Jos¨¦ Manuel Marraco

El 25 de octubre fue un d¨ªa importante para el abogado Jos¨¦ Manuel Marraco Espin¨®s y los ecologistas aragoneses. Consiguieron sentar en el banquillo de los acusados a dos halconeros franceses a quienes la Guardia Civil pill¨® robando dos cr¨ªas de ¨¢guila real y seis de halc¨®n peregrino. Tras un largo proceso, se celebr¨® el juicio en la Audiencia de Zaragoza, que conden¨® al ¨²nico de los acusados que compareci¨® a cuatro meses de arresto mayor y a pagar una indemnizaci¨®n. Ahora es el abogado de la acusaci¨®n particular en el caso del oso abatido recientemente en Palencia.

El tribunal, presidido por el magistrado Rafael Oliete, se?al¨® en lasentencia que "debe exponer al Gobierno que hechos como los enjuiciados sean tipificados expresamente como delitos ecol¨®gicos o contra el medio ambiente". El abogado Marraco, que actu¨® en el juicio en nombre de la acusaci¨®n particular, y la Asociaci¨®n Aragonesa de Protecci¨®n de Animales y Plantas recogieron el guante lanzado por el tribunal y han iniciado una campa?a de con cienciaci¨®n. El objetivo es, en contacto con los 400 colectivos ecologistas existentes en Espa?a, enviar al presidente del Gobierno hasta 15.000 escritos para que, "en desarrollo del art¨ªculo 45 de la Constituci¨®n, se tipifique el delito, ecol¨®gico".Otra cuesti¨®n ocupa en estos momentos a e9te abogado: el Fondo Asturiano para los males Salvajes (FAPAS) le ha encargado de la acusaci¨®n particular en el caso del oso abatido por un cazador en Palencia. Jos¨¦ Manuel Marraco, de 38 a?os, casado, particip¨® primero en la Asamblea Ecologista de Arag¨®n y es desde hace a?os socio de la Asociaci¨®n Naturalista Aragonesa (Ansar). Con este ¨²ltimo colectivo elabor¨® un decreto de regulaci¨®n del acebo en Arag¨®n. Tiene un moreno permanente que asegura es de pasear. Se desplaza por la ciudad en Vespa, le gusta caminar, salir al campo y practicar deportes.

Abogado penalista, asesor jur¨ªdico de la Asociaci¨®n de la Prensa, comparte bufete con cinco compa?eros, donde se tratan todas las ramas del derecho. Va de normal por la vida. La realidad le ha hecho comprender que es compatible ejercer de abogado en una capital y de ecologista: "He nacido y vivido en la ciudad, soy urbano. Estoy en contra de la imagen id¨ªlica del ecologista. No soy anti nada y s¨ª partidario de un modelo de vida distinto, no consumista". Tiene una visi¨®n "positiva, alegre y constructiva" de la naturaleza, a la que le gusta contemplar como "uno de los espect¨¢culos m¨¢s impresionantes. La primera vez que vi un quebrantahuesos en el valle de Ordesa no se me olvidar¨¢ en la vida. Tenemos que luchar porque esto se mantenga. Me impresiona ver, cuando salimos al campo con grupos, que los muchachos conocen y distinguen las especies. ?sa es la esperanza: la educaci¨®n medioambiental. Que aprendamos desde la escuela a respetar la naturaleza no por miedo al castigo, sino porque es esencial, porque se est¨¢ convencido de ello".

A Marraco le molesta que no haya una pol¨ªtica de medio ambiente: "S¨®lo se acuerdan de la naturaleza en tiempo de elecciones. Una cosa es firmar tratados internacionales y otra bien distinta la pr¨¢ctica diaria,, el d¨ªa a d¨ªa a favor de la naturaleza".