Mucho ruido y pocas nueces

Cuando hace cuatro a?os abandon¨¦ el cuarto curso de Historia para ir como fille au-pair a Ginebra, y de hecho pas¨¦ otro a?o trabajando en la hosteler¨ªa, no imagin¨¦ la desesperaci¨®n que significa no tener empleo en este pa¨ªs. De vuelta, a finales de 1985, pude costearme la estancia de dos a?os en Sevilla y terminar la especialidad de Historia de Am¨¦rica. Despu¨¦s de 18 meses, el subsidio de desempleo por retorno de emigrante se termin¨®, y ah¨ª se acabaron mis derechos.He estado un a?o pidiendo becas de investigaci¨®n sobre temas latinoamericanos (CSIC, Junta de Andaluc¨ªa, etc¨¦tera), envi¨¦ una solicitud para ir como cooperante a Am¨¦rica Latina; la respuesta fue: becas denegadas, y la prioridad de la experiencia para la ¨²ltima tentativa. Con 27 a?os, sin recursos econ¨®micos, no siendo joven, no teniendo experiencia, las perspectivas son reducidas para encontrar trabajo, y m¨¢s con una licenciatura de Letras.

Mi indignaci¨®n es para con el Gobierno y su pol¨ªtica m¨¢s bien hip¨®crita en cuanto al desempleo y sus relaciones con Am¨¦rica Latina. Cuando hace unos meses le¨ª en EL PA?S el inter¨¦s de la Comunidad Europea por informar y enviar cooperantes mujeres espa?olas al Nuevo Continente, una sonrisa de lo m¨¢s ir¨®nica se dibuj¨® en mis labios. No s¨¦ si la Administraci¨®n no informa, est¨¢ absorbida en una torpe burocracia o demasiado ocupada en celebraciones futuras, como la de 1992.

Ser¨ªa rocambolesco pensar que si volviera a Suiza para buscar trabajo terminar¨ªa partiendo desde all¨ª para Am¨¦rica Latina como cooperante. Y habr¨¢ que pensar que Espa?a es el portavoz m¨¢s v¨¢lido en Europa para los pa¨ªses latinoamericanos. Mucho ruido y pocas nueces; ¨¦sa es mi opini¨®n- Ana Mar¨ªa Ortega.