Seis silencios

La empresa de la Maestranza nos sirvi¨® ayer, como aperitivo de la inmediata feria de San Miguel, un cartel m¨¢s propio de una nocturna canicular que del ¨²ltimo domingo de septiembre. Por lo visto la empresa tiene suficiente negocio con la feria de abril, y nos castiga el resto de la temporada a los aficionados con festejos como el de ayer. Los pocos aficionados, naturalmente, que todav¨ªa permanecen fieles, m¨¢s los turistas.Los turistas debieron abandonas la plaza asombrados. ?Y en esto consiste la tan cacareada fiesta nacional?, se preguntar¨ªan. Los aficionados de la Maestranza, que no se irritan, y menos con principiantes, les prodigaron con su silencio, reiterado en los seis novillos, la m¨¢s cruel indiferencia. Pienso, no obstante, que la indiferencia no era para los novilleros sino para la empresa.

Enrique Vera, el m¨¢s placeado, no acert¨® a centrarse ni a estarse quieto en ninguno de sus enemigos. El mexicano Paco Rivas, sin ser valiente, estuvo muy a imerced de sus novillos, especialmente del quinto, que fue dificil. El debutante jerezano Francisco Peregrino derroch¨® ignorancia y valor que es lo que debe atesorar un principiante.