Un buen a?o para el negocio musical
En 1988 se prev¨¦ la venta en Espa?a de m¨¢s de 43 millones de casetes, 'elep¨¦s' y compactos
Parece ser que 1988 ser¨¢ el a?o en que definitivamente se olvide la palabra crisis al hablar de la industria del disco. En Espa?a, de forma paralela a una excelente situaci¨®n del mercado, destaca el hundimiento del single, cuyas m¨ªnimas ventas lo han relegado a una funci¨®n casi exclusivamente promocional. Tambi¨¦n destaca el constante aumento de las ventas de compact disc (CD), que si en Espa?a no son todav¨ªa importantes a pesar de un fuerte aumento porcentual, en EE UU han superado, por primera vez en la historia, las ventas de elep¨¦s. Mientras tanto, el casete se mantiene como formato rey. El balance: disco compacto (CD) y casete, ganan; single y elep¨¦, pierden.
El mercado discogr¨¢fico espa?ol realizar¨ªa en 1988 un a?o r¨¦cord si no fuera por el que parece definitivo hundimiento del mercado del single. Los datos son concluyentes: frente a unas ventas en 1980 -el a?o r¨¦cord de ventas en Espa?a, con m¨¢s de 50 millones de ejemplares totales- de siete millones de singles, las previsiones para este ejercicio arrojan una venta de unos 450.000.Algunos ejemplos que ilustran la progresiva preferencia espa?ola por el disco completo, ya sea en soporte vinilo, en disco compacto o en casete, son los siguientes: el deb¨² de Sting en solitario en 1984, con el single If you love somebody set them free (Si amas a alguien, d¨¦jale libre) arroj¨® una venta de 2.674 ejemplares; Suzanne Vega apenas vendi¨® 700 copias de su ¨¦xito Luka, frente a 50.000 unidades de su segundo LP, Solitude Standing, y lo m¨¢s reciente y exitoso de este a?o, Mecano y U2, arroja unas cifras a¨²n m¨¢s lastimosas para el single: 350.000 copias lleva vendidas Mecano de su ¨²ltimo disco, Descanso dominical, mientras su segundo single, que incluye la canci¨®n Los amantes, apenas sobrepasa el millar; U2 alcanza los 150.000 elep¨¦s dobles de Rattle and hum, y Desire no llega a los 4.000 ejemplares.
Pura promoci¨®n
De esta forma, el single ha quedado reducido en Espa?a a un puro instrumento promocional, hasta tal punto que alguna discogr¨¢fica ha optado por importar los ejemplares necesarios para promoci¨®n -fundamentalmente destinados a la radio-, renunciando, salvo en algunos casos -la m¨²sica disco y las canciones del verano, como, por ejemplo, Yeke Yeke, de Mori Kante, todav¨ªa mantienen cifras rentables- a su fabricaci¨®n en Espa?a.
De no ser por este hundimiento, 1988 habr¨ªa marcado a buen seguro un nuevo r¨¦cord de ventas: descontando el mercado del single, en 1988 el resto de los formatos puede alcanzar y superar conjuntamente las ventas de 1980. Las previsiones apuntan las siguientes cifras: los referidos 450.000 singles, 1.300.000 maxisingles -formato que se mantiene en unas cifras de venta discretas y en ligera pendiente descendente-, 16 millones de elep¨¦s, unos 22 millones de casetes y, finalmente entre dos y tres millones de compactos, lo que dar¨ªa un total -sin tener en cuenta al single- de unos 42 o 43 millones de ejemplares, pr¨¢cticamente la misma cifra de ventas alcanzada en 1980, tambi¨¦n descontando el sencillo, y todo ello con unos m¨¢rgenes de ganancia muy superiores a los de hace ocho a?os, ya que el precio de un disco o casete, pr¨¢cticamente, se ha doblado en este tiempo.
Desde que, en el a?o 1978, comenz¨® la crisis mundial -aunque, de hecho, en nuestro pa¨ªs llegara a partir de 1980 en la industria del disco, ¨¦sta ha caminado de forma titubeante, en frascada en diversas luchas, primero, por combatir las diferentes pirater¨ªas -el famoso home tapping is killing music (las grabaciones caseras est¨¢n matando la m¨²sica)- y despu¨¦s por elevar las ventas de forma acompasada a la recuperaci¨®n econ¨®mica.
Un a?o positivo
1988 va a a ser un a?o clave para el mercado mundial, por lo positivo. En Estados Unidos, punto de referencia fundamental, es muy posible que se superen los 726 millones de copias -en uno u otro formato-, cifra que superar¨¢ las ventas de hace diez a?os, mientras que, por primera vez en la historia, se vender¨¢n m¨¢s discos compactos que elep¨¦s (150 millones de unidades frente a algo m¨¢s de 80). Este cambio en el segundo lugar de los formatos preferidos -el casete contin¨²a como l¨ªder intocable con una prevision para 1988 de 420 milones de copias- y la euforia general de la industria se pueden trasplantar con m¨ªnimos zambios al mercado espa?ol, siempre m¨¢s lento de reacciones, pero en el que el CD dobla sus ventas de forma sistem¨¢tica a?o tras a?o.
El mercado espa?ol no mover¨¢ 6.000 millones de d¨®lares (unos 684.000 millones de pesetas) como el mercado de EE UU, pero s¨ª superar¨¢ los 40.000, cifra que ha posibilitado que en ocasiones una compa?¨ªa discogr¨¢fica tuviese cubierto el presupuesto de ventas mensual... la primera semana.
Babelia
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