Un pobre espect¨¢culo

?. C., Con la pen¨²ltima de feria ofrec¨ªa la empresa el actual cartel de diestros banderilleros. Espl¨¢, Mendes y El Soro se han erigido en titulares imprescindibles en las ferias de post¨ªn y de las otras y se hace raro ver otro anuncio sin ellos. Tal y como los tres estuvieron ayer, mejor hubiera sido ver en los carteles apel¨¦, mel¨¦ y el palo la escoba, y el p¨²blico al final sali¨® hablando, como ya es costumbre en tarde de grises, de lo mona que va a quedar esta plaza cuando terminen la colocaci¨®n total de la cubierta antitodo.

La cubierta antitodo no remedia la condici¨®n natural de los diestros, por eso ayer el pobre espect¨¢culo que dio la terna fue insalvable. Por vez primera en la feria se cambi¨¦ un toro inv¨¢lido, cuando lo l¨®gico era haber devuelto, s¨®lo en la corrida de ayer, m¨¢s de uno, pero se hace notoria la condescendencia que esta autoridad del palco tiene para con la empresa.

La enga?ifa ayer fue una corrida de banderilleros en donde no se cort¨® ni una oreja y menos se dio la m¨¢s m¨ªsera vuelta al ruedo. Los toros mansearon descastadamente pero hubieran servido algunos de mostrar cierto inter¨¦s los diestros. Con el n¨²mero de las banderillas se conforman y para m¨¢s, como ayer, lo hacen mal. Unas veces clavaban pasado, otras ca¨ªdo, carreras para reunir, galopadas para salir y en las m¨¢s de las veces se tomaba el olivo por acto reflejo. Los diestros contentos porque en Zaragoza se aplaude hasta los puyazos traseros; saludaban al respetable y ¨¦ste satisfecho porque ya tiene una plaza casi cubierta.

El primero de Espl¨¢ que entraba rebrincado le motiv¨®, tras cuatro muletazos mal tirados, para tomar la espada y atravesar. Con el cuarto, toro repetidor y con nervio, trat¨® de someter en corta serie, baja la mano y tras el adorno seguido del ga?af¨®n abrevi¨¦.

V¨ªctor Mendes, propenso al salto de la barrera, aguant¨® la calamocheante embestida de su primero y tras los doblones con empaque ante el quinto extrajo derechazos a pesar de ahogar la embestida y naturales vulgares sin someter. Opt¨® por los molinetes, que aqu¨ª encandilan de lo lindo. El Soro, que ofrece a la concurrencia lo que sabe, deleit¨® con el zapatillazo, p¨¦ndulo, molinetes, mantazo, rodillazos y todo cuanto acaba en anodino. Es el toreo de este diestro lo que m¨¢s se lleva en las ferias, no en todas pero s¨ª en muchas que en poco difieren de la de Zaragoza.