La eleccion de Ishaq Jan como presidente en Pakist¨¢n cierra la fase de transici¨®n

La elecci¨®n de Gulan Ishaq Jan como presidente de Pakist¨¢n y el voto de confianza ganado por la primera ministra, Benazir Bhutto, cerraron ayer el proceso abierto con la muerte, en agosto pasado, del general Zia Ul Haq. En contra de todos los pron¨®sticos, el pueblo paquistan¨ª ha demostrado una madurez pol¨ªtica que ha permitido dar el salto del r¨¦gimen dictatorial a la democracia parlamentaria sin violencia.

Ishaq Jan, de 73 a?os, que asumi¨® la jefatura del Estado al morir Zia, obtuvo 348 votos. Su principal contendiente, Nawabzada Nasrula Jan, otro experimentado pol¨ªtico, l¨ªder del Partido Nacional de Pakist¨¢n y con un amplio historial de lucha por la restauraci¨®n de la democracia, obtuvo 91 votos. Los electores potenciales eran los miembros de las seis C¨¢maras -el Senado (76), la Asamblea Nacional (237) y las cuatro provinciales (506)-.Miembro de la Liga Musulmana, integrada en la Alianza Isl¨¢mica Democr¨¢tica (IJI), el principal partido de la oposici¨®n, Ishaq era el candidato de la IJI pero hab¨ªa llegado a un acuerdo con el Partido Popular de Pakist¨¢n (PPP), que encabeza Bhutto, para mantener la presidencia.

Benazir Bhutto demostr¨® anoche, en una votaci¨®n a mano alzada, que contaba con un holgado n¨²mero de diputados para respaldar su gesti¨®n. Bhutto obtuvo 148 votos a favor, 55 en contra y siete abstenciones.

La jefa de Gabinete m¨¢s joven del mundo, 35 a?os, y la ¨²nica de un pa¨ªs isl¨¢mica, Benazir Bhutto tiene ante s¨ª un dif¨ªcil panorama. De una parte, una Constituci¨®n enmendada por Zia que da amplios poderes al presidente. De otra, una cri-sis econ¨®mica que amenaza con dejar al pa¨ªs en bancarrota.

Elecciones y partidos

Ishaq Jan ha estado vinculado como alto funcionario a casi todos los Gobiernos habidos en Pakist¨¢n desde la independencia del pa¨ªs, en 19,47. Con reputaci¨®n de hombre honesto, el mismo d¨ªa del funeral de Zia se descolgaba de las tesis de su predecesor y se manifestaba a. favor de la celebraci¨®n de elecciones generales con la plena participaci¨®n de los partidos pol¨ªticos.De haberlo querido y de acuerdo con la Constituci¨®n, Ishaq Jan podr¨ªa haber ocupado la jefatura del Estado sin someterse a votaci¨®n hasta 1990. D¨ªas atr¨¢s, el PPP somprendi¨® a Pakist¨¢n nombrando al general retirado Tika Jan como candidato a la presidencia. Bhutto explic¨® que era s¨®lo para cubrir el expediente y finalmente Tika Jan retir¨® su candidatura una vez nombrado gobernador de la provincia de Punjab, la m¨¢s rica y poblada del pa¨ªs.

Precisamente Punjab es la ¨²nica provincia en manos de la oposici¨®n. Nawar Sharif, l¨ªder la DI y presidente del Gobierno punjab¨ª, que trat¨® por todos los medios de hacerse con el Gobier no central, no est¨¢ dispuesto a colaborar con Bhutto y puede causarle graves problemas. La relaci¨®n con Punjab es uno de los principales retos de Bhutto.

Tras una campa?a electoral llena de promesas sociales, el nuevo Gobierno ha presentado a la Asamblea un presupuesto en el que los gastos de Defensa alcanzan el 40%, condici¨®n exigida por los militares que a¨²n tienen mucho que decir.

Con cerca de 110 millones de habitantes y una de tasas de crecimiento demogr¨¢fico m¨¢s altas del mundo, 3,2%, Pakist¨¢n destin¨® en 1987 un total de 687 millones de rupias (458 millones de pesetas) a la sanidad p¨²blica, frente a los 44.252 millones de rupias destinadas a la Defensa. Estas cifras cuyos porcentajes son muy similares a los 1989 son un claro ejemplo de la dificultad que encontrar¨¢ el PPP para poner en pr¨¢ctica su pol¨ªtica social.

A los problemas presupuestarios, a un sistema tributario absolutamente ineficaz y a la inflaci¨®n rampante se unen otros problemas, no menos graves: el aumento de las tensiones ¨¦tnicas y los conflictos entre sun¨ªes y shi¨ªes; la corrupci¨®n, el mercado negro y la proliferaci¨®n del tr¨¢fico de armas y de drogas.