EE UU pagar¨¢ m¨¢s a Filipinas por el uso de dos bases
Estados Unidos se asegur¨® formalmente ayer, por 481 millones de d¨®lares anuales (60.125 millones de pesetas), el uso hasta 1991 de las m¨¢s importantes bases que tiene fuera del pa¨ªs: la a¨¦rea de Clark y la naval de Subic Bay, en Filipinas. Los responsables de las dos diplomacias, George Shultz y Raid Manglapus, respectivamente, firmaron en Washington un acuerdo por dos a?os, que contiene tambi¨¦n una ayuda indirecta y un compromiso de apoyo econ¨®mico para paliar la deuda externa de 28.000 millones de d¨®lares que tiene Filipinas.
El acuerdo con ese pa¨ªs asi¨¢tico, clave en la estrategia geopol¨ªtica de Washington, es s¨®lo una soluci¨®n temporal pero abre el camino a la negociaci¨®n de uno definitivo, sobre el futuro de las bases, a partir de 1991. Entonces expira el actual por el que EE UU -por el barato precio de 181 millones de d¨®lares anuales- obtuvo acceso a las bases.El Gobierno de Manila ped¨ªa 1.200 millones de d¨®lares como "renta" por las bases, y provoc¨® una renegociaci¨®n antes de tiempo del acuerdo. Para contentarle EE UU ha prometido, tambi¨¦n, adem¨¢s de esa ayuda directa de 962 millones de d¨®lares, otra indirecta de 500 millones de d¨®lares a trav¨¦s del Consejo de inversiones privadas en el exterior (OPIC) y del Banco de Exportaci¨®n-Importaci¨®n.
El acuerdo con Filipinas acaba, de momento, con uno de los m¨¢s importantes quebraderos de cabeza de la pol¨ªtica exterior de EE UU. Los aliados han dejado de dar un cheque en blanco al Pent¨¢gono para la utilizaci¨®n de bases y cada vez son mayores las exigencias. La Administraci¨®n de Reagan ha solucionado ya el contencioso con Portugal, Espa?a y, temporalmente, con Filipinas. Le queda ahora el problema de Grecia.
El acuerdo firmado ayer en el Departamento de Estado contiene garant¨ªas de Fil¨ªpinas para que continu¨¦ la escala y sobrevuelo de buques y aviones norteamericanos con carga nuclear. La ¨²nica cesi¨®n norteamericana es que el acuerdo concede al Gobierno filipino la decisi¨®n ¨²ltima sobre qu¨¦ armas nucleares pueden ser almacenadas en el pa¨ªs.
Al parecer, se ha seguido el precedente espa?ol con algunas limitaciones en la introducci¨®n y almacenamiento de armas at¨®micas. Al igual que en el acuerdo con Madrid, EE UU obtiene el respeto a su pol¨ªtica de no admitir preguntas sobre el contenido de sus buques. Pero el Gobierno filipino no ha conseguido, como Felipe Gonz¨¢lez, aplicar la jurisdicci¨®n filipina a los norteamericanos estacionados en las bases, que ascienden a unos 18.000 hombres.
Manglapus dijo que un acuerdo generoso, que permita la recuperaci¨®n de la econom¨ªa filipina, facilitar¨¢ la renovaci¨®n de las bases dentro de dos a?os. Clark y Subic Bay son consideradas por el Pent¨¢gono indispensables para la protecci¨®n de las l¨ªneas de navegaci¨®n desde el Pac¨ªfico hasta el Golfo P¨¦rsico.
Sin embargo, las pretensiones filipinas hicieron pensar en la posibilidad de buscar una alternativa a las instalaciones militares en Guam o en Hawai. La firma del acuerdo se ha hecho finalmente posible gracias a la aceptaci¨®n del Tesoro estadounidense de un programa, al parecer de 100 millones de d¨®lares, para reconvertir parte de la deuda de Manila. En cualquier caso los detalles en la ejecuci¨®n de las ayudas econ¨®micas quedar¨¢n para el siguiente presidente y para el nuevo Congreso. ?ste era partidario de aumentar la ayuda para estabilizar la nueva democracia filipina.
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