Un sangriento mot¨ªn en una c¨¢rcel mexicana finaliza con 22 muertos
Medio centenar de presos tomaron el pasado jueves por la noche la c¨¢rcel de Tepic, situada a 640 kil¨®metros al noreste de Ciudad de M¨¦xico, y desencadenaron un sangriento mot¨ªn que acab¨® con la muerte de 22 personas, 18 de los cuales eran internos.El mot¨ªn empez¨® cuando los presos tomaron como rehenes al director del penal, Samuel Alvarado, y a una docena de funcionarios. Posteriormente los reclusos asesinaron a Alvarado y a dos guardianes.
Las autoridades decidieron enviar una unidad especial de la polic¨ªa federal conocida como los zorros, para tratar de someter a los rebeldes. Tras mantener su postura durante 32 horas, los amotinados se enfrentraron a la unidad especial compuesta de 130 hombres que lanz¨® su ataque durante lo noche del viernes al s¨¢bado.
Durante el ataque la polic¨ªa mat¨® a 18 prisioneros, entre los que se encontraban los seis que hab¨ªan iniciado el mot¨ªn y otros doce que se les unieron. Asimismo, en el combate muri¨® el comandante de los zorros Jorge Armando Duarte. Solo uno de los rehenes result¨® herido en la operaci¨®n.
En la ma?ana del viernes, 273 adultos y 200 ni?os -familiares de los presos que hab¨ªan venido para celebrar la Navidad y hab¨ªan quedado encerrados en la prisi¨®n- fueron recatados siendo sacados por las ventanas con la ayuda de escaleras.
Los amotinados hab¨ªan exigido un cami¨®n blindado y armas para deponer su actitud. El incidente comenz¨® cuando dos hombres que se hicieron pasar por abogados introdujeron clandestinamente armas para algunos presos durante la hora de visita. Los reclusos trataron entonces de escapar, pero encontraron resistencia, lo que dio origen a un fuerte tiroteo con los guardias. Poco despu¨¦s, se sumaron al mot¨ªn otros compa?eros.
Los internos alcanzaron las torres de vigilancia de la c¨¢rcel desde las que trataron de mantener a raya a cerca del medio centenar de polic¨ªas y soldados concentrados en el exterior.
El edificio de la administraci¨®n de la prisi¨®n, donde se hicieron fuertes los rebeldes, qued¨® completamente destruido.
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