Los sandinistas se aferran al 'Juana'
La oposici¨®n acusa al Gobierno nicarag¨¹ense de exagerar la cat¨¢strofe
El hurac¨¢n Juana, que el pasado fin de semana cruz¨® Nicaragua de costa a costa, no s¨®lo ha significado muerte y destrucci¨®n para este pa¨ªs sino una buena oportunidad para que el Frente Sandinista de Liberaci¨®n Nacional (FSLN), sumido en el momento de m¨¢s baja popularidad en nueve a?os de revoluci¨®n, intente recuperar la confianza de la poblaci¨®n y de sus propias bases. El Frente lo ha hecho todo, excepto parar el hurac¨¢n, es el eje de la campa?a de propaganda profusamente divulgada desde el poder. La oposici¨®n acusa al Gobierno de haber exagerado intencionadamente la magnitud de la cat¨¢strofe con fines pol¨ªticos.
Los nueve comandantes que integran la direcci¨®n nacional del FSLN se echaron a la calle para ponerse al frente de las labores de rescate y socorro. En Managua, Tom¨¢s Borge se esforzaba por convencer personalmente a los habitantes de zonas peligrosas de que abandonasen sus casas y ocuparan los refugios. Bayardo Arce recuper¨® su antiguo papel de periodista y tom¨® los micr¨®fonos de la radio para dirigir desde ella la campa?a de informaci¨®n a la poblaci¨®n.Casa por casa, los comandantes y dirigentes del Frente recorrieron las ciudades afectadas por los vientos y lluvias en todo el pa¨ªs. Nadie se qued¨® en su despacho, todos aprovecharon esta ocasi¨®n para mostrar la capacidad organizativa del FSLN para dejarse ver por algunos lugares que no hab¨ªan recorrido durante a?os. "Fue un ba?o de masas muy refrescante", reconoce un funcionario del partido.
Los expertos han admitido que muchas de las medidas tomadas por las autoridades, sobre todo en la costa atl¨¢ntica, donde el hurac¨¢n fue previsto y combatido desde d¨ªas antes de su llegada, resultaron eficaces y, probablemente, evitaron que el n¨²mero de muertos fuera m¨¢s alto.
Sistema de emergencia
Dirigentes del partido se trasladaron antes de la llegada del cicl¨®n a los puntos m¨¢s rec¨®nditos de la costa, poblada por indios que durante d¨¦cadas han vivido al margen de la sociedad nicarag¨¹ense, para evacuar a los habitantes m¨¢s reacios. Todo el sistema de emergencia engrasado durante siete a?os de guerra fue utilizado en esta ocasi¨®n. "Tal vez la gran mayor¨ªa de los 40.000 habitantes de Bluefields hubieran muerto de no haberse tomado las medidas necesarias", cree un diplom¨¢tico extranjero.El Gobierno no quiso dar tiempo a que otros le reconocieran el m¨¦rito. Los diarios oficiales han exaltado insistentemente la labor de las autoridades sandinistas, y el peri¨®dico Barricada, ¨®rgano oficial del FSLN, incluso ha preguntado en un editorial d¨®nde estaba la derecha, d¨®nde estaba la Iglesia y d¨®nde estaba el diario opositor La Prensa durante el hurac¨¢n. El peri¨®dico de la familia Chamorro le contest¨® con otro editorial en el que explicaba que la derecha est¨¢ en la c¨¢rcel (se refer¨ªa a los dirigentes detenidos el pasado julio en la manifestaci¨®n de Nandaime que todav¨ªa siguen en prisi¨®n), la Iglesia, perseguida (existe una campa?a oficial que acusa al cardenal Miguel Obando de actuar a favor de la oposici¨®n) y La Prensa estaba censurada.
La oposici¨®n se ha quejado de que el Gobierno ha politizado el hurac¨¢n en su propio beneficio y que ha aprovechado la cat¨¢strofe para endurecer las medidas de control. Ante la llegada del Juana, el Gobierno declar¨® la pasada semana el estado de emergencia y prohibi¨® la publicaci¨®n de noticias no oficiales relacionadas con el tema. Como consecuencia, La Prensa decidi¨® no publicar nada al respecto, ni oficial ni extraoficial. Un portavoz del Gobierno asegura que esta medida estaba destinada "exclusivamente a evitar el p¨¢nico entre la poblaci¨®n".
Gilberto Cuadra, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), opina que el FSLN ha rechazado la ayuda de personas y grupos no gubernamentales para apuntarse todo el m¨¦rito por el trabajo hecho. "En el pasado", dice, "cuando ocurr¨ªa una desgracia as¨ª se instaba a personalidades pol¨ªticas para que todos contribuyesen".
El presidente del Cosep, uno de los principales organismos de oposici¨®n de Nicaragua, acusa tambi¨¦n al Gobierno de dramatizar los efectos del hurac¨¢n con intenci¨®n de obtener ayuda internacional que le permita resolver los problemas econ¨®micos que ya exist¨ªan antes de la llegada del Juana. Seg¨²n los c¨¢lculos de Cuadra, los da?os provocados por el hurac¨¢n ascienden a un m¨¢ximo de 250 millones de d¨®lares y advierte que todo lo que el Gobierno diga por encima de esta cantidad ser¨¢ desvirtuar la magnitud real de la tragedia. El Gobierno todav¨ªa no ha hecho p¨²blico un c¨¢lculo oficial de los da?os, pero ha adelantado que ¨¦stos han sido superiores a los del terremoto de 1972. De forma m¨¢s o menos abierta, la oposici¨®n ha promovido la no colaboraci¨®n con el Gobierno en los momentos actuales. Desde el exterior, los dirigentes de la contra han obstaculizado las campa?as de solidaridad con Nicaragua con el argumento de que el dinero enviado a este pa¨ªs ir¨ªa a parar a manos del Gobierno y no de los damnificados. En el interior, la oposici¨®n ha denunciado que la ayuda aportada por los ciudadanos particulares est¨¢ siendo manipulada, incluso por organizaciones independientes como la Cruz Roja, a la que los antisandinistas consideran infiltrada por el Gobierno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.