Le Pen se queda solo
La vida pol¨ªtica francesa sufre una incre¨ªble aceleraci¨®n, como demuestra la evoluci¨®n de la imagen p¨²blica de JeanMarie Le Pen y su Frente Nacional a cinco meses de la primera vuelta de la elecci¨®n presidencial, en la que casi un 15% de los franceses votaron al Candidato de la extrema derecha. En escasos d¨ªas el Frente Nacional ha empezado a desgarrarse en divisiones, la neogaullista Asamblea para la Rep¨²blica (RPR) ha prohibido todas las alianzas, incluso locales, con esta formaci¨®n y los electores ultraderechistas han empezado a flaquear en una elecci¨®n parcial de dos diputados, la primera que se celebra despu¨¦s de la racha electoral de antes del verano.El catalizador del desmoronamiento del lepenismo parece haber sido un juego de palabras del dirigente ultraderechista con el nombre de un ministro, Michel Durafour, al que llam¨® "Durafour cr¨¦matoire" (Dura-horno crematorio) y que ha sido interpretado como revelador del subconsciente de Le Pen.
La crisis del lepenismo aunque puede crear dificultades a muchos candidatos conservadores en las pr¨®ximas elecciones cantonales -25 de septiembre y 2 de octubre- y municipales -marzo de 1989-, pone en un aprieto al Partido Socialista, a quien la derecha le exige ahora id¨¦ntica medida de aislamiento respecto al Partido Comunista.
Por ejemplo, el ex presidente Val¨¦ry Giscard d'Estaing, que hasta ahora hab¨ªa eludido definirse sobre los pactos electorales con el lepenismo, asegur¨® el pasado fin de semana que "la UDF (Uni¨®n para la Democracia Francesa) condenar¨¢ las alianzas con los dos extremos, las de la izquierda con la extrema izquierda y las de la derecha y el centro con la extrema derecha".
Georges Marchais, el secretario general del PCF, calific¨® el domingo de "infame" y "abyecto" el paralelismo. "Entre la extrema derecha que representa Le Pen y nosotros no hay tan s¨®lo una oposici¨®n total de ideas y de comportamientos, hay sangre, la de decenas de miles de resistentes comunistas torturados, deportados y asesinados por los predecesores nazis de Le Pen".
Recuperaci¨®n de la derecha
El confinamiento del lepenismo a un espacio residual en la pol¨ªtica francesa renueva las esperanzas de recuperaci¨®n de la derecha, a base de asentarse en un terreno ideol¨®gico conservador bien diferenciado del centrismo y del mitterrandismo, hasta recuperar parte del electorado del Frente Nacional, y supone tambi¨¦n una nueva dificultad para la arriesgada maniobra emprendida por el presidente de la Rep¨²blica, Fran?ois Mitterrand, de remodelar el entero mapa pol¨ªtico alrededor de una hegemon¨ªa del centro-izquierda organizada por el Partido Socialista.
Tambi¨¦n dificultar¨¢ las cosas al primer ministro, Michel Rocard, que est¨¢ obligado a apoyarse en una mayor¨ªa parlamentaria variable, ora con los comunistas, ora con los centristas. El miedo a la extrema derecha y las veleidades de muchos conservadores, sin escr¨²pulos para pactar con Le Pen, han sido hasta ahora las principales bazas utilizadas por los socialistas para debilitar a la derecha y captar a los centristas. Rocard est¨¢ a punto de obtener, sin embargo, un buen rendimiento del aislamiento de Le Pen gracias al refer¨¦ndum sobre Nueva Caledonia de noviembre.
El decantamiento definitivo depende s¨®lo de la decisi¨®n de los neogaullistas de la Asamblea para la Rep¨²blica (RPR), proclives en un principio a la abstenci¨®n, pero cada vez m¨¢s convencidos de la utilidad de un voto afirmativo, cuyo rendimiento, como el de la prohibici¨®n del pacto maldito con Le Pen, deber¨¢ demostrarse a m¨¢s largo plazo, aunque por el momento refuerce al Gobierno socialista.
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