Fino humor

Hemos quedado gratamente sorprendidos por la brillante participaci¨®n de su peri¨®dico -habitualmente tan grave y circunspecto en la celebraci¨®n de la festividad de los Santos Inocentes.Considerando especialmente la escasez de sentido del humor que padece nuestra vida p¨²blica, no podemos dejar de saludar alborozados la aparici¨®n de un art¨ªculo como el publicado el 28 de diciembre en EL PA?S con la firma -nada menos- de un secretario de Estado.

Para todos aquellos que en su momento no hubieran podido degustar esta exquisita joya del humorismo destacaremos, por falta de espacio, una de las principales ideas enunciadas en el comienzo mismo del escrito. El autor asegura que, de los mucho, mensajes que se emitieron el 14-D, el Gobierno ha acusado recibo, entre otros, del siguiente "No se puede ir tan deprisa en la correcci¨®n de nuestros males seculares". Espl¨¦ndido, admirable el dominio de la iron¨ªa que en una sola frase se revela. Y reconfortante tambi¨¦n el hecho de que su uso en la Prensa se muestra compatible con la conservaci¨®n del alto cargo p¨²blico que detenta el autor.

Pero no es eso todo. Imposible resistimos a reproducir adem¨¢s un p¨¢rrafo singularmente inspirado: "Lo que sucede es que en la mezcla de actuaciones y medidas que constituyen una pol¨ªtica econ¨®mica y social hay combinaciones que se consideran ¨®ptimas y otras que, no si¨¦ndolo o no pareci¨¦ndolo, no suponen un cambio de pol¨ªtica sino una mayor lentitud o menor rapidez en la persecuci¨®n de ciertos objetivos para acelerar la consecuci¨®n de otros. ( ... )".

Creemos, se?or director, que el art¨ªculo en cuesti¨®n debe ser incluido sin discusi¨®n posible en toda futura antolog¨ªa de inocentadas period¨ªsticas.

Enhorabuena, pues, y otra vez muchas gracias.-