Las malas relaciones con Interior

Interior y la familia Revilla han mantenido un duro pulso durante estos meses. Si en un primer momento parece que la familia incluso permiti¨® la presencia de un grupo policial con aparatos de interceptaci¨®n de llamadas, las relaciones se agriaron con el tiempo. La familia, como es obvio, apostaba por el pago inmediato y la recuperaci¨®n del industrial, mientras Interior fracasaba en la localizaci¨®n del comando y se centraba en impedir el pago.La propia esposa del empresario, Margarita S¨¢nchez, expresaba este enfrentamiento en una entrevista a los cinco meses del secuestro: "Estoy convencida de que al Gobierno le damos igual, le somos indiferentes, y eso creo que es porque no hemos accedido a colaborar con ellos. Si lo hubi¨¦ramos hecho, creo que Emiliano estar¨ªa muerto". Margarita Revilla, hija del empresario, reiter¨® estas cr¨ªticas al Gobierno en una carta enviada a los medios de comunicaci¨®n el 13 de agosto.

Uno de los momentos m¨¢s tensos en este tira y afloja se produjo cuando responsables ministeriales, en la primera etapa de colaboraci¨®n, presentaron a la familia dos maletas id¨¦nticas para que averiguaran en cu¨¢l de ellas se encontraba oculto un transmisor. Durante la inspecci¨®n, el hijo del industrial lo hall¨® sin grandes esfuerzos. El enfado familiar fue manifiesto.

Otro de los principales puntos de enfrentamiento radic¨® en que la familia no perdonaba al ministerio que hubiese olvidado advertir al empresario de que su nombre aparec¨ªa en los papeles de Sokoa. Seg¨²n la familia, d¨ªas despu¨¦s del secuestro, un alto cargo ministerial disculp¨® el olvido explicando que las listas inclu¨ªan 2.000 nombres ordenados alfab¨¦ticamente. El apellido del empresario, l¨®gicamente, aparec¨ªa en la erre.

Interior mantiene que s¨ª advirti¨® al empresario, aunque su familia lo desconoce, porque ¨¦l se lo debi¨® ocultar.