Los rasgos esenciales del sindicalismo libre en el mundo
La celebraci¨®n de la reuni¨®n del Comit¨¦ Ejecutivo de la CIOSL en Madrid el mismo mes que cumplimos 10 a?os de Constituci¨®n democr¨¢tica y coincidiendo con el centenario de la Uni¨®n General de Trabajadores es una excelente ocasi¨®n para reflexionar, o seguir reflexionando, sobre el presente y el futuro de la acci¨®n sindical. Y al plantear esto queremos recalcar que vamos a profundizar en el verdadero debate: cu¨¢les son los rasgos esenciales a los que debe responder el sindicalismo para realizar de manera ¨®ptima el papel que le corresponde en la sociedad.Sin embargo, vamos a perder el menor tiempo posible en el planteamiento, intelectualmente pobre y pol¨ªticamente manipulado, sobre la no necesidad de los sindicatos y la posible muerte del sindicalismo. Para acabar este falso debate, perm¨ªtasenos parafrasear al fil¨®sofo diciendo la siguiente evidencia: "El sindicalismo, antes de que hayas terminado de echarlo por la puerta, ya se te ha vuelto a colar por la ventana".
El punto de partida de la reflexi¨®n ha de ser que el papel de los sindicatos est¨¢ aumentando d¨ªa a d¨ªa su importancia y su responsabilidad en la marcha de las sociedades. Se nos conceder¨¢ la peque?a satisfacci¨®n de traer a colaci¨®n la reciente jornada del 14 de diciembre para corroborar la evidencia. Y esta constataci¨®n hace sin duda deseable que se profundice en los motivos que apoyan esa responsabilidad y en la mejora de las maneras de ejercerla.
Entendemos el hecho de tanta importancia que creemos importante que se plantee en otras organizaciones e instituciones y no s¨®lo en los sindicatos.
Por lo que se refiere a nuestra breve contribuci¨®n en este art¨ªculo, pensamos que la reuni¨®n de la CIOSL, organizaci¨®n que re¨²ne a 87 millones de afiliados de cinco continentes, con experiencias y condiciones radicalmente distintas, invita a pensar cu¨¢les son los rasgos esenciales (que se convierten en comunes) que sustentan el sindicalismo m¨¢s all¨¢ de localismos, particularidades y coyunturas, Por nuestra parte: destacar¨ªamos cuatro.
En primer lugar, se constata en estas reuniones que la existencia de sindicatos libres es indispensable en la vertebraci¨®n de sociedades democr¨¢ticas. Cualquiera que sea el momento o el lugar, una sociedad con ambiciones comunes y visi¨®n compartida de proyectos de convivencia y justicia no impuestos desde arriba es inconcebible sin sindicatos libres. Podr¨ªamos recordar m¨²ltiples ejemplos, como la reciente recuperaci¨®n de altos niveles sindicales en T¨²nez con la liberaci¨®n del compa?ero Bachour, justamente homenajeado en la reuni¨®n de Madrid.
Este rasgo se hace evidente, por tanto, cuando se aplica, pero a¨²n m¨¢s crudamente cuando el sindicalismo libre est¨¢ ausente de una sociedad porque los niveles de desvertebraci¨®n y falta de cohesi¨®n la hacen insoportable. Por otra parte, este rasgo acarrea una gran responsabilidad al sindicato, ya que, al convertirse en elemento crucial de la vertebraci¨®n social, cada d¨ªa m¨¢s sus acciones y actitudes son de trascendencia para toda la sociedad.
Inter¨¦s com¨²n
En segundo lugar, observamos c¨®mo en todos los sindicatos de la CIOSL, que son 141, encontramos la defensa de los mismos valores esenciales. Sin poder ser exhaustivo, los resumir¨ªamos en justicia eminentemente social, solidaridad, y, por ende, verdadera libertad, todo ello con el prop¨®sito de ofrecer a los trabajadores, como tales y como ciudadanos, las mayores posibilidades para su realizaci¨®n personal. Este rasgo es clave en la esencia del sindicalismo y, sin embargo, es el que m¨¢s ataques est¨¢ recibiendo en la presente coyuntura. Sabido es que algunas campa?as antisindicales pretenden hacerse desde la necesidad de recuperar la libertad individual. Los sindicatos de todo el mundo, aunque nos d¨¦ bochorno tener que volver sobre un debate que cre¨ªamos superado por la evoluci¨®n cultural, debemos en este momento recordar que la libertad nunca consiste en hacer cada cual lo que quiere sobre bases de partida desiguales, de dominio y sumisi¨®n.
La verdadera libertad se consigue cuando se dan las condiciones para que cada cual, en pie de igualdad, elija su camino. Para ello son necesarias la solidaridad y la justicia social; por eso su consecuci¨®n es un objetivo, siempre ut¨®pico pero siempre m¨¢s cerca, que caracteriza al sindicalismo.
En tercer lugar, observamos que el sindicalismo, como organizaci¨®n de seres humanos en evoluci¨®n dentro de sociedades din¨¢micas, est¨¢ continuamente adapt¨¢ndose y renov¨¢ndose seg¨²n cambian las condiciones en las que debe perseguir sus objetivos esenciales (y, a veces, seg¨²n evolucionan ¨¦stos). La necesidad y capacidad de renovaci¨®n y adaptaci¨®n a las nuevas responsabilidades sociales de las que hemos hablado es una caracter¨ªstica esencial del sindicalismo actual.
En su plasmaci¨®n intervendr¨¢n localismos y particularidades, pero no creemos que existan otras organizaciones actualmente donde en cada miembro y en cada reuni¨®n se plantee, sistem¨¢ticamente, la renovaci¨®n en todos sus aspectos. Dir¨ªamos, desde nuestro centenario, que un rasgo del sindicalismo es preocuparse por mantener su vigencia y vitalidad. Pero lo decimos responsablemente, porque si los sindicatos as¨ª lo hacen es porque son conscientes de que evolucionan y aumentan tanto sus bases como sus responsabilidades.
Por ¨²ltimo encontramos, casi por definici¨®n, un profundo sentido de solidaridad internacional en los sindicatos. Dir¨ªamos mejor, supranacional, en el sentido de que el cuarto rasgo esencial es que la solidaridad que se vive en las organizaciones sindicales es una solidaridad esencialmente entre seres humanos, independiente, por tanto, de barreras administrativas o artificiales. Este rasgo que determina la actividad cotidiana, de. manera todav¨ªa embrionaria a nivel mundial, y bastante m¨¢s a nivel europeo, no deja de ser una enorme apuesta ante el futuro.
Internacionalismo
En cualquier caso, es una caracter¨ªstica inapelable que merecer¨ªa ser estudiada en sus aspectos claves pero que ya indica c¨®mo la vivencia sindical no es un intercambio de intereses (al modo que pueda serlo una alianza entre naciones o una fusi¨®n de multinacionales) sino que es el compartir una serie de problemas humanos, una serie de aspiraciones y una serie de v¨ªas para conseguirlas. La dimensi¨®n humana e internacionalista del sindicalismo pesar¨¢ mucho en su porvenir.
Con estas breves ideas hemos querido reflexionar en voz alta sobre las ra¨ªces del sindicalismo y su din¨¢mica esencial de cara a un futuro que ya casi nos devora. Como apostilla final s¨®lo querr¨ªamos destacar que en todo el mundo, tambi¨¦n aqu¨ª en Espa?a, el papel y la responsabilidad de los sindicatos se acrecientan. Es inter¨¦s de todos el potenciar su desarrollo abandonando visiones miopes e instrumentalizadoras del sindicalismo, porque f¨¢cilmente se constata que mayores y mejores sindicatos producen sociedades m¨¢s libres, m¨¢s cohesionadas y m¨¢s justas.
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