨ªs.
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