Antonio Baciero interpretar¨¢ la m¨²sica de la corte de Carlos III

El pianista Antonio Baciero ofrecer¨¢ esta tarde en la sala de c¨¢mara del Auditorio Nacional de M¨²sica de Madrid, un recital en de obras de m¨²sicos espa?oles de la Capilla Real de Carlos III. Junto a composiciones de Jos¨¦ Moreno y Polo, Joaqu¨ªn Oxinagas, Jos¨¦ Lidon, Juan Sess¨¦ y F¨¦lix M¨¢ximo L¨®pez, el programa incluye algunas del c¨¦lebre maestro del infante Gabriel, Antonio Soler, y del no menos reconocido Luigi Boecherini, compositores que a pesar de no formar parte de la Capilla marcaron decisivamente el desarrollo de este arte en el siglo XVIII en Espa?a.

Carlos III no vivi¨® la m¨²sica con el entusiasmo que le impulsaba a seguir directamente las creaciones de escultores y arquitectos, ni dedicaba a disfrutarla el tiempo que empleaba en la caza o en otras actividades culturales y pol¨ªticas. Pero su formaci¨®n musical fue intensa durante su infancia, y la protecci¨®n que ofreci¨® a los m¨²sicos de la corte, e incluso a los artesanos que constru¨ªan los instrumentos, no desmerec¨ªa la consideraci¨®n de monarca ilustrado.

Melancol¨ªa

Antonio Baciero afirma que la actitud de Carlos III era voluntaria y consciente. "A m¨ª me da la impresi¨®n de que rehu¨ªa un poco la m¨²sica y dedicaba su vida personal a un ejercicio vital m¨¢s ex pansivo, libre y en contacto con la naturaleza, como disciplina para evitar la melancol¨ªa".El pianista, adem¨¢s de int¨¦rprete merecedor de numerosos premios, es uno de los investigadores m¨¢s fecundos de la historia de la m¨²sica espa?ola, actividad a la. que ha dedicado sus m¨¢s do 40 a?os de ejercicio musical, y en especial los ¨²ltimos 25, desde que regres¨® de Viena.

"Del siglo XVIII se conoc¨ªa poco, y sobre esta ¨¦poca existen muchos prejuicios que la falseaban. Por ejemplo, se hab¨ªa considerado la afloraci¨®n de la segunda mitad de siglo una consecuencia de la estancia de Scarlatti en Espa?a. Sin embargo, se ha demostrado que la conocida tradici¨®n organ¨ªstica espa?ola desde principio de siglo convergi¨® en Madrid, entre otros lugares, donde se reunieron m¨²sicos espa?oles y de otros pa¨ªses, en especial italianos, tras una ¨¦poca de transici¨®n".

"En 1750 empieza a desarrollarse en Madrid una academia, en torno al palacio Real, formada por m¨²sicos espa?oles que se distancian sensiblemente de sus colegas extranjeros. Sebasti¨¢n Albero, uno de ellos, a pesar de lo joven que muri¨®, realiz¨® una obra revolucionaria".

"La recuperaci¨®n de la m¨²sica del XVIW afirma Baciero, "es muy interesante para nosotros, ya que nuestra cultura musical se ha formado sobre la obra alemana, Bach y los cl¨¢sicos vieneses, y poder ampliar nuestra formaci¨®n profesional con la m¨²sica espa?ola de la ¨¦poca es una cuesti¨®n decisiva, porque los estilos y la manera de ver la m¨²sica son complementarios. Lo que es el mundo germ¨¢nico de la estructura se complementa con el meridional del colorismo y de la fantas¨ªa, del tono improvisatorio".